Capítulo 10 🍃

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Ésta terrible noticia llegó a los oídos de Soo-an y Gong quienes se llevaron una horrible sorpresa. Preocupados se dirigieron a la corte en dónde estaría Jimin encerrado en una de las celdas más alejadas de los demás delincuentes.

—¿Ya podemos verlo?.—Cuestionó Soo-an al guardia que vigilaba las celdas.

—Ya pueden verlo, pero tendrá que quedarse aquí para observación.

—¿Debe estar aquí toda la noche?.

—Si, y podrán llevárselo en la mañana.—Soo-an suspiró preocupada por la ocasión.

El guardia llevó a la pareja angustiada a la celda de hasta el fondo del pasillo en dónde se encontraba Jimin atado de los brazos y piernas con varias cadenas que impedían que pudiera moverse, su mirada se mantenía en el suelo como si no tuviese ninguna razón.

—¡Por Dios!...Jimin querido me siento tan culpable.—De inmediato la mujer se hincó frente a él casi en lágrimas ya que le dolía ver en el estado en que éste se encontraba.

—¿Qué es lo que estabas pensando, hijo?.

—¿Por qué no le dí un mejor ejemplo, Gong?, Viste como envidiaba yo el dinero de los padres de Tae.... textualmente dije que conseguiremos dinero de alguna forma, pero no me refería a esa...—Soo-an llevó una mano a la mejilla de Jimin levantando su mirada.
—Pequeño, robando no se obtienen las cosas, robar no conduce a nada.—

—Claro que no, sólo crea problemas y ahora los has conseguido.—

—Oh Jimin, ¿Por qué hiciste eso?...los programas de televisión son mala influencia.

—Desde luego que sí.

—O alguien le aconsejó hacerlo.—Jimin volvió a bajar la mirada sin siquiera decir ni una solo palabra.

—La hora de visita se acabó.—El guardia les dió a saber a los esposos. Soo-an suspiró no sin antes acariciar la mejilla del androide y Gong tocó ligeramente su hombro para luego retirarse también.

                                 ***

La mañana había amanecido muy fría y nublada, y en esta misma Soo-an recogió a Jimin de la prisión ya que ella no permitiría que se quedará un día más en aquel frío lugar.
Ya para finalizar el doctor que había revisado a Jimin, entregó los resultados a la policía pero uno de ellos estaba bastante dudoso en dejarlo en libertad.

—¿Se encontrará bien, doctor?.

—Los años pasados en el aislamiento no lo han preparado con experiencia para distinguir el bien del mal, no tiene conciencia, ha crecido sin una guía, además las pinturas tan impresionantes que hace indica que es de un carácter bastante imaginativo y es obvio que su conciencia de lo que llamamos realidad está escasamente desarrollada.—Proporcionó toda esta información el doctor al oficial.

—¿Pero cree que estará bien fuera de aquí?.

—Ah, si...estará bien.—

Después de hablar con el doctor, el policía se dispuso en dejar en libertad a Jimin empezando por quitarle las esposas de las manos, pero el androide aún seguía con la mirada baja. Antes de seguir caminando, aquel hombre uniformado lo detuvo lanzándole una pequeña amenaza.

—Escucha, no dormiré tranquilo pensando en tí...debes cuidarte y pensar antes de hacer las cosas.—Palmeó su pesado hombro y se marchó.

Soo-an lo llevó hasta casa en el auto, con ella iba Jungkook a bordo pero estaba muy apenado como para siquiera hablarle. Durante el camino el silencio se hacía presente en el auto, y justo en ese momento Jungkook levantó un poco la mirada y pudo ver a través del reflejo del retrovisor la fría mirada de Jimin quien lo observaba fijamente, kook se sintió tan culpable que sólo se dispuso a desviar la mirada a la ventana.

                                ***

Desde que llegaron Jimin había estado en el sótano, sin salir, sin hablar, y solo había silencio en el lugar.

[Jungkook]

Había salido a comprar algo de comer y de verdad no podía dejar de pensar en lo sucedido ya que sólo recordaba la mirada de Jimin, sentía tanta culpa...

Cuando llegué a casa, noté que mi madre y mi padre se encontraban bastante serios y preocupados además de que tenían que pagar por dejar a Jimin en libertad.

—Ay Gong, el pequeño no pudo haber sido tan cruel para robar...—

—¿Y qué podremos hacer, linda?, Aún así tendremos que pagar esta multa.—

—Dios mío...—Discutian del tema mis padres.

—Ahh mamá...¿Dónde está Jimin?.—Interrumpí derrepente un poco nervioso.

—Está en el sótano, no ha salido de ahí desde hace un rato.

—Ah, de acuerdo...—

Me giré haciéndoles creer a mis padres que iría a mi habitación, pero al perderme de vista me escabullí hasta llegar al sótano, yo sólo quiero disculparme con él.
Abrí la puerta y bajé sigilosamente las escaleras, pero me sorprendí al ver lo que me rodeaba; Habían muchas cosas tiradas y rotas, la pared tenía muchas abolladuras en resumen todo estaba de cabeza, pero luego mi vista se posó en Jimin que estaba sentado hecho bolita junto a la ventana del sótano mirando pacíficamente hacia fuera, viendo cómo caía la lluvia. Me sentía tan mal por esto...

—¿Sabes qué es lo malo de ser un androide?...el no poder llorar para liberar el dolor...—Dijo sin siquiera verme a los ojos.

—Jimin, lo lamento tanto...me siento culpable...Quise que Tae regresara, pero no pude convencerlo y...—.

—Está bien.—Interrumpió sin dejar de mirar afuera.

—Gracias por no decirles nada.—Pronto alzó la vista.

—No fue nada Jungkook.

—Debiste sentirte mal cuando supiste de quien era la casa.—llevé una mano al cuello.

—Yo...sabía que era la casa de Taehyung.

—¿De verdad?...¿Y-Y por qué lo hiciste?.—Éste guardó un momento de silencio para luego acercarse a mi oído y susurrarme delicadamente:

—Porque tú me lo pediste.

No es posible....mi corazón está latiendo muy fuerte que puedo sentirlo en mi pecho, ¿Acaso hizo todo esto por mi?, Es extraño que me sienta elogiado por esto, yo siempre pensé que era un tipo estúpido y raro pero ahora veo que me equivoqué...cada vez que lo miro a los ojos no puedo evitar sentir esa pequeña atracción, tiene unos ojos tan lindos que cuando sonríe me encanta ver cómo se ocultan, y no pueden faltar sus labios, si, esos carnosos y delineados labios que me vuelven loco cuando bajo la mirada...

—Jimin, yo...—No sé que me sucedió en ese momento pero de la nada sólo sentí la necesidad de acercarme a sus labios y rozarlos lentamente con los míos, mi respiración estaba muy cerca de la suya y podía sentir el calor de su pesado cuerpo robótico. Él solo me miraba con los ojitos bien abiertos y sin comprender lo que hacía.

—¡Jungkook!.—Una voz interrumpió el momento desde arriba del sótano, de inmediato el nombrado desvió la mirada y se levantó alejándose lentamente del androide.

🌙 °Corto Circuito° ☪ // Jikookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora