Ya era de noche, las estrellas brillaban junto con la Luna llena.
Estoy sentado en el suelo en frente de la chimenea, la lluvia ya se había ido pero el frío me estaba congelando los hueso. Escucho como golpean mi puerta, miro el lugar y solo se ve la luz del fuego en la madera, es como si sólo fueran velas las que están encendidas haciendo ver el lugar más cálido.
Me levanto y abro la puerta.
Afuera se encuentra carol junto con otros dos chicos, una mujer y un hombre-Pensé que estabas dormido-carol mira adentro de la cabaña
-Es temprano aun-Digo mirándola
-Te vas a dormir ya?-Pregunta esta vez mirándome. Yo niego con la cabeza- Que bueno, quería que fueras con nosotros a recorrer el lugar, aquí hay muchas hadas debes ver como brillan en la noche
La miré un instante pensando si quería salir, hice una mueca y sin cerrar la puerta fui a mi cuarto por un saco. Al salir de la cabaña seguí a carol junto a sus amigos, yo iba atrás de ellos.
Nos adentramos al bosque y caminamos bastante, pero esta vez No quería quejarme, he visto hadas pero sólo en el día. Cuando están más a la defensivaCarol empuja lo que parece una puerta pero esta, está cubierta de muchas flores y hojas verdes. Al abrirla se veían pequeñas luces brillantes volando por todo el lugar. Una vez adentro observó mejor el lugar, los árboles son demasiado grandes, tienen unas cuerdas de hojas alrededor que dan una vista más hermosa. Habían pequeñas bolitas en el cielo y si veías con atención el azul oscuro se miraba más iluminado, era como ver dos luces en uno, una de color Blanca brillante y una amarilla opaca sin mucho resplandor. El árbol se movía cuando estas luces pasaban rápido, se escuchaba el sonido de sus alas cuando las movían. estaban jugando entre ellas
-Pensé que las hadas eran grandes-hablé sin dejar se mirar el lugar
-Ya conoces sus dos formas-Dijo carol
Eran pequeñas, demasiado pequeñas. Como si fueran luciérnagas. Sus alas se alcanzaban a ver, eran las que más luz desprendían.
Carol me hizo una señal para que la siguiera, ella subió al árbol con ayuda del chico y una vez arriba, me extendió su mano para que estuviera con ella.
Escalamos las pocas ramas y una vez en la punta carol me señaló algo en frente mio. Giré mi cara a donde apuntaba, y lo que vi me sorprendió.
Desde aquí arriba se veía un reino lleno de luces, los árboles eran pequeños como el tamaño de un pitufo, se veían las pequeñas cabañas hechas de paja y una que otra rama. Las flores eran de todo los colores, Rojas, amarillas, moradas, verdes, azules y muchos otros colores. También habían unos combinados, como rojo y morado o dorado y naranjas. Esos colores jamás los había visto al parecer sólo están aquí, ocultos donde deben de estar.
Era una mini aldea, todo el suelo es de césped no hay rastro de cemento o ladrillo todo es natural.-Esto-carol señala el mini pueblo- de día cuando las hadas no están en su forma natural, es como el pueblo de aquí, todo es tamaño normal. Las casitas, las tiendas, y ellas- señala las luces, las hadas- Todo es tamaño humano-Me mira
-Jamás imaginé que esto fuera así, siempre pensé que tenían un tamaño normal como las he visto
-Todo de noche es más mágico-Ahora ella mira el lugar con cierto brillo en sus ojos
-Eso parece-Opino
Nos quedamos mucho tiempo mirando la pequeña ciudad, esto fue más de lo que llegue a imaginar. Cuando carol dijo que vendríamos no tenía mucha fe, no pensé que el lugar fuera lo mejor que he visto es una lástima que sólo ellas puedan pisar ese lugar, ningún humano o otra especie puede cruzar de aquí hasta allá. Son tradiciones que se tienen que respetar, cada especie tiene su lugar.
-Es hora de irnos- habló carol llamando mi atención
-Tan rápido?-Preguntó
-Si-asiente- si ven que no estaño nos meteremos en problemas-Charol empieza a bajar el árbol
-Se escaparon?-Sonrió con picardía
-algo así-Arruga su nariz
Caminamos hasta la salida y ahí nos despedimos
-Quieres que te acompañemos?-Pregunta carol
-No, esta bien puedo devolverme solo-Sonreí
-Esta bien-Se da la vuelta- sólo no sigas ningún ruido o canto-me señala
-No lo haré-Levanto mis manos inocentemente
Ellos se volverán y empiezan a correr mientras veo como se alejan, una vez que los pierdo de vista me doy la vuelta en dirección contraria y comienzo a caminar directo a mi cabaña
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War To War
Fiksi RemajaSegunda parte El Ultimo Nefilim ahora me encuentro en medio de un bosque, hospedado en una cabaña. Los meses y años han pasado desde que estoy aquí, he perdidmo la noción del tiempo, sólo se que los días pasan contando las horas y minutos. Por aho...