Tripas revueltas

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Delta dirigió su mnirada hacia el shockeado Simeon.

—¿Qué es lo que te pasa? ¿Quién es ese hombre? —preguntó Delta a Simeon.

—Tú… tú… tu eres la nieta de-del presidente de El Dorado—dijo Simeon mirando a Delta de arriba abajo intentando encontrar alguna similitud.

Delta se permitió una mirada de sorpresa, y luego dirigió la mirada hacia Marina.

—Alpha te manda saludos desde la prisión contra—dijo Delta sonriendo mientras Marina palidecía.

—¿A-Alpha? ¿S-sigue vivo? ¡Creí que ya habían acabado con él de una vez por todas! —dijo Marina frustrada.

—Trabaja para El Dorado, por eso sigue vivo—dijo Delta a su pálida hermana.

—Pe-pero, ¿cómo es eso posible? —dijo esta vez la madre de Delta.

—Ordenamos matarlo, no puede seguir vivo—dijo el padre de Delta.

—¿Tú realmente crees que el presidente mataría a su nieto en vez de aprovechar sus cualidades físicas y psíquicas? Qué tontos que sois, ¿por qué soy tan lista entonces? Ni idea—dijo Delta con algo de prepotencia para hacer rabiar a sus orgullosos familiares.

—¡Tú eres tonta! ¡Yo soy más lista que tú! —gritó Marina.

Simeon y Delta se miraron, luego miraron a Marina y echaron a reir a carcajadas.

Marina miró la escena ofendida, al igual que sus padres.

—Ya basta, Delta, ese chico es una mala influencia, deberías respetar a tu herma…

No le dio tiempo a terminar la frase porque Delta ya le estaba lanzando una mirada amenazante.

—Claro, respetar, mi familia merece todo mi respeto: me han alimentado, me han dado apoyo moral, me han dado cariño, me respetan…—empezó a enumerar Delta con sarcasmo.

—Nos debes respeto incondicional orque somos tu familia—dijo el padre de Delta.

—Ya, para ti es fácil decir <<respétame>>, ¿pero quién va a respetarme a mí, eh? —dijo Delta haciendo que su padre se sintiera muy culpable e intimidado—Yo soy en lo que me han convertido, para bien o para mal.

—Bueno, la cosa se pone fea, vámonos, Delta, no merece la pena perder más el tiempo con estos humanos inferiores—dijo Simeon.

Delta asintió y salió del sótano junto con Simeon.

Simeon miró a Delta, la cual caminaba pensativa mirando un punto fijo. El chico sentía una sensación extraña, sentía que el corazón le latía más rápido de lo normal, augmentando así la fecuencia de su respiración y su temperatura corporal, también sentía que se le revolvían las tripas, por lo tanto, no tenía hambre.

—Bueno, me tengo que ir a coger algo en mi habitación—dijo Delta prácticamente corriendo hacia su cuarto ante la atenta mirada de Simeon.

Cuando entró, cerró la puerta con seguro y se dirigió hacia Lily y Karen.

—Chicas… no me gusta en absoluto que se estén metiendo en mi vida—dijo Delta tranquilamente.

—Pero…

—Shhh, yo solo digo que como espiarme se os vaya de las manos, vuestro secreto no estará a salvo—dijo Delta tirándoles algunas fotos de Víctor y Sol.

—¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué? —dijo Karen mirando a Delta sorprendida.

—Es muy evidente que os gustan—dijo Delta.

—¡Hecho! No nos metemos más en tu vida, pero por favor, no les digas nada—dijo Lily mientras Karen asentía.

—Trato hecho, pero si vosotras no cumplíis vuestra parte, yo no cumpliré la mía.

Las chicas fueron teletransportadas a su época y Delta salió de su cuarto.

Delta salió de su habitación y se sentó en un sillón parándose a pensar, era la nieta del presidente de El Dorado, pero luego le vino la imagen de Simeon a la cabeza. No podía parar de pensar en qué sería su vida si no le hubiera conocido. Para empezar, ella seguiría encerrada en El Dorado.

—¿Te ocurre algo? —preguntó Simeon a la pensativa chica mientras se sentaba a su lado.

—No, solo pienso en deshacerme de mi abuelo cuanto antes—dijo Delta apretando los dientes.

—Déjame echarte una mano con la planificación—dijo Simeon levantándose de un salto.

—No me apetece moverme—se quejó la ojiazul.

Simeon bufó y cogió la mano de Delta levantándola del sillón de un tirón.

—Soy fuerte, pero eso no quita que me hayas chafado la mano—dijo Delta sonriendo.

Simeon se quedó pensando en cuando le había cogido la mano a Delta, había sentido sus pulsaciones acelerar, su temperatura corporal augmentar y sus tripas removerse, realmente no lo entendía

Experimento A, Delta (Inazuma Eleven Go Chrono Stone)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora