Capítulo 14

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Kate


Sabía lo que quería y eso era estar con Luke nada más llegar a casa. Dejando de lado mis celos y el hecho que su mejor amiga estaba enamorada de él, cosa que el negaba, pero eso lo resolvería más adelante. Lo que importaba era que lo quería y no sólo roces superficiales, lo quería invadiendo cierta parte de mí. Sin embargo, las cosas no sucederían tan rápido, ya que teníamos un bebé que requería de nuestra atención. Y Emma se propuso al parecer no dormir más, en cuanto logramos entrar a la casa, la pequeña pelirroja se despertó de su sueño queriendo jugar, así que eso hicimos. Después llegó la hora de la cena de la cual se encargó Luke. Y como ayer la comida estaba espléndida, él podría cocinar incluso mejor que su chef de New York.

Luego de una cena deliciosa ambos bañamos a Emma que aún tenía suficiente energía como para mojarnos con sus patadas en el agua. Ahora esa energía parecía acabarse lentamente, su cabeza caía, pero ese movimiento la hacía abrir los ojos y volver a subirla. Sonreí ante su lucha por mantenerse despierta.

—Es tiempo de descansar pequeña— dije, al tiempo que la sacaba del columpio en el cuál estaba jugando. Me regalo una última sonrisa antes de acomodar su cabeza en mi pecho y cerrar sus ojitos. Comencé a moverme para que se durmiera por completo.

El sonido de un nuevo relámpago me hace estremecer, mientras a Emma parece no importarle que el cielo se esté cayendo afuera. Nunca había presenciado una tormenta tan fuerte como está. Afortunadamente llegamos rápido a casa y no quedamos atrapados en el centro de la ciudad. Luego de unos instantes de balanceo Emm quedó profundamente dormida, otro estruendo afuera se escuchó cuando la estaba dejando en la cuna, seguido de un apagón.

—Kate — escuché a Luke venir rápido desde la cocina.

—Aquí con Emm— contesté, luego una luz apareció en la entrada de la habitación.

—¿Están bien? — dijo con preocupación.

—Sí, ella duerme. — contesté, Luke iluminó la cuna con lo que ahora podía ver que era su móvil. — Demasiado cansada para ser molestada por una enorme tormenta.

—Eso veo y ¿tú?

—Yo estoy bien— diciendo eso y otro rayo cayó, volví a saltar, pero esta vez hasta el pecho de Luke. El cual me recibió sin problema alguno.

—¿Segura que éstas bien?

—Sí— me alejé de su pecho firme y me aclare la garganta —sólo que fue ya sabes, sorpresivo.

Él levantó una ceja, ante mi vacilación.

—Bueno, creo que tenemos linternas traeré una y mientras te quedas con Emma, yo iré afuera para poner en marcha nuestro generador de energía.

—¿Ir afuera? Estás loco.

—Es necesario, no tenemos tanta madera para la chimenea, sin la calefacción vamos a congelarnos.

—Pero... Tú... Afuera...Tormenta...Que no ves.

—Hey, tranquila — su mano subió hasta mi mejilla, me dio una caricia suave con su pulgar— el generador está en una bodega en la parte de atrás, no tardaré mucho. Ni siquiera notaras que me he ido. Ahora voy por las linternas.

Con eso salió de la habitación dejándome en la oscuridad, otro rayo iluminó el espacio y me hizo aferrarme a la cuna de Emma. Momentos después él regreso vestido con un gran impermeable, una linterna en la mano y la otra en la cabeza.

—Toma — me dio la linterna de mano.

—Puede que les tenga miedo a las tormentas— solté si más, con un fuerte agarré a la fuente de luz.

Amor Tardío- TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora