Ya eran las siete de la noche, Ella tenía que irse.
Salimos de la Cabaña y yo decidí acompañarla.
Tomaremos un atajo que es pasando por el lago donde ayer estaban, al pasar por ahí hay un puente largo que se tiene que cruzar y después atraviesas el bosque y caminas por la línea que esta marcada para no perderse.Caminábamos en silencio pero no era incómodo, más bien era tranquilo. La Luna estaba por salir completa, y el cielo brillaba con las pocas estrellas que tenía por ahora.
Ella tenía sus manos adelante cruzadas, tal vez se sentía incómoda
-¿Te ha gustado el lugar?-Pregunto para romper el silencio
-Es muy lindo, sólo que las personas son... -Pensó sus palabras
-Ladronas-Complete
-Exacto, menos mal tenemos un guía que consigue todo barato
-Eso es mejor, así se sabe dónde no comprar por eso yo consigo lo que necesito aquí
-¿Hay tiendas?-Me pregunta y yo suelto una risa-¿Qué da risa?-Arruga su cara
-No hay tiendas, hay árboles con frutas y cultivos
-¿Robas?!
-Algo así
-Eso esta mal-Habla en tono bajito
-lo se, pero no tengo dinero para comprar algo y la verdad me sacarían los ojos si les digo que me vendan algo
-¿Sólo comes fruta?-Asiento
El silencio volvió y lo que se escuchaba ahora era el viento golpeando las hojas. Al llegar al lago las rocas que estaban en el suelo estaban más duras de lo normal, de por si estas son suaves cuando las pisas.
De pronto cuando pisamos el puente de madera un sonido dulce y melodioso se escucho por todo el lugar, Ella volteó a mirar al lugar de donde provenía ese sonido-¿Qué es?-pregunta sin dejar de mirar
-Son pájaros-Mentí
-Los pájaros no cantan asi-Me mira
-son exóticos, sólo se oyen en la noche-Ella dejó de preguntar, tal vez lo que dije la convenció.
Una vez llegamos al pueblo Ella se paró en la entrada principal, justo donde esta el Castillo
-¿Te veré después?-La miro esperando su respuesta
-Tal vez-Me Sonríe
-Esta bien-le devuelvo la sonrisa-sólo quiero que el día que te vayas, pases a despedirte-Ella me da una mirada melancólica junto con una agachado de cabeza
-¿volverás?-Sigue con la cabeza abajo
-Tengo que volver, pero no ahora-La tomó de las manos y acarició una de ellas.
Ella quita sus manos y con sus brazos rodea mi cuello abrazándome fuerte-prometo buscarte cuando me vaya, pero no desaparezcas, no otra vez-bajo mi cara y le doy un beso en la cabeza
-Lo prometo-Esta vez Ella levanta su rostro y vuelve a sonreirme, con una de sus manos acaricia mi cara para después darme un corto beso media Luna, me sorprende lo que acaba de hacer y creo que lo demostre
-No podría odiarte aunque lo intentará, siempre te voy a querer y ese sentimiento jamás va a cambiar- sus ojos brillaban con tanta intensidad que era imposible dejar de verlos.
Ella se había encontrado con sus padres pero por un milagro ellos no lograron verme, ni siquiera pudimos despedirnos bien.
Cruzaba ya de nuevo por el puente y otra vez ese hermoso sonido salía de una pequeña montaña de atrás, me quedé parado escuchando ese cantar tan suave era como una canción de cuna, perfecta para arrullarte.
Empecé a caminar y no tenía idea a donde, sólo sabía que me acercaba al lugar de donde provenía el sonido.
Sin pensarlo apartó unas hojas que separan el lugar de este y sólo veo puras rocas gigantes con algas pegadas a estas. La Luna ya había salido por completo y daba al lugar una luz única y esta pegaba directo en el agua y era tan Blanca que pensé que dentro del lago había una linterna o un reflector de luz grandísimo.
Caminaba sin apartar la mirada, ese brillo me atraía como un imán en verdad era una luz hermosa quien quiera que la viera quedaría hipnotizado.
Me arrodille y veo que algo en el se mueve bien abajo pero eso del fondo no salio, lo que se acercó fue una mujer de piel gris y cabello marrón, su cara no la veía bien porque tenía la mitad adentro del agua aún.
Su mirada era penetrante podía sentir el peso de sus ojos en mi.
Al estar frente a frente salió disparada y dejó verme su cuerpo. Su piel brillaba como si tuviera escarcha pero era un brillo plateado que le quedaba bastante bien a su tono.
Su cabello marrón le cubría parte de su tórax y le llegaba hasta la cintura un poco más arriba, sus ojos eran grandes de verde oscuros, y sus labios eran rosados, tenían vida.
Acerque mi mano a su rostro pero ella no se movió, sólo me miraba. Toque su piel, era húmeda y suave, casi como la de un bebé.
La mujer sacó su mano del agua y todos sus dedos estaban pegados por una "tela" tan delgada que la luz que salía del lugar la traspasaba.
Tomó mi mano y la miró determinadamente, la tocaba como si fuera un objeto extraño, movía mis dedos de un lado a otro los doblaba y estiraba.
De pronto el agua subió por mi mano cubriendo gran parte de mi muñeca, lo malo era que sólo sentía más no veía, no podía dejar de ver sus ojos verdes algo me lo impedía.
La mujer empezó a agacharse uniéndose en el agua sin dejar de mirarme, su cabello floto por todo el agua pareciendo una planta de hoja esparcida, su cuerpo fue bajando más y el agua me llegó hasta mas arriba del codo haciendo que me inclinara y que mi rostro quedará cerca del agua, no fue esta que ya su rostro de nuevo se cubría con el agua y pude despertar. Su rostro había cambiado, sus ojos ahora eran un verde fosforescente y su boca se había convertido en la de un tiburón, una larga fila de dientes puntiagudos llenos de restos de pescados.
Al ver su rostro el "hechizo" desapareció, intentaba jalar mi brazo pero la sirena no lo soltaba, al contrario, de jalones fuertes lograba meter mi pecho al agua. Sabía lo que quería, quería que mi pecho tocará bien el agua y perdiera el equilibrio para luego tomarme de la cabeza y bañarme y hundiendome con ella hasta el fondo.
Logre safarme cuando hice fuerza hacia atrás y ella lo jaló de nuevo con tanta fuerza que apunté mi puño a su cara, justo en el blanco.Su llanto era horrible, el sonido parecía a un quejido de un animal herido pero con un toque de respiración de marrano asfixiándose.
Me levanto y ahora veo muchas más que antes sentadas en las piedras, los ojos de cada una brillan igual que los ojos de la primera de un fosforescente pero diferentes colores, en la oscuridad y con tan poca luz esto se ve aterrador. Una nube de niebla gigante y espesa llega al lugar impidiendo me ver mejor que están haciendo, se escucha el chapoteo del agua como cuando algo cae al agua, siento una mano mojada que me toma mi pierna derecha,intentó quitarla pero ya es tarde.
Mi cabeza golpea el suelo y siento que de una vez mi visión empieza a nublarse.
El agua me recorre el cuerpo y llega a mi cara cubriendola por completo, la luz que decía que había visto era una concha abierta con una sirena Blanca y esta si brillaba en toda su potencia, esa era la luz que se veía desde afuera.
Las sirenas me tenían de los brazos y piernas llevándome al fondo con una velocidad impresionante, la mujer sentada no se veía tan mal, su cabello rubio y su larga cola roja. Su rostro estaba volteado y no lograba verlo mejor.
Una de ellas me golpea con un tenedor gigante en todo el estómago, pero no logre sentir nada.
Con la fuerza que quedaba empecé a moverme para que me soltarán, pero cada vez llegaban más y más. Unas me tomaban de las prendas y las tiraban dejando rasguños en mi abdomen, brazos y piernas, otras sólo pasaban y me golpeaban con sus colas y entre todas ellas me tomaron he hicieron un círculo impidiendo que la luz de la otra entrará.
Todas las caras de ellas eran horribles, lo único medio bonito que tenían eran sus colas y cabellos. Todas las que me rodeaban miraban para arriba sin borrar la sonrisa que tenían en sus rostros, sus bocas eran demasiado grandes era mejor verlas con el hocico cerrado, daban vueltas y yo ya empezaba marcarme, vi como la sangre salía de mi cabeza y sus ojos De en vez de seguir siendo fosforescentes cambiaron a uno De colores fuego amarillo y rojo Candela.
De un momento a otro muchas se empezaron a quitar, como si algo grande viniera pero las del principio seguían hay, una luz negra llegó a mi campo de vista y lo único que vi, fue la silueta de un pez gigante con aletas a cada lado más grandes que su mismo cuerpo
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War To War
Teen FictionSegunda parte El Ultimo Nefilim ahora me encuentro en medio de un bosque, hospedado en una cabaña. Los meses y años han pasado desde que estoy aquí, he perdidmo la noción del tiempo, sólo se que los días pasan contando las horas y minutos. Por aho...