Red Engine [Luqi]

04

—¡Jia! Abre, por favor ¿Estás aquí?

Una agradable chica de cabello rosa les abrió la puerta sonriente.

—Hola Lucas ¿Qué te trae por aquí? Oh... Traes compañía – le guiñó.

—Si. Necesito que la dejes lista para la carrera de hoy.

Jia abrió los ojos impresionada y luego lo abrazó.

—¡Al fin tienes novia! ¿Cómo te llamas, linda?

—Song Yuqi.

—Espera, ¿Ella es...? – Lucas la miró advirtiéndole —Okay, no dije nada. ¿y qué necesitas exactamente?

—Que le hagas un cambio de look total, Yuqi va a ser presentada como mi chica oficial por así decirlo, delante de todos.

—Ajám.

—Y pues, si la presento como está... pensarán que es virgen.

—¡Yukhei! – Yuqi le dio un manotazo.

—De acuerdo, tú déjamela a mí y la tendré lista para hoy en la noche – le guiñó – Ven, hermosa, muero por hacer de ti la "chica de Lucas".

Yuqi se dejó arrastrar por la agradable muchacha. No sabía en qué se metía, pero si necesitaba guardar apariencias, soportaría lo que fuese.

Lucas y Kun se encontraban en el palco cercano a donde se realizarían la carrera, sabía que sería una carrera complicada, competiría con Ten, el mejor motociclista después de él, claro.

—¿Todavía no llega?

—Calma, Lucas. Estoy seguro que Jia está haciendo un excelente trabajo.

—Pero la dejé hace cuatro horas.

—Hombre, pareces su novio. Calma un poco esas hormonas de macho.

—El día que te enamores de alguien, entenderás.

—Wow, no sabía que esto iba más allá de lo que aparentan, eh. Aunque si debo admitir que la tensión que hay entre ustedes se puede cortar con un cuchillo.

Lucas se mantuvo escuchándolo, cuando una chica llama su atención. ¿Esa era Yuqi? Se parecía bastante. No. ¡Era Yuqi!

Ambos chicos la quedaron viendo mientras ella avanzaba en su dirección. Su cabellera rubia ahora era reemplazada por una roja, lacia. Vestía una camiseta roja con negra de Lucas, unos botines negros y unos shorts negros que dejaban a la vista sus blancas y tonificadas piernas.

—Yuqi... ¿Eres tú? – preguntó Lucas estupefacto.

Ella reventó un globo de chicle que hizo en su propia boca y asintió desinteresada.

—¡Esto es genial! Jia hace maravillas – exclamó Kun emocionado.

Lucas la miraba de pies a cabeza ¿Dónde habia quedado su leoncita? Ahora parecía una chica ¿ruda? Y sexy, o malditos pantalones cortos. Quiso advertirle algunas cosas, pero el grupo de Ten ya se aproximaba donde ellos.

—Vaya, vaya, vaya. Hasta que por fin conozco a la chica misteriosa que llevabas aquella vez. – dijo Ten burlonamente – Ahora entiendo por qué la cuidabas tanto.

Para Lucas no pasó desapercibido la forma en la que Ten recorrió el cuerpo de Yuqi. Sabía que pasaría esto.

—¿Cuánto por una noche, preciosa?

Yuqi le miró de reojo sin deshacer su postura. Le sonrió de lado.

—Ella no está disponible – afirmó Lucas.