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Creí que solo había sido un juego de momento pero realmente estaba cobrandome su venganza. Y la verdad es que no era nada barata.
Era tan malditamente adictivo el sabor de sus labios, apenas un rose bastaba para sentir la necesidad de besarlos. ¿por qué no simplemente me besaba y ya? ¿por qué no podía tomarlos yo a esos labios largos, finos y dueños de la más hermosa sonrisa? ¿Por qué tenían ese color rosado tan suave que los hacía lucir como algodon de azúcar? el labial también olía a cereza y cuándo veía su lengua repasarlo me preguntaba si su sabor sería tan bueno como recordaba.

Pero ahora no podía hacer más que mirar mientras mis muñecas eran apretadas sobre mi cabeza ¡con una mano! Y la otra estaba impidiendo que girara el rostro al igual que en el camino aquí. Sí, estabamos en el karaoke pero muy lejos de las demás.
Sentí una cálida brisa golpear mi cuello y todo mi cuerpo reaccionó a ella con un escalofrío. Pude escuchar su burlesca risa pero no hizo más que darme otro impulso electrico al estar todavía tan cerca del cuello.
Su aliento subió lentamente hasta el borde de mi oreja, allí depósito un beso y en menos de lo que imaginé ya estaba sobre mis labios. Tan cerca y tan lejos a la vez.

Despegué mis parpados solo para volver a ver su labios ¿por qué tenían que humedecerlos justo en ese momento? Instintivamente eleve la vista. Minji me estaba mirando.
Tragué ruidosamente.

—Eres tan linda Namu, me gustaría besarte pero necesito que respondas una pregunta ¿de acuerdo? —Balbuce algo parecido a un sí y ella siguió — ¿Soy tu princesa?

—C-claro que lo eres... Se lo dijiste a Miyeon ¿no?

—Quiero que lo digas tú.—Me sorprendia lo caprichosa que sonó en ese momento ¿realmente era tan necesario? ¿O solo estaba buscando una excusa para jugar conmigo?

—Eres mi princesa, JiU... Si es lo que quieres por mi está perfecto.

—Así me gusta.

En el mismo intante en que inclinó su cabeza yo cerre los ojos. Anhelaba por fin besarla. Y así fue, liberé todo el deseo retenido contra sus belfos. Suave, lento, luego frenético y con tantas emociones que teniamos los corazones alocados, trataban de seguir estos sentimientos pero se quedaba atras con su rapidez.
Se quejó cuando la mordí pero no se separó, me la devolvió de igual forma para luego dejarme hacer cuanto quisiera.
Mientras tanto su mano libre iba desabrochando uno por uno los botones de mi camisa dejando descubierta la piel en el medio de mi torso. Agradecí que hiera eso ya que estaba sintiendo mucho calor, no solo tenía la camisa sino que también el saco del uniforme. Y estaban estorbando demasiado.
Caí en cuenta algo tarde que su verdadero objetivo en realidad eran mis pechos.

Minji...

Shh... Has silencio.

Sus palabras llegaron directo a mi oído; sentír como sus labios masajeaban toda su extensión y la lentitud con la que su mano se escabullía debajo del sostén me hacía dudar de si realmente era nueva en estas cosas.
No era figurativo que estaba haciendo lo que quería conmigo. Cambiando el latido de mi corazón de forma constante, haciendo que no controle el cerrar mis ojos, dudaba de que alguna parte de mí estuviera fuera de su control.

No sabía cuánto tiempo había pasado hasta que sus labios bajaron a mi cuello. Ni siquiera supe cuánto estuve disfrutando de sus caricias en esa zona o sí alguna de sus mordidas podría dejar marcas visbles. ¿qué importaba? Se sentía genial.
De un lado, del otro, sobre las clavículas.
Se volvió algo incómodo el calor que su boca provocada en mi centro aún estando tan lejos de él.
Seguro ella lo sabía, ya que una de sus rodillas se ocupó de separar mis piernas a la mitad de los muslos y allí comenzó a subir.
El rose de nuestras pieles solo aumentaba la temperatura sumando corrientes eléctricas a lo largo de mi espina dorsal.
Me avergonzó suspirar tal alto, hasta ese momento no había sido consiente de los ruidos que hacía, pero por suerte no eran fuertes.
Pero ahí estaba su rodilla de nuevo, aliviando un poco de esa incomodidad. Instintivamente me moví sobre ella arqueando un la espalda, soltando un "Minji" luego de alargar la M en su nombre y volverla a alargar al terminar de decirlo.
Me gustaba sentirla de esa forma pero al poco tiempo no era suficiente y el calor había aumentando de forma dramática. Tenía la tela de mi ropa interior húmeda, si lo podía sentir entonces era más serio de lo que creía.

Apenas soltó un poco mis muñecas no dude en liberarme para tomar su rostro y volver a besarla, extrañaba sus labios; lamerlos, saborearlos, morderlos... Especialmente lo último.
Pobrecita. Seguro la estaba lastimando pero sentir su firme agarre en mi cadera y presionandome contra su rodilla me generó tanto que no me bastó con decir su nombre, tampoco un quejido alto pero preferí eso a romperle un labio por la presión que estaba ejerciendo en su contra.

N-no hagas tanto ruido...

— P-per-don... ¿lo estoy haciendo?..
Mm Minji...—Suspire sobre sus labios.

—Sí y nos vas a descubrir... Pero te escuchas tan linda que en realidad...

—Entonces solo... Termina de una vez...

¿S-segura?... ¿Y si lo hago mal?

—Si lo haces como hasta ahora... Será exelente...

—Está bien. Y Yoohyeon... Te amo.

No supe qué responder a eso pero aun que supiera, un temblor en todo el cuerpo me habría impedido hablar. Una de sus manos estaba debajo de la falda y acariciando mi muslo.
Siguió ese camino hasta encontrarse con el borde de mi ropa interior, entonces se detuvo y me miró a los ojos. Estaba algo insegura de hacerlo.

Necesitas practicar para hacerlo exelente... A-asi que de alguna forma tiene que empezar ¿no?

—Sí... Supongo que sí.

—No te preocupes por mí.

—¿Me diras si te hago doler?

Asentí con una pequeña sonrisa, ella me besó cortamente, como si fuera un primer beso nervioso y luego pasó su mano hasta tocar directamente mi intimidad. Sentí mis piernas flaquear por un momento.

Uno de sus dedos llegó a mi interior moviendose lento, haciendo algo de ruido al estar rodeado de mis fluidos. Con cuidado salió y volvió a entrar con otro más, esta vez más lento hasta llegar al tope.
Suspiros y gemidos salieron liberados apenas comenzó a moverse, tal vez era la espera en el juego previo o el largo tiempo sin tener relaciones, tal eran ambas y el hecho de que fuera Minji lo hacía mejor. Eran tan cuidadosa, tan tierna y a la vez podía verse tan sexy y dominante, de solo pensarlo me humedecía así que verlo en directo era demasiado peligroso.

Estaba haciendo un gran esfuerzo para no hacer ruido pero en respuesta mi cuerpo no podía hacer más que temblar, desde los brazos alrededor hasta el pecho con mi respiración irregular, también las piernas y pies que, si no fuerza por estar prácticamente apoyada entre ella y la pared, seguro ya no podrían mantenerme en pié.

Ella estaba haciendo cada vez más fuerza, faltaba poco para llegar al final, no tenía más fuerza siquiera para abrazarla, aparte de que la gravedad me tiraba para abajo y su mano parecía cada vez entrar más profundo en mí.
Cerré los ojos más fuerte, todo mi cuerpo estaba temblando y tenía las piernas retorciendose entre sí, la respiración agitada, mi boca luchaba por no abrirse de más. Repose mi frente en su hombro y  depronto dejé de pensar. Estaba tan sumida en lo que sentía mi cuepo que no pude escucharla respirar pesadamente.
Todo estaba en blanco y pude relajarme, unos segundos -que fueron como años- después sentí la humedad entre mis piernas, la forma en la que JiU salió de mí y su voz ronca llamando mi nombre. Abrí los ojos lentamente para volver a acostumbrarme a la tenue luz.

— Fue excelente.—Dije lo más lento posible por mi entrecortada respiración.

—¿D-de verdad?—Ella estaba igual de acelerada que yo.

Insistente|| JiYooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora