Amor Tardío- Terminada

Capítulo 22

Kate

El viernes por fin llegó, la expectativa se incrementó con cada día, más por lo que me había enterado el día anterior. Una noticia que realmente estaba ansiosa por compartir con Luke.

Yo sabía que algo así pasaría, cuando tienes demasiado sexo y no te cuidas para evitarlo. Y como dijo mi ginecólogo no debía preocuparme por el sangrado que había confundido con mis períodos. No había peligro alguno, mi cuerpo estaba sano y al igual que con Emma. Mi prioridad sería llegar hasta el final sin complicaciones.

De nuevo mi mano acariciaba mi abdomen con movimientos circulares, miré mi reflejó en el espejo no reconocí a la mujer que estaba ahí sonriendo con un vestido largo rojo y escote que mostraba los cambios en mi pecho. El maquillaje y el peinado estaba listo, respiré profundo y metí en mi pequeño bolso el papel que confirmo mi embarazo. Era el momento de la cita así que dejé la habitación y me dirigí a las escaleras.

Al final de ellas se encontraba Luke, podía a verlo visto innumerables veces con traje, pero un esmoquin con pajarita era algo nuevo y sexy. Me sonrió y no dejó de mirarme mientras yo bajaba directo a él.

—¡Wow! — dijo Luke, al llegar a su lado.

—Tampoco estas mal— bromee, en realidad ciertas partes de mi cuerpo se calentaron por su aspecto. Su largo cabello estaba perfectamente peinado y la barba ligeramente recortada. Definitivamente mi temperatura se elevó al conectar con sus ojos deseosos y con promesas sucias.

—Es tiempo de decir buenas noches mami y papi—la voz de Janice nos sacó de nuestra burbuja. Traía en brazos a Emma la cual se veía adorable con su pijama de elefante.

—Buenas noches mi princesa, descansa— se despidió Luke besando su frente, Emm lo atrapó en sus pequeños brazos, pero lo dejó ir rápido.

—Descansa mi niña, sueña con los angelitos— ahora era mi turno de recibir un abrazo tierno.

—Disfruten de su noche chicos— dijo Janice, subiendo con Emma las escaleras. Miré como ellas desaparecían en la cima.

—Nos vamos. — Luke me ofreció su brazo, lo acepté gustosa mientras él me dirigía a la puerta.

Jaime nuestro conductor nos esperaba ya afuera, nos subimos al auto y dejamos atrás la Villa María. Sin embargo, el auto no se dirigía a la ciudad.

—¿No vamos a Manthatan?

—No.

—En serio no me dirás a donde vamos.

—No sería sorpresa si te cuento. Confía en mi te encantará.

—Confió, solo que no soy fan de las sorpresas. — Luke me sonrió, luego beso mis labios suavemente, entrelazo nuestras manos dejándolas en medio del asiento y regresó a su posición. Mirando la noche a través de la ventana yo hice lo mismo, el silencio me ayudó a calmar los nervios que tenía mientras mantenía a mi lado el bolso. Sonreí, yo también le tenía una sorpresa.

El auto se detuvo en el semáforo rojo, parecía que afuera se avecinaba una tormenta. Entonces un sentimiento de pérdida me invadió.

—Luke— susurre, con el corazón apretado, él giró su cabeza. Sonreía, pero cambio su gesto a preocupación al mirarme. El auto avanzó al cambiar la luz roja por verde.

—Kate, que... — una luz cegadora salió detrás de Luke, le siguió un fuerte impacto. Él no término de hablar y yo caí en una profunda oscuridad.

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Me dolía todo, no podía moverme y sentía tan pesados los párpados como para abrirlos.

Bebé.

Ese pensamiento me hizo abrir los ojos, pero no podía ver nada.

—Luke.

Su mano ya no sostenía la mía. Tenía frío.

—Luke— volví a llamarlo, el silencio fue una respuesta cruel. Un coche nos había impactado, estaba luchando contra la inconsciencia. Un líquido estaba corriendo por mi rostro, sangre, estaba sangrando. ¿En qué otras partes lo hacía?

Bebé.

—Luke. — dije mientras perdía la batalla contra la oscuridad.

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—Él está muerto.

¿Quién estaba muerto? ¿Luke?

—Muerto o vivo debemos sacar a esa gente del auto. — las voces se escuchaban lejanas.

Luke estaba muerto.

¡No, no, no!

Él no podía estar muerto.

Esta noche tenía que ser diferente, una cita. La velada perfecta para decir Te Amo.

¡LUKE YO TE AMO!

Tendríamos un beso después de ello y luego te daría la noticia.

¡ESTOY EMBARAZADA!

El dolor de lo que no se dijo fue mayor que el físico. Fuimos un par de desconocidos que se encontraron, creíamos que la soledad era nuestra mejor opción. Sin embargo, cuando nos conocimos descubrimos que había algo que nunca habíamos sentido. Algo llamado amor. Ese amor tardío que llega cuando tú te has ido.

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—Colisión de auto, posible fractura craneoencefálica— las voces seguían lejos, abrieron mi párpado y una luz llegó a mis ojos. —Signos vitales débiles. — sentí un fuerte espasmo en mi vientre.

Mi bebé.

¿Lo estaba perdiendo?

—Doctor, debe ver esto.

—¡Mierda! chicos debemos salvarlos. ¡Ya!

Aún había esperanza.