No diré no llores, porque no todas las lágrimas son malas.
-J. R. R. Tolkien.
Silencio, silencio que contrasta con los gritos desesperados, silencio que dura eternamente en un corazón destrozado. Gritos de angustia, gritos desgarradores. Los pobladores tratan de sofocar las llamas, el llanto...Kagome escuchó a su interior hasta ahora dormido, le gritaba rendirse, buscar deshacerse de ése dolor punzante en el corazón. La vida se le había ido, su mundo entero ardía en llamas, ardía junto a la imagen eterna de quienes amó morir. Quería morir, morir en verdad, morir para ir con ellos, para que dejara de doler... para ya no escuchar nada...
Sintió la espada del desconocido en su cinto, con un rápido movimiento le despojó de su arma, se alejó y apuntó la hoja filosa directamente a su vientre.
Dejaría éste maldito mundo donde las penas le han golpeado tan duramente. Sin Kaede ya no había más, ni mañana ni esperanza. Estaba tan cansada del mundo y de la vida, del dolor.
Sesshomaru observó en silencio, esos ojos otoñales simplemente callaban en su dolor, no había una palabra de aliento, no había nada más que silencio y el silencio le dolía más que los gritos, permanecían inmutables y ella flaqueo ante el miedo de ése frío otoño, pero decidió que el mundo no tenía nada más para ofrecer. Introdujo la hoja en su vientre. El dolor fue instantáneo, sintió ardor, sintió calor, sintió tantas cosas y tanto miedo...
****
Miroku, un monje, compañero desde hacía un año del cazador, ambos sabían lo que era el dolor y la muerte, ambos sabían como lucia un...
-Vampiro- susurra el monje al ver las marcas de quemaduras en el suelo. La iglesia fue reducida a cenizas y escombros pero la marca del suelo era obvia, la quemadura que deja una bestia de las tinieblas.
Sus ojos se movieron entre los escombros -algunos aún ardían- escuchó atentamente, se concentró en aislar el ruido de los aldeanos para tratar de escuchar algo más...
Allí, a la izquierda, detrás de las llamas, con un instinto asesino y quemaduras en todo el cuerpo apareció uno de esos seres demoníacos. Se abalanzó directamente sobre él.
Miroku desembaino su espada, recibió a la bestia con un zarpazo en el pecho desnudo. Era una mujer, una mujer desnuda con quemaduras graves, casi irreconocible. La sangre pudrida de la bestia le salpicó el rostro.
Ella retrocedió, él se posicionó listo a esperar el siguiente ataque, la mujer siseo, abrió la boca mostrando sus colmillos furica.
-Los humanos son peculiares- mencionó con su voz ronca mientras los rubíes le brillan maliciosos.
-¿A qué te refieres?- preguntó el monje.
La madera tronó cediendo ante el calor de las llamas.
-Siempre están peleando- sonrió. Un chorro de sangre se escurrió de su mejilla por las quemaduras. Recordó la cantidad de seres humanos que había devorado hasta ahora, todos siempre peleaban hasta el último momento, en lugar de aceptar su muerte... nunca lo entendió.
-Somos seres que buscan una sola cosa- contestó, no bajaba la guardia ni un instante. Entre el aspecto demoníaco de la bestia vislumbró un atisbo de dudas...
La mujer se carcajeo, comenzó a caminar y él igual manteniendo distancia. Yura no comprendía tantas agallas, definitivamente los seres humanos eran peculiares en muchos aspectos.
-¿Qué buscan?- el par de rubíes se clavaron en él.
-Felicidad- contestó seguro de cada sílaba. Sabía muy bien que cada persona siempre estaba en busca de aquello que le hiciera feliz, sea cual sea lo que lo hiciera feliz al final.
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Sangre Pura ( Fanfic Sesshome Terminada)
VampiriSesshomaru Taisho, cazador, está tras la bestia más temida, los vampiros. Sabe que no será fácil matar a esas criaturas pero... es la última esperanza de un aterrado poblado en la vieja Transilvania. Nada lo preparó para lo que encontraría. ⚠️Adver...