Especial GaDong

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—Yoo, mira. Ahí va tu novia.

—Pero si a mi me gustas tú, Dongie~ —Dijo mi nombre tomando mi mentón entre sus dedos y yo me dejé acercar  a sus labios.

— Sí. Aja .—Alcé una ceja sonriendo— Entonces bésame de una vez y no me hagas esperar.

— Bueno.

Pero no se movió, sabía que solo estaba bromeando pero jugar con su orgullo me gustaba. Por lo que la empujé haciendo una mueca de burla. Escucharla suspirar me agradó pero fue mejor la expresión de JiU al vernos tan cerca. La sonrisa que se me formó entre los labios y mis ojos clavados en los suyo la pusieron peor.

— Oh no, tu noviecita se puso celosa— Esta vez fui yo quién tomó su rostro poniéndola nerviosa.—Sería una pena que te besara frente a ellAuch! ¿Qué te pasa?!

Me arrepentí de gritarle al ver sus grandes ojos con pupilas contraídas. Esos que temblorosos viajaban entre Yoohyeon y yo.

— Y-yo... L-lo siento H-Han-dong... Fue un a-accidente. No quise hacerlo —Bajó la mirada hacia el charco café en el piso. Esa bebida antes había llegado a mi camisa que para el colmo era blanca, aún así no pude reclamarle.

—Como sea, no te preocupes. Lamento gritarte así, me tomaste por sorpresa. —apoyé mi mano en el hombro de la menor y esta subió sus miraba brillosa encontrándose con una sonrisa de mi parte. Lo menos que quería era hacerla llorar, arruinaría su lindo maquillaje— Hey, no llores. Solo en una camisa, vamos por algo para limpiar esto.

Asintió y cuando me dio una sonrisa que me paró el corazón un segundo seguido de una pequeña taquicardia. Nos despedimos de Yoohyeon y fuimos al armario del conserje donde pedimos un trapeador y su carrito para cargar agua.

Al regresar ni Yoo ni Minji estaban así que me ilusionaba la idea de que al fin hayan hablado pero siendo realistas eso no pasaría en mil años.

Ella insistió en limpiar lo que hizo y hasta me acompañó al baño para ayudarme un poco con mi ropa. Lo admito, lo malpensé.

—¿Q-qué h-haces?—Logró articular luego de unos segundos con la espalda en la pared y con mi mano derecha en su mejilla.

—Bueno, creí escuchar que me ayudarías con mi ropa...—Conecté mis ojos con los suyos acortando un poco más la distancia, tuve que inclinarme más de lo que esperaba— ¿te importaría quitarme la camisa?

—Unnie yo...

—Sh~ —Acaricié sus labios con mi pulgar evitando que hable, le sonreí. No era una idiota que jugaría con ella, en verdad me estaba interesando llegar a algo con Gahyeon. Así se presentó. — Veamos hasta donde llegamos ¿Sí?

Asintió llevando sus manos a mis hombros, algo tembloroso pero no opuso resistencia al juntar nuestros labios, tampoco correspondió de inmediato. Solo se tomó su tiempo contagiándome su paz y lentitud con cada movimiento. Bajé una mano por la pared hasta la altura de su cintura para llegar más cómodamente a rodear ésta. La pegué a mi cuerpo al igual que ella cuando deslizó sus brazos sobre mis hombros y rodeando mi cuello.

Su lengua apareció sorpresivamente frente a mis labios que no dudaron en cederle paso. Ese contacto húmedo en el que se enredaban comenzaba a subir la temperatura pues si bien no perdía el toque tierno ciertamente era una acción candente.

Sus brazos se desenredaron de mí y creí que se separaría pero paro en el cuello de mi camisa desabrochando el primer botón de está. Bajó al segundo y yo a su muslo izquierdo para alzarlo a la altura de mi cadera consiguiendo tenernos más cerca. Llegó al tercero rosando mi piel desnuda y antes de alcanzar el cuarto una mordida llego a su lengua robandole un tierno gemido, luego otro y algunos más terminando con ella tirando del borde de la tela blanca. Se separo de pronto respirando pesadamente. Posé un corto beso sobre sus labios ahora rojo e hinchados.

—Unnie, esto está mal... Estamos en la escuela.

—Entonces... ¿Te gustaría terminarlo en mi casa luego?

—No estoy lista para estas cosas, lo siento. —Solté su pierna lentamente y lleve la mano al otro lado de su rostro decaído—No soy ese tipo de chica.

—Me gusta saber eso... ¿Crees que podríamos salir? Si estás libre en fin de semana.

—Mmm C-claro... ¿El domingo estaría bien? Estoy ocupada los sábados Je.

—Estaría perfecto. ¿Me darías tu número? —Le entregué mi celular luego de desbloquearlo. Ella lo tomo y se agendó como "Gahyeonnie" para luego devolvérmelo. La verdad no quería separarme de ella, se sentía agradable mirarnos, en especial cuando volvió a rodear mi cuello con sus brazos. Nos mantuvimos con las frentes juntas hasta que.

—¿GAHYEON? ¿Q-QUÉ ESTÁ PASANDO?—Por favor que no sea su novia, pensé. Por que su empujón me dijo lo contrario.

—O-omma yo... P-por favor no le digas a Siyeon. Ella se molestaría mucho conmigo.

—Claro, no te preocupes por eso pero ¿Quién eres tú y qué hacías con mi pequeña?—Dijo la chica baja y narigona que nos interrumpió. Si no me equivoco está en mi clase.

—Bueno... La invite a salir.

—¿Y por eso estás medio desnuda, Han Dong?

Miré hacía abajo y recordé que tenía la camisa desalineada, por lo que la arreglé lo más rápido que pude sintiendo ardor en mis mejillas.

—Y tú, eres una pequeña pervertida. Igual a tu hermana.

—No es cierto eso Unnie.

—Mejor ya ve a tu salón y nosotras al nuestro.

Okay, casi me desmayo al ver que entró a un curso menor que el mío pero la amenaza de Bora me dejó muy despierta. Si llegaba a lastimar a su "pequeña" ella y su hermana mayor se encargarían de hacerme ver estrellitas. 

Justo cuando entrabamos al salón salió Minji, la crush de Namu, con lagrimas en los ojos y me empujó tirándose a los brazos de Bora. Preferí no preguntar y concentrarme en que tendría una cita ese domingo.

—¿Qué tal te fue limpiando?

Insistente|| JiYooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora