Ch. 9

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La brisa fresca de la calle sólo hacía que el humor de Jeon mejorase, recordándole que no se trataba de ningún sueño, sino que era la más vívida de las verdades. Había encontrado a Jimin, a su Jimin. Obviamente no era el escenario idóneo y había sido un poco desalentador el no haberlo tocado, sin embargo, podía conformarse por ahora.

El sonido de su teléfono lo obligó a volver a la lastimosa realidad.

– ¡Eres de lo peor Jeon Jungkook! –

Cierto.

–¡Me prometiste que me ayudarías, pedazo inservible de amigo! –

Hoseok sí que estaba cabreado y el menor podía entenderlo, es decir, él mismo había actuado por su cuenta a la más mínima posibilidad de encontrarse con su mate. Suspirando con pesadez, el castaño dejó que su amigo se desahogara, escuchándolo con atención, sin detener su camino de retorno hacia el campus.

–En serio lo siento, Hobi. – Dijo por fin. – Pero por fin pude dar con Jimin. – Pronunció con tranquilidad, alejando el aparato automáticamente de su oreja.

El grito de Jung fue inminente para después ser seguido por una sarta de sonidos repletos de emoción.

–¡Rayos, lo siento! – Se disculpó el mayor. – Debes estar con Jimin, no los molesto más, par de tórtolos. ¡No olvides usar protección! – Y con ese comentario, colgó.

El aspirante a fotógrafo exhaló, deteniendo su andar, ya tendría tiempo para contarle lo ocurrido a su amigo, por ahora sólo deseaba retornar a su hogar para permitirse sonreír con tranquilidad.

Sus pasos se volvieron ligeros y mantuvo su teléfono entre sus manos, no quería parecer alguien demasiado ansioso, mas eso era justo lo que sentía. ¿Y cómo no estarlo si había puesto todas sus ilusiones en su número de celular? ¡Un momento! Sus ojos se abrieron con sorpresa y su garganta se secó. ¿Qué tal si se equivocó de número? ¿Y si alguien llegó al baño a limpiar el espejo antes de que Jimin lo viera? Oh, no. La negatividad se albergó en lo profundo del castaño, mientras arrastraba los pies hacia su morada. No podía tener tan mala suerte, ¿o sí?

El peso en sus hombros acrecentó a medida que se acercaba a su hogar, así como la decepción del silencio del aparato. Ningún sonido, ningún mensaje.

Jimin no podía mentirle. Claro, no lo conocía en lo más mínimo, no obstante, confiaba en que las estrellas le habían dado un compañero honesto para que compartiese su vida.

Completamente derrotado, al llegar sólo dejó sus pertenencias en el suelo para arrojarse al sillón con desesperanza.



Taetae tiene razón.

¿Y si es un acosador?

¿O si es una mala broma de Zico?

Yoongi-hyung no podría haberlo enviado, ¿verdad?



La melodiosa voz resonó en la mente del castaño y su corazón dio un vuelco al denotar el nerviosismo en su mate. Era normal que se debatiese todo, Jeon no lo culparía, es más, ya se encontraba eufórico con el sólo hecho de que su no novio planeara si escribirle o no, ya era algo, ¿no es así?

Las comisuras de sus labios se elevaron en una gran sonrisa mientras desbloqueaba su móvil para ver fijamente la pantalla. Si tenía algo de suerte, no sólo tendría la dicha de escuchar a su pareja, sino también de leer las hermosas palabras a cualquier hora del día.



No.

No es una buena idea.



–¡Que sí es una buena idea! – Pronunció el castaño con desespero.



¡¿Qué fue eso?!

Debo estar volvie....



El mismo Kook se asustó con eso. Acaso...¿Jimin pudo escucharlo? Era de no creer.

Parpadeando un par de veces, se recuperó del shock, esperando algo más. Nada. Al parecer por el día ya no podría escuchar a Jimin. No podía ser codicioso, y recriminándose a sí mismo, decidió dejar el aparato en el sofá para ir a preparar algo de comer.

Quizás presionaba demasiado a Jimin, tal vez sólo tenía que dejar que las estrellas guiaran su encuentro.



Desconocido

Hola, Jungkook.

Es Park Jimin.

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⏰ Última actualización: Jan 21, 2020 ⏰

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