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Luego de estar casi una hora estudiando llegó un niño a la habitación de Minji. Por sus rasgos suaves y tiernos debía ser su hermano menor.

—Toca la puerta, Seung ¿cuántas veces debo decirtelo?

—Perdón, noona. No sabía que estabas con visitas.

—Está bien, no te preocupes.

—Es cierto, ¿sabes dónde están las hojas para la impresora?

—¿No estan en el estante?—El niño negó —Espérame un minuto, yo te las traigo.

Se levantó de su cama y salió de la habitación dejándome a solas con el niño que no debía pasar los 11 años.

—Hola, soy Seung ¿y tú?—El pequeño se sentó a mi lado sonriendo, de la misma forma que Minji.

—Hola, soy Yoohyeon.

—Oh ¿Tu eres la novia de Noona?—De repente se puso serio.

—Sí, ¿ella te lo dijo?

—No. Fue papá y me dijo que tengo que cuidar a mi hermana, así que te estaré vigilando.

—No tienes de qué preocuparte, yo también voy a cuidarla.

—Bien. ¿y qué te gusta además de mi hermana?

—M-Me gusta jugar video-juegos—Con suerte eso ayudaría a sentirme menos incómoda.— También aprender idiomas ¿a ti?

—También me gustan los video-juegos ¿quieres que juguemos algo? Tengo una Play 4 recién estrenada.

—¡¿De verdad?!... Digo, me gustaría jugar contigo pero ahora tenemos que estudiar.

—No la distraigas Seung, y aquí tienes, termina tus tareas.—le entregó un paquete azul.

—Gracias, noona. Te dejo tranquila con tu novia y no hagan nada raro.

Con una sonrisa en el rostro salió corriendo por el pasillo antes de recibir el golpe de JiU, quien estaba totalmente roja y con el ceño fruncido.

—Creo que te conoce MUY bien. Princesa pervertida—La moleste.

—¡Namu!

—Sigamos repasando los verbos mejor.

—Si.

Con lo último dicho tomó asiento en su cama retomando la lección que le enseñe. Con algunos se confundía al escribirlos pero en general tenía buena memoria, aún así se molestaba cuando se equivocaba seguido.
Luego volvió a repasarlos por centesima vez en la tarde en lo que yo me paré detras suyo y empecé a peinarla ¿por qué? No habia porque.
Solo estaba aburrida y era lo que Handong hacía cuando estaba aburrida. Así fue cómo aprendí a peinar mientras que Dami era nuestra modelo.

Trencé su pelo desde uno de sus costados rodeando su cabeza como si se tratara de una pequeña vincha. El resto de su cabello lo dejé suelto callendo por su espalda.
Al ser de un color rojo intenso no se lucia mucho pero estaba satisfecha con mi creación.

—Ya me cansé.—Se volteó en mi dirección con su típico puchero en los labios.

—Entonces descansa.

—Quiero dormir, Namu.

—Está bien. Yo ya me voy así descansas.

—No te vayas, quédate conmigo.

—Se hará tarde... Pero esta bien.

—Gracias. Hasta puedes quedarte a cenar si quieres, o a pasar la noche, seguro que a mamá no le va a molestar.

—Creo que si me niego terminaras caminando mi opinión.

—Acertaste.

No tardamos en guardar nuestras cosas dentro de las mochilas, dejando así la cama despejada.
Obviamente después de que ella me soltara de su insistente abrazo.

JiU se desperezó sobre su alcolchado rosa y luego se quedó ocupando todo el espacio con sus brazos. Yo por mi parte me sente a la altura de su abdomen y echándome para atras terminé con la cabeza en éste. Estaba tan cómoda que me quedaría dormida en cualquier momento, pero parecía que ella no estaba de acuerdo y cambio de posición.
Me pidió que me acostara a su lado para poder abrazarme ¿cómo negarme? Estar media dormida la hacía lucir tan tierna, sus ojitos achinados, sus labios naturalmente abultados y ya tenia un poco de color en sus mejillas.

—Descansa, princesa.

—Tú igual, Namu... Te amo.

—Yo también te amo.

.
.
.
Ready?
Ya está por terminar...

Insistente|| JiYooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora