Ch. 1

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–... y entonces le dije que no me iban las chicas. –

–Mh. Sí. –

Jungkook continuaba revisando las fotografías en la cámara que tenía entre sus manos, poniendo atención a los más mínimos detalles de composición, esperando no haber cometido ningún error, porque él no se permitiría aquello. Por otro lado, el castaño mayor frunció el ceño con ligereza, su amigo lo estaba ignorando aun cuando lo tenía en frente, ¡literalmente!

–Y además le dije que tenía que salir contigo porque nadie te quería. – Continuó.

–Sí, sí, muy interesante. – El menor asintió con sus ojos todavía fijos en la pantalla de la cámara.

–Me preguntó por qué y yo le respondí que porque te gusta lamerte tus propios pies mientras te masturbas. – Y como era de esperar, ni siquiera eso lo hizo reaccionar. – Le dije que habías adoptado esa conducta después de estar en una orgía donde te acostaste con más de cien mujeres y después tu ano quedó tan abierto que... ¡oh, por el amor a la fotografía ya deja esa cámara! –

Jung Hoseok era la persona más dulce que podías conocer, no obstante, eso no significaba que tuviese una paciencia infinita, por lo que, sin poder esperar más, le quitó de las manos el artefacto a su menor.

–¡Hey, estaba viendo eso! – Alegó el menor, mas en cuanto vio la expresión del contrario pasó saliva con dificultad. – Bueno, entonces, ¿qué le dijiste a Jennie? –

–¿Sabes qué? Olvídalo. – Comentó resignado Jung. – Eso ya no importa. – Encogiéndose de hombros dejó la cámara en la mesa que los separaba. – Ahora me dirás, ¿por qué tan concentrado? No me malinterpretes, sé que te gusta que tus trabajos estén perfectos y todo eso, pero esto es completamente diferente. –

Jeon era realmente fácil de leer y eso le era ligeramente frustrante. Exhalando con profundidad, el menor revolvió sus cabellos a ojos cerrados, buscando las palabras adecuadas.

–Lo encontré. –

–¿Eh? – Y Hoseok entendía menos que antes.

–Encontré a mi mate. –

–¡¿En serio?! – La acorazonada sonrisa del mayor se ensanchó y fue inevitable que no se pusiera de pie con la emoción. -- ¡Woow, felicidades! ¿Es chica? ¿Cómo se llama? ¿Dónde la conociste? –

Y ese era precisamente el motivo por el cual Kook no quería pronunciar nada todavía. Juntando sus labios en una línea, se tomó unos segundos de nuevo.

–No me felicites. – Dijo con calma. – Es un chico y no lo conozco. – Resumió. – Llevo exactamente seis días escuchándolo, así que lo vi hace una semana y por la hora, creo que fue en la estación del metro o en alguno de los vagones. – Comentó con desánimo.

–Oh. – Tan pronto como se puso de pie, el mayor volvió a tomar asiento. – Entonces... no tienes idea de cómo puede ser. –

–No. – Suspiró. – Aunque, su voz es hermosa. – Inconscientemente sus comisuras se alzaron en una dulce sonrisa. – Suele pensar cosas algo tristes y también piensa mucho en un tipo llamado Yoongi. – Su rostro no mentía, por lo que brevemente frunció el ceño. – Pero en cuanto lo conozca, haré que vea lo hermoso que es, y que no importa lo que crea ese tipo, porque yo lo amaré. –

Hoseok se mantuvo en silencio, algo asombrado.

–Vaya... realmente te enamoraste de alguien que no conoces. – Pronunció con suavidad. – ¡Ah! – Apoyó su frente contra la mesa dramáticamente, haciendo un puchero que nadie vio. – Que envidia, yo también quiero encontrar a mi mate –

Una risilla se le escapó al menor, sin embargo, su buen humor no se mantuvo, pues suspiró una vez más elevando la mirada.

–Es algo lindo, pero es algo complicado. – Pronunció.

–Sí, pero piensa en lo positivo. – Irguiéndose nuevamente, Jung sonrió de forma deslumbrante. – Tienes tiempo para averiguar quién es y luchar por él. No estás casado y seguramente tu mate tampoco, ¡estás a tiempo de construir un amor real con la persona que las estrellas destinaron para ti! –

Jeon no iba a aceptarlo en voz alta, pero sabía que su amigo tenía razón, a diferencia de muchos desdichados, que encontraban a su mate en sus vacaciones o aeropuertos, donde sabían que era casi imposible volver a dar con ellos, ¡él lo había encontrado en un sitio común, en su misma ciudad! Por el timbre de voz de su compañero y las cosas que pensaba, sabía que era joven, por lo que no debía preocuparse de destrozar una familia ni nada similar. ¡Tenía todas las de ganar!

– Así que, procura anotar hasta el más mínimo dato que pueda soltar tu mate. – Siguió el mayor. – La pista más pequeña podría llevarte a él, ¡y oh, oh, yo ayudaré también! –

–¿Ah? – El menor arqueó una ceja ante lo último. – ¿Ayudarme? –

–¡Claro que sí! – Asintió con energía. – Soy un romántico empedernido y lo sabes. – Encogiéndose de hombros sonrió. – Si puedo ayudar a que encuentres a tu compañero del alma y seas feliz por el resto de tu vida, ten por seguridad que lo haré. –

–Hyung. – Jeon suspiró y negó con cierta diversión. – Gracias, lo tendré en cuenta. –

–Muy bien. – Con una sonrisa en sus labios, el mayor sacó su teléfono para ver la hora. – Oh, es tarde, ¿quieres que vayamos por una pizza o algo? –

–¿Mh? – Contemplando el reloj en su muñeca, negó. – No puedo, iré a la biblioteca. – Tomando su cámara, la apagó y puso el protector del lente antes de guardarla en el bolso al interior de su mochila. – Necesito silencio, quiero escuchar sin interrupciones el día de hoy. –

–Oh. – Riendo un poco, Jung asintió. – Suerte con eso, ¡nos vemos mañana entonces! – Poniéndose de pie, el mayor levantó una mano en señal de despedida. – Esperaré los detalles del pensamiento de tu no novio, ¡adiós! –

Ignorando las palabras de Hoseok, el menor tomó sus cosas para dirigirse a la biblioteca. Ya eran las seis de la tarde con trece minutos, sabía que en cualquier instante la melodiosa voz resonaría al interior de su mente, y él esperaba que por primera vez no tuviese sonidos molestos a su alrededor. Intentaría averiguar algo, por más mínimo que sea.

Era obvio que la biblioteca de la universidad tendría algo de gente por allí, mas del mismo modo era obvio que el silencio lo acompañaría. Jungkook buscó un libro aleatorio y se sentó en una de las sillas, fingiendo leer.


Sabía que no debía aceptar.

Yoongi no encajaba con esa pastelería.

¿Rosado y huellas de gatitos?

Sí, muy inteligente, Jimin.

Espero que la pasta de frijol salga de mi camisa.

Nota mental... no volver a confiar en Woo Jiho.

Louder [KookMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora