Angels and Demons (ZODIAC)

10

Pov's Capricornio.

Escuchaba con atención la historia de Tauro. La chica que se ve siempre positiva. Pero por dentro es todo lo contrario. No sabia de esto, termino de leer y yo no podía creer lo que había acabado de escuchar. Sentía que temblaba, ¿Cómo podía llegar a ser tan alegre viviendo todo eso?¿como podía alguien no sentir rencor hacia aquellas personas que la lastimaron tanto? Ahí me di cuenta, que en realidad, no conocía nada de ella, ni su color favorito, ni su ropa favorita, ni que le disgusta ni nada. 

Me siento muy estúpido ahora mismo. 

— Capricornio — pausó, le mire — ¿estas llorando?

Incrédulo, me lleve una mano a mi rostro y no podía creer lo que me sucedía. Olvide la sensación de la tristeza y lastima. ¿Lastima? ¿Piedad? ¿Eso sentía por Tauro? ¿Solo eso? No, hay algo mas, que no descifraba que era. Hace mucho no lloraba, hace mucho no me desahogaba, no tenía tiempo para mi. Simplemente estaba ocupado con el clan. Lucifer me ordenaba siempre, me dejaba a mí ser una parca, pero lo disfruto, ¿por que ahora quiero hablar con alguien de mis problemas? ¡¿que me hiciste, ángel?!

Definitivamente quiero que el tiempo se detenga, que me regale estos segundos, minutos hasta horas solo con mirar sus ojos. Son tan profundos. Son tan hermosos. Igual que ella.

¡Mierda, Capricornio! ¡Deja de mirar sus labios! Aunque no tenia la culpa, sus labios me llaman a gritos. Quiero besarla ,pero no me muevo. No tengo el valor, ¿por que la primera vez que la conocí la bese así de fácil?¿por que ahora no es así de fácil?. Solo estoy paralizado mirándola. 

— Vamos, Capricornio. No llores. Si tu lloras yo llorare — su voz endulzó mis oídos, al ver sus ojos cristalizarse no pude evitar abrirlos de par en par. Balbuceaba cosas sin sentido, ella me miraba raro. Estoy tan nervioso, siento mareos, siento mi rostro caliente, ¡por Hades!

— yo — tartamudeo — esto — otra vez y otra y otra. Buscando las palabras adecuadas para expresar mi dolor. El ver que oculta su pasado de los que la quieren.  Quienes nos preocupamos por ella. Tiene miedo. Lo se, es fuerte. Pero no, parece que ahora se rompió, pero no llora ¿en realidad los ángeles sienten algo?¿por que no llora mientras me cuenta esto?¿por que no siente dolor al recordar esos tiempo difíciles? 

Todo tiene un limite y Tauro ya esta llegando a él.

— Mira, Capricornio — me tomo de los hombros causando un escalofrío en toda mi espalda — si crees que te conté esto solo para darte lastima — su semblante cambio a serio — deja me decirte que estas muy equivocado.

Tauro, si tan sólo supieras que desconozco el porque de el encanto que produce en mi tus ojos. Eres hermosa. Nunca dejes que nadie te diga lo contrario ¡Ahg! ¡Como me gustaría decírselo en la cara!¡Cobarde!

— No pensé eso tranquila — me excuse en tartamudeos, ella me miraba fijamente. Yo no podía mantener esa mirada, me penetraba el alma y purificaba mi mente. Es como si sus ojos me mostraran y me hicieran recordar todo el mal que he hecho. Pero de alguna no me siento culpable. Me siento ¿perdonado? Que es esto. ¡Para de una vez!¡deja de mirarme así, por favor! 

Tardo 10 minutos en saber lo que esta haciendo ella. La miro desconcertado y ella solo sonríe. Me esta haciendo una clase de exorcismo pero ¿No se supone que eso duele? Soy un demonio, ¿no debería estar retorciéndome de dolor?

Reaccione al sentir golpes en mi pecho. No estaba sentado. No estaba Tauro tampoco. La estoy besando. No lo aguanto más. Tauro, perdóname. Creo que no me podre resistir.

Pov's Tauro.

Capricornio estaba actuando raro. Decidí hacerle una purificación. Un exorcismo, estaba tan concentrada que no sentía que él empezó a acariciar mi pierna después me beso sin ningún aviso, empujándome hacia la cama y poniéndose encima mío sin aplastarme del todo.

Esa sensación, no se como se llama pero la sentía en este preciso momento, ¿asco? tal vez, pero era mezclado con algo que no identificaba del todo.  Sentía sus manos dentro de mi blusa haciendo de las suyas. Debo detener esto. Comencé a golpear su pecho dándole a entender que pare. No lo hacia, sentía su lengua jugar con la mía y meterla hasta mi garganta. Me estaba quedando sin aire golpee una ultima vez y luego no lo vi mas ,me hundí en una profunda oscuridad. Me había desmayado.

Pov's Capricornio.

No paraba, no tenia control de mi. Mis manos se movían solas debajo de su blusa. Abrí un poco los ojos y note su rostro morado. Me espante y me separé aturdido.

— Tauro — tartamudeo. La moví. Su rostro poco a poco fue tomando su color natural. Se estaba asfixiando y se desmayo. Me tape la cara de golpe y me despeine, frustrado. 

¡Alguien que me diga por que soy tan imbécil!

¡Puta vida! ¿¡Acaso no hay limite para su inocencia!? Ahora que lo pienso, es un ángel, son así inocentes todos, ¿no? 

Me levante de encima de ella ,acomode su blusa intentando no aprovecharme mientras este en éste estado. No, no quería aprovecharme de ella. Quería verla decir que me detenga ,deseaba ver su rostro colorado a causa de mis acciones en ella, quería hacerla mía. Pero no de esta manera, no quiero aprovecharme de ella, eso seria algo demasiado horrible, sobretodo ahora que sé por lo que paso en vida. Me senté a un lado de la cama, pose mi cabeza entre mis manos mientras me repetía que debí de haberme contenido. La mire con cierta ternura, acaricie su mejilla mientras suspiraba, estaba haciendo las cosas mal. 

Tauro, tú no eres normal. Lo que causas en mí, no se describirlo. Eres la única que me ha hecho sentir así.

 Querida, cómodo.

Pov's Géminis.

Carcajadas. Me reía de las anécdotas de Cáncer y de sus chistes. 

— A ver, sarcasmo — él sonreía mostrando su dentadura blanca. Hace años no me reía por los chistes. Solía reírme sola pero eso era a causa de no demostrar que no me gusta estar sola.

— ¡JAJAJAJAJAJAJA! — no paraba de reír. Cáncer me miraba con aires de victoria por causar mi risa. Es tierno este nene. Me limpie una lagrima de risa, tomando bocanadas de aire, no paraba de reír, me sobresalte al escuchar un voz diferente a la de los dos.

— ¿oigan? — mire de donde provenía esa voz y era Sagitario. Se le veía preocupada. Que raro. — ¿Han visto al pecoso? No lo encuentro.

Ambos nos miramos y luego a ella, suponíamos que era Leo. Negamos.

— Bien . . . es que no encuentro al muy idiota, creo que se torció algo y eh, se perdió -sonrió nerviosa. 

— ¿podemos ayudar a buscarlo? — hablo Cancer, viéndose serio, me le quede mirando, me mordí el labio, que sexy se ve estando serio, pensé, sonriendo. Voltee a ver a Sagitario. 

— ¿Enserio? — pausó, su rostro se ilumino — ¡gracias en serio! okey, ustedes vayan a buscarlo en las instalaciones y yo en los cuartos ¿si?

Asentimos y salio disparada como alma que lleva El Maestro.

— Bien ,pues vamos. -dijo levantándose del suelo y extendiéndome la mano. Sonreí de manera ladina. 

— Vamos. -respondí, tomando su mano levantándome, luego él soltó mi mano. 

Ambos salimos en busca de Leo.