Ch. 3

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Jeon sobresaltó. ¿Qué había sido eso? ¿Por qué había sido capaz de escuchar a la lejanía a su mate? Es decir, era obvio que podría escucharlo, pero, ¿no era demasiado temprano? Frunció el ceño, revolviendo sus cabellos con frustración, no debería estar pasándole eso. ¿Qué le habría pasado a Jimin que negaba tanto? La angustia se instauró en su estómago y un amargo sabor bajó por su garganta, la necesidad de conocimiento lo afectaba demasiado. Tal vez debería comenzar buscando al tal Woo Jihoo, era su primera pista después de todo. Eso sería difícil.

Suspirando con profundidad, buscó relajarse mientras continuaba esperando. Ojalá y Kim Seokjin no haya salido en su descuido, eso definitivamente arruinaría el poco de su buen humor.

¡Buena suerte! Aun medio sumido en sus pensamientos, fue capaz de escuchar una estruendosa risa que lo obligó a mirar, ¡era el chico que había chocado con él durante la mañana! Iba bromeando junto a otro muchacho alto con una igualmente particular mueca, ¿es que alguna vez había visto una sonrisa geométrica? Realmente no lo recordaba.

–¡Hey, Kim Seokjin! – Jungkook no iba a perder más tiempo del que ya había perdido, es por ello que se apresuró hacia el par.

–¿Eh? – El nombrado volteó y arqueó una ceja. – Si vienes a decirme que soy tu mate o algo así, no lo creo, no eres mi tipo. –

¿Qué demonios? Jungkook frunció el ceño y el otro estudiante soltó una sonora carcajada.

–¿De qué diablos hablas? – El universitario metió su mano en su bolsillo y le tendió sus pertenencias. – Venía a devolverte esto, niño sin modales. –

–¡Wooh, eres un caballero! – Mencionó el tercero. – Si fueras rubio te habría pedido tu número. – Siguió el chico de cabellos claros.

Jeon volvió a fruncir el ceño, era demasiada confianza para alguien como él.

–¡Taehyung! – Le reprendió el de hombros anchos. –¿Cómo es que tú la tenías? – Dijo tomando su billetera.

–Se te cayó cuando chocaste conmigo en la mañana. –

Y fue el turno de Seok de fruncir el ceño tratando de hacer recuerdo.

–¡Ah, sí, eres el chico de la estación! – Mencionó haciendo recuerdo. – Lo siento, estaba algo retrasado. –

–Sí. – El castaño lo pudo notar, aun si no lo hubiese dicho. – En fin, sólo era eso. – Encogiéndose de hombros, sintió como su móvil sonaba. – Nos vemos. – Mencionó al par para tomar su teléfono.

Los menores levantaron sus manos en despedida para continuar con sus bromas y así emprender su propio viaje.

–Sí, sigo aquí. – Asintió al aire sin darse cuenta. – Bien, te espero. – Y colgó.

Por lo menos su día mejoraba, había entregado lo que no le pertenecía y Jung iría a su encuentro para poder ir por algo de comer, con un poco más de buena suerte, quizás podría escuchar a su mate una vez más antes de quedarse dormido.

Por su parte, Hoseok corría con una sonrisa en sus acorazonados labios, a diferencia del día de su amigo, para él todo había sido perfecto. Había aprobado un examen con una nota sobresaliente, tenía tiempo de sobra para entregar un nuevo trabajo y una chica le había pedido su número para que quedaran en una cita el fin de semana, bien, puede que ella no sea su compañera del alma, pero eso no significaba que no podría soñar un poco con tener un dulce romance de películas. Ah, tal vez debería dejar de ver dramas con su hermana mayor.

La vibración de su móvil lo obligó a bajar la velocidad de sus piernas. A veces los grupos de mensajería eran un enorme dolor en el trasero, pero ya qué, no podía dejar los mensajes sin responder, eso realmente le molestaba.

Tecleó tan rápido como pudo, escuchando un par de risas cerca suyo, sólo para elevar su mirada y ver a dos adolescentes con uniforme escolar compartiendo alegres sonrisas, estando completamente en su mundo, de vez en cuando él también deseaba regresar a esa época. ¿Por qué no aprovechó más su tiempo en la escuela?

Suspirando negó un par de veces, no se podía retroceder en el tiempo, pero sí podía aprovechar cada segundo de ahora en adelante, ¿no? Dándose energías a sí mismo, guardó su celular en el bolsillo de su pantalón para volver a trotar en encuentro a Jeon.

Podía ser porque todo se tornaba más brillante cerca de Jung Hoseok, pues la cena improvisada que tuvieron fue mucho más que agradable, compartiendo anécdotas del día y rememorando algunos sucesos vergonzosos del instituto que ahora sólo les parecían divertidos.

Jungkook sintió que la opresión y el cansancio desaparecían conforme pasaba la hora, incluso cuando llegó a su departamento y prácticamente se dejó caer sobre su mullido colchón, esperando que Morfeo fuese por él.



Perdón, en serio.

Sí, por favor.

Más fuerte, no me sueltes.



La voz suave de Jimin derritió su interior, por alguna razón sonaba genuinamente agradecido, con un deje de amor en sus palabras. ¿Estaría siendo consolado por alguien? Porque a Jeon realmente le gustaría ser quién lo hiciera. Con ese pensamiento se quedó dormido.



»~♥~ ...~♥~«

Hey hey,

personitas bellas.~

Vengo a agradecerles

por seguir esta historia.

¡Espero que les guste,

tanto como a mi

me está gustando escribirla!

Sé que ustedes son un amor,

no sólo conmigo, 

sino con mis escritos,

así que espero y disfruten nada más

hahahahaha.~

¡Cuídense mucho!

Recuerden descansar y comer apropiadamente,

besitos con sabores para ustedes.~

♥Yonassi♥(Cold Mochi)

Louder [KookMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora