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Capítulo 18: Las afueras

"Dosan-Daero 11-Gil"

Esa dirección se repetía una y otra vez en mi cabeza. Arrugé el papel y lo tiré en el suelo, cogí a Lisa como mismo había hecho antes y caminé.

Ya había pasado un buen rato, cuando me di cuenta de que estaba parada en medio de la nada. Luego de salir de ese callejón habia cogido el camino de la izquierda para llegar cuanto antes a las afueras de Seúl.

- A-hor t-ti...-Lisa comenzó a balbucear cosas sin sentido. Tenía que encontrar algo con que sacarle la bala y coserle la herida.

Escuché unos ruidos provenientes de detrás de unos arbustos. No le presté mucha importancia hasta que los ruidos volvieron a producirse.

Me abrí paso entre los arbustos encontrándome una casita pequeña y que parecía abandonada. Me acerqué a un cartel gigante que había a mi lado derecho. Este estaba lleno de polvo, así que con la mano que tenía desocupada aparté un poco polvo y lo que ponía en el cartel me sorprendió.

"Dosan-Daero 11-Gil"

¿Qué?¿Cómo había llegado a parar justamente aquí?

Me acerqué a la puerta de la casa y toqué repetidas veces para comprobar si alguien estaba adentro.

La puerta se abrió completamente y una escopeta apuntaba a mi cabeza.

- Lo siento por molestarle -hablé en voz baja -pero necesitamos cobijo y esto era lo más cercano...¿podría bajar la pistola?

- ¿Por qué debería de hacer eso?

Esa voz. Esa maldita voz. Sí, la conocía y sabía perfectamente de quien se trataba.

Flashback

Había salido corriendo del aula, ya que tenía que llegar cuanto antes a mi casa para ducharme e ir a la casa del chico con el que me había tocado hacer el trabajo.

Con la respiración agitada llegué a mi casa finalmente. Me bañé lo más rápido que pude y me vestí con lo más bonito que vi en mi armario. Quería impresionar al chico.

Ese chico me gustaba desde que comencé el instituto y habían pasado dos años desde eso. Lisa siempre me dijo que debía de olvidarme de él, que él nunca me haría caso, ya que no está interesado en nadie.

En cuanto vi que estaba lista, salí de mi casa, sin siquiera despedirme de mi tía y caminé hasta llegar a la dirección que el chico me había mandado.

Por fin llegué y mis nervios estaban a flor de piel. Yo sabía que Park Chanyeol era un chico problemático y que estaba metido en el mundo de las drogas, pero era el chico más popular del Instituto y mi crush.

Luego de vacilar un poco toqué el timbre y a los pocos segundos una señora, no muy mayor, abrió la puerta.

- ¿Se le ofrece algo? -la señora limpió sus manos en el delantal que llevaba puesto y sonrió en mi dirección.

- Soy amiga de Chanyeol, habíamos quedado para hacer un proyecto -
le devolví la sonrisa.

- ¡Oh, claro! Pase -la señora Park se arrimó hacia un lado para dejarme pasar y con gusto lo hice -¡Chanyeol, una amiga ha venido!

Al poco rato bajó Chanyeol, el cual tenía los pelos despeinados y eso solo hacía verlo más guapo de lo que era.

- ¡Ah! Has venido -exclamó no muy alegre y me invitó a que subiera a su habitación.

- Que bonita habitación -comenté. Un completo silencio inundó la habitación, lo cual me hizo ponerme muy nerviosa -¿qué parte del trabajo quieres hacer? -pregunté para romper el hielo.