||Sam Wilson || Shot 8||

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Advertencia:Sad

El capitán paseaba por mi departamento, mientras yo estaba en la cocina preparando café. Me dispuse a servirlo en las tazas, mientras servía el líquido deje de escuchar los pasos de mi amigo.

-Sam- escuché que Rogers me nombraba.

-¿Si cap?- termine de servir su café y me dirigí hacia donde estaba con las tazas en mano.

-¿Quién es ella?- levanto la foto que tenía en la mesa de centro en la sala.

Maldición, olvide quitar la foto de ahí. Debí ponerla en el cajón de mi mesa de noche.

-Es mi exnovia- pase saliva, espero no pregunte nada más.

-Tu exnovia, ¿Y por qué terminaron? Se veían muy felices juntos- me vio fijamente y yo no quería derrumbarme frente a él, pareció notar mi dolor- ¿Estás bien? Pregunté algo que no debía ¿cierto?

Negué rápidamente con la cabeza, deje las tazas en la mesa, me senté en el sillón mientras que el cap me imitaba sentándose frente a mi.

-¿Quieres hablarlo?- volví a negar, no quería llorar frente al Capitán América.

-Ella falleció, creo que es todo lo que puedo decir- él asintió, dejo la foto en su lugar y se levantó.

-Lo siento Sam, no quería hacerte sentir mal- se veía incómodo.

-No pasa nada- mentira.

-Creo que me voy, necesitas estar solo para sentirte mejor- paso a mi lado y palmeo mi hombro.

Escuche como cerraba la puerta, lance mi cabeza hacia atrás y suspiré.
Tomé la foto y la saqué del marco para poder verla mejor, la acaricie a ella, la extrañaba tanto. ¿Quién diría que justo al día siguiente de esta fotografía la perdería?
Camine hasta mi habitación, me recosté en la cama y la observé detenidamente.
La fotografía es perfecta, ella la tomaba sonriendo hacia la cámara y yo solo la miraba, a _____. La mujer más hermosa que había.
Me puse a recordar ese día...

*Flashback*

Por la mañana hacíamos nuestra recorrido de ejercicio por la montaña, esta vez llegamos hacia el mirador natural, una hermosa vista de la ciudad. La cual nos detuvimos a admirar.

-¿Es increíble no?- dijo _____, respirando el aire fresco.

-No tanto como tú- ella rió, se acercó a mí y puso sus brazos rodeando mi cuello.

-¿Sabías que eres romántico en exceso?- beso rápidamente mis labios, acaricie su cintura.

-Solo para ti- le devolví el beso y me sonrió.

Nuestros celulares comenzaron a sonar al mismo tiempo, sabíamos lo que eso significaba, nos separamos resignados. Nos llamaban de la base militar, nos querían de vuelta. Por lo menos los días de descanso fueron buenos pero muy rápidos.

-Creo que no habrá caminatas al aire libre por un rato- me dijo cuando colgó la llamada.

-Creo que tienes razón- acaricie su mejilla.

-Nos quieren mañana temprano a primera hora, ¿Qué dices si la pasamos muy bien hoy?- me pegó suavemente en el pecho.

-Me parece una excelente idea, si con pasarla muy bien te refieres a ti dándome un increíble masaje de espalda- me golpeó nuevamente pero esta vez sí fue duro- Es broma.

-Mejor una foto antes de irnos- la saco rápidamente y nos dirigimos hacia casa.

Al día siguiente en la madrugada nos llevaron a la base militar. Ahí nos separamos, ella tenía que revisar estrategias mientras yo tenía que realizar pruebas en equipo nuevo.

No la volví a ver, hasta en la noche en el comedor, a la hora de la cena mientras comía con su escuadrón, yo me fui con el mío. Cuando terminó ví como me dirigía una mirada, sabía exactamente cual era, quería que pasáramos un rato solos. Les dije a mis compañeros que en un rato los veía y fui detrás de ella. La seguí afuera del edificio, hacia la parte de atrás, el desierto se anteponía con su silencio. La encontré recargada en la pared y yo la acorrale poniendo mi brazo a un lado de su cabeza, me pegue a ella.

-Oye no voy a escapar- rió un poco, mientras me veía a los ojos.

-Lo se, pero me encanta sentirte junto a mi- me sonrió y la bese, era lo mejor que tenía.

Cuando nos faltó el aire, me abrazo, no tarde en devolverselo.

-Volvamos, no queremos ser suspendidos por indecentes- su tono sarcástico ante las situaciones me encantaba.

-No me importaría que me suspendieran por ser indecente contigo- nos tomamos de la mano para salir hacia el hangar.

-Bueno, te veo mañana en el entrenamiento- me dijo antes de dirigirse al edificio donde se encontraba su zona de descanso.

-Adios dulzura- la solté de la mano.

En el camino hacia mi edificio me encontré con unos compañeros.

-Amigo, ¿Dónde estábas?- su tono de burla es porque ya lo sabe, solo queria molestar.

-Portandome mal- brome, los demás rieron.

-Me alegro por ti- sonreí- Bien, vamos a dormir que mañana empieza lo pesado.

Íbamos a empezar a seguirlo cuando un chico corriendo, totalmente agitado y preocupado llegó hasta nosotros. Se acercó especialmente a mi, puso su mano en mi hombro recuperando el aliento y cuando por fin iba a hablar la alarma de ataque sonó. Nos pusimos en alerta, mis compañeros salieron corriendo a ponerse en acción cuando mucha gente empezó a salir al hangar.

-Oye, ¿Estás bien?- el chico me miró con preocupación.

-La sargento _____ está herida- diciendome eso salí corriendo rápidamente a buscarla, no me importaba que estuviéramos bajo ataque quería que ella estuviera bien.

Cuando la encontre me sentía morir, ella estaba tirada en forma fetal, nadie le prestaba atención. No, no es lo que estoy pensando. Me acerque hasta ella y la toque.

-_____, mi amor- mi angustia hacia que mi voz se quebrara.

-Sam- dijo muy bajo, la tomé en mis brazos, se quejó.

La lleve hasta estar seguro, a un lado de una camioneta Jeep.

-Preciosa- quite un mechón de su frente- Dime que te paso, necesito curarte pronto- ella negó con la cabeza- ¡No seas terca!- dije con desesperación.

Comencé a revisarla, necesitaba saber que le pasó, una enorme mancha de sangre comenzó a aparecer en la parte alta de su estómago.

-Tengo que llevarte rápido a la enfermería, pero el camino va doler- comenzó a llorar débilmente.

-Te amo, solo quédate aquí conmigo no hagas nada- yo también comencé a llorar.

-Nena, nena. No... no te puedo perder- la abracé con fuerza.

-Sabes bien que no se puede curar esa herida- hablaba cada vez más bajo y acarició mi mejilla.

Comenzó a cerrar sus ojos y me alarmé.

-Oye bebé, no. Despierta, no te vayas- era un idiota porque me había quedado ahí solo escuchándola en vez de llevarla a la enfermería, pero no supe que me pasó y porque no lo hice.

Su cuerpo se relajo y supe que ella ya no estaba más, le di un beso en la frente pegandola más a mi, comencé a mesernos mientras lloraba.

Y así me quede hasta que acabaron el ataque, mis compañeros nos encontraron y yo estaba en estado de shock.

*Fin del Flashback*

Dejé la foto a un lado, las lágrimas salieron de mis ojos. La extrañaba tanto, a veces la imaginaba conmigo ahí recostada junto a mi, viendome con su hermosa sonrisa y el brillo en sus ojos reflejando cuanto me amaba.

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La verdad no sé si es un fail o un win de ser sad jaja pero se hace lo que se puede. Prometo ya actualizar más seguido, creo. Pero bueno, nos vemos jsjs

-Vega (Dark Aster)

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