Experimento A, Delta (Inazuma Eleven Go Chrono Stone)

La lucha final

Simeon suspiró, él tenía la certeza de que Delta no se escaparía de esas cuerdas.

—El peligro se ha terminado para mí, por ahora… —se dijo Simeon a sí mismo mirando a Delta.

La chica estaba dormida, era la hora de la verdad, el virus o ella, alguien tenía que ganar la batalla.

El virus sabía que Simeon tenía razón; no se podía salir de un cuerpo una vez se entraba, así que decidió ir a infectar más a las células de la chica.

Todo iba bien, se coló en una de las arterias principales y se dejó llevar por la corriente, buscando algunas células vulnerables que infectar. Todo iba bien para el virus hasta que notó una ligera presión en su cuerpo, se vio envuelto en un aura violeta y escuchó la voz de Delta.

—No sobrevivirás—dijo el virus.

—¿Qué te hace pensar eso? —dijo la voz de Delta.

—Pues… te tengo a mi disposición, te puedo controlar—dijo el virus.

—Pero no puedes controlarme del todo, y lo sabes—dijo la chica.

—Como sea, en cuanto logre liberarme de estas cuerdas, mataré a ese chico—dijo el virus.

—No, no serás capaz de hacerlo, lo lamentarás—dijo la chica.

—Eso lo veremos ahora—dijo el virus activando el cuerpo de Delta.

Simeon vio que Delta abrió los ojos, era extraño, la anestesia no había funcionado del todo.

—¿Delta? —preguntó Simeon.

 "Delta" sonrió sádicamente y pegó un salto que se quedó a medias de donde estaba Simeon.

—Ya basta, maldito virus, no harás daño a nadie—dijo Delta agarrándose la cabeza con las manos.

—Sí, nadie me lo impedirá—dijo el virus.

Delta cayó al suelo de rodillas agarrándose la cabeza con las dos manos.

—Simeon, ven a ayudarme—dijo "Delta".

—¡No!, ¡ni se te ocurra, el virus quiere matarte! ¡Mi cabeza! —chilló Delta con lágrimas en los ojos.

En las arterias de Delta, el virus había cometido un grave error, se había quedado quieto, y enseguida, las defensas de Delta lo rodearon y acabaron con él.

—Ya… está—dijo Delta, después, todo se quedó en negro.