4

1K 114 10
                                    

Por alguna razón ella seguía insistiendo en hablarme, en algunas ocacione caí en sus redes, hasta había llegando a estar en su casa por insistencia de Handong y Dami. Me negué pero practicamente me secuestraron, no es que haya cedido.

El lunes después de ese día salí temprano de casa, llegué a la escuela pero mi egreso se vio retrasado al sentir unos brazos rodear me cintura. Me tensé no solo por el contacto sino también por ese inconfundible aroma, su perfume natural mezclado con Temptation de Victoria's secret, esa fragancia innecesariamente cara por la cual ahorre meses para regalarle como muy idiota que era. Pero ya no.
La empujé lo más lejos que pude luego de darle un codazo en el estómago.

—¿Qué mierda te pasa Serri?! ¿Qué parte de "Vete al diablo" no entendiste?!

—Tranquila bebé.—Intentó acercarse pero retrocedí— Me equivoque pero entiende, Anyoung... Me necesitaba.

— Y vaya que te necesitaba adentro, ¿por qué no vas con ella de nuevo y la penetras?

— Princesa, en serio lo siento. Quiero compensartelo. Haré lo que tú quieras.—Dijo acercándose de nuevo a mi y acarició mi rostro.

—¿En serio?—Asintió —¡ENTONCES DESAPARECE DE MI VIDA Y NO VUELVAS!

Esta vez le di una cachetada, la que debí darle cuando la encontre en el baño con su "amiga" Anyoung muy felizmente cogiendo. La empuje denuevo y noté que usé demasiada fuerza cuando cayó al suelo.
Sentí una mano en mi hombro y apareció Dami dando un paso delante de mí.

—Y tienes suerte de que no haya estado aquí o ya estarías muerta. Te vuelves a acercar —dijo caminado hacía ella y en el último paso pisó su pecho — y terminas en el hospital. La sacaste de un abismo y luego la empujaste en uno más peligroso... Y yo no voy a perdonarte nunca, ni siquiera si ella sí lo hace. Lo cual dudo.

Nos fuimos luego de que tirara de su brazo para que dejara de presionar su pecho y entramos al colegido donde Handong nos esperaba boquiabierta.

—¿Qué paso?

—Te presento a la idiota de Serri.

La mirada de Dami aún desprendia fuego, su instinto sobreprotector la dominaba cuando ella se acercaba y no la culpo ya que digamos que tengo el mismo carácter. Aún así su amenaza fue demasiado, ya la había dejado en el suelo.

—Oye, ya se fue. Tranquila.

—Al menos sé que no volveras con ella.

—Claro que no, ya lo hice una vez y me arrepentí.

—Lástima que ya se fue, me hubiera gustado golpearla también. —agregó Handong.

—Que bueno saberlo, señorita, entonces usted también vendrá conmigo.

La voz gruesa nos hizo voltear algo lento, ahí estaba el director Park, cruzado de brazos y con la mirada fija en nosotras tres. No nos quedó más opción que seguirlo a la oficina, nos explicó que no le importaba la razón, solo no iba a tolerar la violencia en su institución. Hasta llamó a nuestros padres explicandole lo que pasó y que como consecuencia nos iban a suspender.
Por suerte mi madre le explicó que Serri me acosaba hacía un buen tiempo y que solo me estaba defendiendo. Lo cuál no era del todo cierto pero Park entendió y solo nos dijo que debíamos limpiar el salón al finalizar nuestras clases.

Ja' pero el regaño que nos dieron en nuestras cosas fue tan bonito que me quedé sin helado y video juegos por una semana. Una vez que hay postre y me arrebatan por ser violenta. Maldita Serri, solo llegas a mi vida para causarme problemas.

.
.
.
Me refiero a Serri y Anyoung de Dal Shabet, en realidad son un amor pero me gusta que Serri sea la malajaja

Insistente|| JiYooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora