Un encuentro algo desastroso parte 1

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—Delta, ¿estás bien, te ha pasado algo malo o Andrew te ha molestado? —dijo el peliblanco.

—Ninguna de esas, te quería presentar a una amiga, tiene una mente tan perturbada como yo—dijo la ojiazul con orgullo.

—Hola—dijo Carol.

—Simeon, líder de New Gen—dijo el chico.

— ¿Uh? Pareces un muñeco de nieve—dijo Carol inocentemente.

Simeon se enfadó, nunca nadie le insultaba porque él vivía siendo respetado ya que era líder. Como era ya de esperar, canalizó su ira hacia Delta porque era ella la que le llamó.

—Te creía lista, pero veo que me equivoqué—dijo Simeon enfadado.

—Yo…—dijo Delta triste.

—Tú, ¡has herido a mi ayuda-zombis! Pagarás por ello—dijo Carol saltando sobre Simeon, pero éste se teletransportó justo a tiempo.

—Ay dios, Carol, ¿estás bien? —preguntó Karen llegando y ayudando a Carol a levantarse.

—Soy un zombi, pero igual salto de puta madre, buah—dijo Carol medio mareada.

—Mmm…—Delta hizo ese murmullo de tristeza.

— ¿Qué pasa? —dijo Lily.

—NADA—dijo Carol cogiendo a Delta del brazo y marchándose.

**

—Maldito sea, maldito sea, maldito sea…—decía Carol una y otra vez.

—Llevas media hora diciendo lo mismo—interrumpió Delta.

—Ya, pero no permitiré que ningún chico haga daño a mis amigas—dijo la ojioscura.

—Entiendo—dijo Delta abrazando la almohada.

— ¡Ya se! Ay dios, esta es buena y siempre funciona—dijo Carol dando saltitos.

—Explica—dijo Delta.

—Pues que no le hables ni hagas caso hasta que se disculpe—dijo Carol con estrellitras en los ojos.

—Ya, bueno…

—Que vea que se ha metido con Experimento A, enséñale quien manda—dijo Carol con malicia.

—Está bien, gracias—dijo la ojiazul.

—Para eso están los amigos—dijo Carol guiñando un ojo a Delta.

**

—Soy un idiota, idiota y gilipollas—dijo Simeon dándose cabezazos contra la pared.

— ¿Por qué? —dijo Meia.

—Ahora Delta me va a odiar, y esa tal Carol me cortará el pescuezo nada mas verme—dijo el chico.

—Ves a disculparte, e intenta no toparte con Carol—dijo Meia sonriendo.

—Ok, espero que su cabreo no arruine mi plan—dijo Simeon antes de teletransportarse de allí-

**

Esa frase se puso a resonar en la mente de Delta una y otra vez hasta que Carol se fue de allí. Dispuesta a relajarse y a calmarse, Delta se metió al baño y se dio una ducha no muy larga. Antes de salir, se envolvió en su toalla y cuando salió allí estaba Simeon.

— ¡Agh! ¿Qué demonios haces aquí? —chilló la castaña histérica.

—Er… yo venía a…—empezó a decir el peliblanco rojo a más no poder.

Delta no le dio tiempo de decir nada y lo sacó fuera de la habitación con sus poderes, se cambió, cogió una chaqueta y salió de allí intentando evitar a Simeon, que estaba en la puerta.

—Delta, tienes que escucharme, porfavor—dijo el peliblanco.

— ¿Para qué? No me sirve—dijo la ojiazul.

—Yo lo siento muchísimo…

Delta se cansó y usó sus poderes para estrellar a Simeon fuertemente contra una pared metálica.

— ¡Ay! ¡Yo solo quiero disculparme! —exclamó el chico algo enfadado con ella por el golpe.

— ¡No es verdad! ¡Tú sólo me quieres como arma! ¡Eres igual que El Dorado! —chilló Delta.

Simeon entristeció su semblante y paralizó a Delta con su telequinesis. El chico se acercó temblando a Delta con dolor cerebral debido a que su telequinesis solo paraba a Delta a duras penas.

—Puedo soltarme fácilmente y lo sabes—dijo Delta haciendo más fuerza.

Simeon cayó al suelo sin cesar de retener a Delta, luego se volvió a poner en pie y se acercó a ella con todos sus sentidos alerta y haciendo su máxima fuerza telequinética.

—D-delta, yo soy tu amigo, y solo quería que me perdonaras—dijo el chico antes de soltar a Delta y caer al suelo debido al enorme esfuerzo físico y cerebral.

Delta ayudó a Simeon a levantarse con algo de cargo de conciencia, ella había forzado demasiado la mente del chico haciendo mucha fuerza física.

—Te perdono, pero deberías descansar, nunca me plantes cara de esa manera—dijo la ojiazul.

—Ajá—dijo Carol cogiendo a Simeon de los pelos.

—Mierda—murmuró el chico.

—Para, yo ya le he hecho mucho daño y no necesita más—dijo Delta.

—Vale, ¿te ha pedido perdón?

Delta asintió.

—Ya estamos en paz… por ahora—dijo Carol al peliblanco.

—Menos mal—dijo el chico suspirando aliviado.

Experimento A, Delta (Inazuma Eleven Go Chrono Stone)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora