¿ʟᴏ ᴘʀᴏᴍᴇᴛᴇs? |ʀᴋ [part. 2]

Se acabo

Rose...

Habían pasado días desde que eso ocurrió, desde ese suceso, no volví a ver a jungkook. Había recibido varias llamadas de el, pero por obvias razones lo ignoraba.

Para mi, jungkook había sido muy inmaduro por no decirme lo que estaba pasando, pero eso ya no  importaba. Pensaba perdonarlo, pero no continuar esto.

Fui hacia el apartamento de los chicos y, con miedo camine hacia la puerta, no sabía con seguridad lo que pasaría.

Suspire largamente. Bien, Rose. Es ahora o nunca.
Toque la puerta con mis nudillos, Estaban temblando mis manos.

Segundos después, oí que alguien se aproximaba. Rogué que no fuera Jungkook.

La puerta se abrió, y frente mis ojos, pude apreciar a un chico alto

—oh, Rose ¿que haces por aquí?. ¿Será que Vienes a ver a Jungkook?  —. Me pregunto namjoon con un tono de sorpresa

—así es. —le respondí— ¿el se encuentra por ahí? —. Pregunte sonando un poco formal

El me sonrió y me permitió la entrada.
Al entrar, vi a Taehyung y a Yoongi besuqueandose
No les dije nada y empecé a buscar a Jungkook

di unas cuantas vueltas por toda la casa, pero Jungkook no se encontraba en ningún lado.

Hasta que lo encontré sentado en una esquina con un libro en las manos, lo estaba leyendo con lágrimas en los ojos. 

Mi corazón se hundió al verlo así, sentía que me arrepentía poco a poco de lo que iba a hacer. Pero, no hay vuelta a tras.

Camine suavemente hacia el. Podía oír los latidos de mi corazón. Latían bastante rápido y con fuerza.

Al estar suficientemente cerca,me agache frente a el, este alzo la mirada. Pude notar que al mirarme, sus  ojos estaban hinchados y, se llenaban mas de lágrimas. 

Inmediatamente,agacho la cabeza y se puso el libro encima.

Le quite el libro de encima, descubriendo su rostro destrozado y lleno de lágrimas. El me volteo a mirar, pero rápidamente desvió la mirada.

No me dijo nada durante los siguientes minutos, yo tampoco podía hablar, solo lo miraba. Estaba muy nerviosa.

—hablemos—. Dije brevemente 

El no me contesto nada, solo fijaba su mirada hacia un punto específico, sin decir ni una sola palabra, parecía muerto.

Voltee a ver que era lo que veía ,era ese libro que traía en las manos hace unos momentos.

No le tome importancia, volví a mirarlo. El seguía en la misma posición, parecía una estatua.

—¿aun no me dirás nada? —.  Pregunte esperando una respuesta de su parte.

El me miro, aun sin decirme nada. Sin darme cuenta, lágrimas rozaban sus mejillas.

Trate de ocultar mis ganas de abrazarlo y besarlo hasta el cansancio y seguí tratando que me dijera algo.