♦️O4 - Serás el primero.

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La noche se hizo completamente presente y Natsu junto a Lucy caminaban por la orilla del canal en camino a la casa de la rubia. Aunque ambos eran novios desde hacía ya un buen rato su relación de mejores amigos aún no había desaparecido, podían caminar platicando idioteces como siempre y riendo como si nadie más que ellos importara en el mundo.

—Oee, Luce— Natsu cruzó sus brazos detrás de su cabeza. —¿Tú sabías que Happy y Carla estan saliendo?

—¿Tú no?

—¡¿Qué?!— Natsu se notó boquiabierto y mirando a la maga celestial fijamente, ella solo le dedico una mirada extrañada. —¡No me jodas! ¿Cómo es que lo sabes?

—Happy me contó. ¿A ti no?— La rubia arqueo una ceja y recibió con asombro la negación que hizo Natsu al mover su cabeza de un lado a otro. —No lo entiendo, creí que ustedes dos eran como hermanos y que se contaban todo.

—Yo también pensaba eso, pero hoy me lo encontré en esa estúpida tienda y...

—¿Te lo encontraste?— En ese momento Natsu Dragneel se dio cuenta de que había metido la pata. —¿No dijiste que lo habían llevado al veterinario porque tenía piojos?

—¿No crees que la luna se ve muy brillante hoy?

—Natsu, estoy hablando en serio.— La rubia apresuro su paso para pararse frente a él, logrando que el pelirosa se detuviera.

—Bien...— Gruño un poco nervioso, obligándose a pensar rápido acerca de lo que diría. —Es solo que... a-acompañamos a Gray a comprar una cosa para Juvia porque creo que la próxima semana es su aniversario y nos encontramos a Happy saliendo de una tienda de anillos de compromiso, solo que juramos no decir nada.— En ese momento Dragneel se estaba halagando a sí mismo mentalmente por lo astuto e inteligente que fue.

—Ya veo...— Y Natsu se halago una vez más por que Lucy se la creyó todita. —Entonces... ¿Va a casarse con Carla? Vaya, no creí que él daría ese paso tan importante en su vida.

—Ni yo.— El dragon slayer se encogió de hombros. —Aunque me molesta que no me haya tenido confianza.

—Debe de haber alguna razón.— Lucy comenzó a caminar de nuevo, solo que esta vez se aseguró de sostener la mano de Natsu. —Pero no te preocupes, estoy segura de que no te lo oculto con la intención de molestarte, ¡Ya verás que todo se solucionará!— Le dedico una sonrisa llena de dulzura.

Él solo hizo un puchero mientras respondía al agarre de ella. En eso, se dio cuenta de que estaba tomando su mano izquierda, cosa que le hizo recordar una vez más que traía consigo los anillos de compromiso, sonriendo con calidez.

—Oye, Lucy.

La rubia paro en seco para mirar por encima de su hombro a Natsu, pero cuando se dio cuenta, él ya estaba dándole un suave beso en la mejilla, haciéndola ruborizar levemente.

—Gracias por intentar subirme los ánimos.



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Una nueva mañana iniciaba en Fairy Tail, donde todo lo típico como las sillas volando y Elfman gritando "¡Hombre!" ocurría.

Gray estaba sentado solo —Y sorprendentemente con la ropa puesta— en una mesa, con un semblante pensativo.



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—¡J-Juvia!— Fue callado por otro desesperado beso de parte de la mujer de agua, que estaba brutalmente ruborizada, y aunque de vez en cuando Gray correspondía a la pasión de esos besos no podía seguir con eso, así que ese último contacto de sus labios fue interrumpido por él cuando la empujo con suavidad. —¡¿Qué es lo que te pasa de repente?!

¿Cómo pedir matrimonio?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora