Capítulo 2: Odio

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El amor y el odio no son ciegos, si no que están cegados por el fuego que llevan dentro.

Friedrich Nietzche.

Los jadeos de Kikyo retumban en la habitación mientras su ahora esposo la penetra sin contemplación alguna, la cama rechina por el movimiento brusco del hombre. Ella grita de placer y él toma su pierna derecha y la coloca en su hombro para poder embutirse aún más en las entrañas acuosas de su nueva mujer.

-Grita ramera- dice el hombre entrando y saliendo de ella como una bestia.

-¡Ah!- articula mientras su cuerpo se agita por las embestidas -¡Cogeme así, duro, rico, me encanta!- sus ojos están completamente inyectados en sangre por la excitación al igual que su marido.

-¿Te gusta?- pregunta al golpear su trasero dejando una marca roja en la nívea piel.

-¡Sí!- sonríe -¡Me encanta coger duro!- se arquea, su orgasmo está por llegar, lo sentía en su vagina, en su útero, en sus ovarios, en toda su anatomía -¡Mas rápido, destruyeme maldita sea, dame más duro!- exige fuera de sí haciendo movimientos circulares con su cadera.

-Lo que mi ramera diga- sonrió el vampiro. De un movimiento le giró, le pidió levantar las nalgas y la penetró con fuerza al tiempo que le nalguea y le grita lo deliciosa que es.

Unas embestidas más y ambos estallaron de placer. Una vez terminado el acto, Naraku se vistió con la mayor mansedumbre y salió de la habitación nupcial sin pronunciar palabra alguna, Kikyo envuelta en las sabanas blancas de seda con sus pechos desnudos y su sexo aún lleno del semen de su marido, lo vio marcharse mientras fruncia el ceño, sabía dónde iba. Éso la hizo odiar, porque creyó que su ahora esposo olvidaría a la otra al ver lo buena amante que era, pero no, simplemente la cogió y le dejó atrás para ir tras ella, la mujer que se interponía en todo lo que quería.

-Kagome- susurró clavando las uñas en la sábana.

******

En ése momento, los flujos vaginales de la pelinegra resbalan por sus piernas al tiempo que el dedo medio juega con su clitoris. Se sentía extrañamente molesta y excitada al saber que Naraku, el hombre que amaba, le haría en ese momento a Kikyo, lo mismo que le hacía a ella en esas interminables noche ardientes que finalmente acabarían porque él se había casado. Abrió las piernas lo más que pudo y contempló ésa parte de su cuerpo en el espejo de cuerpo completo que descansaba simplemente puesto contra la pared al lado de la cama. Recordó la primera vez que tuvo sexo con Naraku, él la pilló precisamente en esa posición y, dominados por sus instintos, terminaron copulando en la cama de la entonces joven Kagome. Ahora deseaba tenerlo porque sus dedos no eran suficientes, ella necesitaba más. Fue cuando la puerta se abrió como si fuera la primera vez. Él entró, tan divino como siempre, se quitó la ropa y le dio la mejor de las visiones a la chica, su miembro bien erecto apuntando hacia ella. No esperó, se giró y recostó en la cama con las piernas abiertas y su vagina bañado en flujos viscosos. El hombre aspiró fuerte, con sus sentidos, podía percibir el aroma penetrante, eso lo excitó más, se abalanzó sobre ella como bestia e igual que con su hermana, la follo hasta el cansancio.

-Nada me separará de ti- dijo entrando y saliendo de su ser -Ni siquiera el matrimonio...

Kagome simplemente asintió mientras sentía el cuerpo acalambrarse, estaba por llegar al climax.

Las nueva señora Spider no necesitó llegar hasta la puerta de la recámara para saber lo que hacían, sentía el olor a sexo en sus sensibles fosas nasales. Su mundo perfecto se derrumbó, ella no quería eso, no quería tener noches en las que supiera su marido estaba con otra. Se sentía aplastada y repudió ése sentimiento ya que ella no nació para pequeñeces o para compartir lo que era suyo. Envuelta en rabia, se dirigió a los aposentos de los criados, se follo a tres de ellos en una noche y continuó así hasta que los hombres no fueron suficientes y siguió con las mujeres. Descargaba toda su frustración en la cama, donde todos la alababan menos quien sí le importaba, su marido, porque noche tras noche ante su mirada él se vestía y salía del aposento para buscar a su amante sin pudor alguno.

Los días transcurrieron así, con esa convivencia, con las hermanas luchando por el amor de un hombre que ellas alegaban era suyo y el cual, no amaba a ninguna, porque el amor no podía ser éso, no podía ser ésa situación tan aberrante y asqueante. Los besos de Kagome se mezclaban con la escensia de Kikyo en la boca del hombre que compartían, sabían estaba mal y solo era cuestión de tiempo para que uno de los tres estallara.

-Déjala- sugirió un día la oji azul descansando sobre el pecho del hombre que le gusta. Era una ruin y malvada pero sentía que sin Naraku moriría, así que se permitió ser egoísta.

-Si no me da un heredero en dos meses- contestó con su voz ronca -Nos separaremos

Ella lo miró, buscando algo, algo extra, algo que necesitaba, pero no lo encontró, solo encontró frialdad, entonces se preguntó, ¿Por qué lo quería tanto?
¿Sería realmente amor?

Se concentró en la brisa de primavera que mecía las suaves cortinas, el viento y la vida misma le estaba anunciando que todo cambiaría. Se acurruco en el pecho de su amante, porque eso eran ahora, amantes. Pensó en la forma de lograr que su hombre se separará de Kikyo. Entonces la epifanía.

"-Si no me da un heredero en dos meses, entonces nos separaremos"

Sonrió maliciosa. Ella no era una chiquilla de artimañas, pero para esto las necesitaría. Necesitaría de todas las armas posibles, por muy bajas que parezcan. Es lo único que le daba esperanzas de ya no tener que esconderse más. Se decidió mientras cerraba los ojos muy cansada. Evitaría que su hermana se embarazara de Naraku y para éso, necesitaba a Kaede.

********

Las arcadas de la mujer de Spider se escuchaban fuera de la habitación, de un momento a otro, todo le dio vueltas y tuvo que correr al baño, vomitó toda la sangre que ingirió en la mañana, lo hacía desde hacía un tiempo para mejorar su ciclo, las vampiros no tenían menstruación de modo natural, necesitaban ingerir enormes cantidades de sangre para simular uno. Necesitaba un heredero de inmediato. Pero debió caerle mal porque ahora vomitaba hasta la bilis, su esposo permanecía fuera de la habitación cuando observó pasar a la dulce he inocente Kagome con la charola de desayuno, en ella había un solo vaso ya vacío pero con rastro del líquido que su esposa ingirió momentos antes, los ojos de la mujer le mostraron algo oscuro que jamás vio en ella. Sonrió tocando su entrepierna, le encantaba esa mirada malévola que tenía. Ella contoneo las caderas en un acto obvio de incitación, él fue tras esas caderas de mujer que gritaban por sexo. Dejó a su esposa vomitando en el baño, la pobre tocó su entrepierna al sentir algo caliente chorrear, se tocó, un líquido amarillento se resbalaba por sus muslos interiores. Las manos le temblaron, solo podía significar una cosa, le quemaron el útero con hierbas y agua bendita. Tembló impotente, sin un heredero, ella sería repudiada por su esposo. Lloró, lloró como niña abrazando sus piernas. Con dificultad se levantó junto a los pedazos de su ser y se encaminó donde estaba segura encontraría a la causante de su desgracia. Iba a abrir la puerta, pero se detuvo ante los jadeos y los sonido que solo el sexo produce. Apretó los labios. Se fue jurando que se las pagarían, ambos, porque desd ése momento, Kagome ya no era su hermana-rival en el amor, ahora era su enemiga y le haría lo que le hacía a todos sus enemigos, la iba a hacer tan desgraciada, que desearía estar muerta. Le quitaría todo.

Sus pasos le llevaron a la biblioteca privada de su madre donde comenzó a buscar lo que necesitaba.

Para Kagome, el destino le prepararía una dura lección que aprendería poco a poco, una que le abofetearia en el rostro sin contemplación. Nunca se debe dañar, ni siquiera por amor, nada justifica un dolor de pérdida. Aveces, nos encargamos de crear a nuestros monstruos, los cuales, nos arrancan la vanidad a punta de sufrimiento. La chica de Sangre Pura acababa de crear el suyo, le tocaba pagar por el pecado de la lujuria.

Continuará...

Chicas, espero les esté gustando

Ya estaba escrito y editado el capítulo así que decidí publicarlo hoy 😊

Ojalá la historia les agrade, debo confesar que comienzo a tenerle aprecio a pesar que el género de vampiros no es mi favorito.

Mañana tendrán el siguiente.

Nos vemos mañana 😉

Sangre Pura ( Fanfic Sesshome Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora