La Traductora del Madrid. Jude Bellingham

Capítulo 6. Primera Cita

El sábado me levanté desde muy temprano. El nerviosismo me mataba, así que decidí hacer una limpieza general en mi departamento para tranquilizarme un poco. No podía dejar de pensar que tendría una cita con Jude, mi primera cita.

Al caer la tarde dediqué tiempo para poder vestirme y maquillarme un poco, y para que el maquillaje luciera un poco decidí usar unas lentillas de contacto al lugar de los lentes. Me miré unas 200 veces al espejo, no sabía qué era lo más adecuado para usar en una ocasión como esa.

Les enviaba fotografías a mis amigas para saber sus opiniones, a pesar de que todas tienen gustos diferentes acordaron que lo mejor sería el vestido tweed a cuadros color blanco azulado con nudo ajustado y botones delanteros. Y unos zapatos de tacón color azul oscuro. Me maquille de forma natural y alaciar mi cabello. Trate de perfumarme de forma adecuada, pues Jude siempre tenía un aroma exquisito y no quería quedarme atrás.

Jude

17:55 Pm

Estoy fuera de tu departamento. Te espero.

Tomé mi bolso y me dirigí de forma torpe hacia la puerta. Baje las escaleras y salí hacia la calle. Su coche estaba justo enfrente. Cuando Jude me miró bajó rápidamente del coche.

-Vale estás guapísima dijo saludándome con 2 besos en la mejilla. El último más cerca de la boca.

-Gracias tu luces guapísimo, dije mientras las palabras se atoraban en mi garganta.

-Eh sí lo sé, dijo arqueando sus cejas. Abrió la puerta del coche para que yo subiera. Así lo hice.

-¿Estás hambrienta? Dijo sonriendo, pero noté que tenía un doble sentido por lo que me hice la inocente.

-Si tengo bastante hambre dije mirándolo de reojo.

Él solo mordió su labio de forma sutil mientras encendía el coche.

-Gracias por aceptar la invitación

-No, gracias a ti por invitarme

-Disculpa que no te escribí durante la semana. No quería molestarte.

-Oh no te preocupes no es ninguna molestia.

Llegamos al restaurante, llamado Vintage 1997, era un con un aspecto fenomenal, sofisticado pero simple, elegante pero acogedor. En cuanto entramos nos dijeron que era un espacio más privado. La decoración como lo decía su nombre Vintage. Lo que daba una sensación de comodidad, de libertad.

Ordenamos, yo pedí Gnocchi de patata moradas sobre crema de puerro y Jude, Risotto con gambas y carpaccio de gambas. Jude pidió una botella de vino blanco, sin embargo solo nos tomamos una copa cada uno. Durante la comida hablamos un poco de nuestras vidas. Jude me contó de su familia, de su padre, madre y su hermano Jobe. Me comentó de su vida en Inglaterra, y mientras jugó en Alemania.

Yo le comenté de mi familia y lo complicado de vivir todos juntos, las dificultades económicas que pasábamos y lo difícil de criar a mis sobrinos, ya que el padre de estos ni tan siquiera les visitaba. Después de comer Jude acercó más su silla a la mía, y mientras hablamos me acariciaba la mano, o rozaba su pierna con la mía. Después ordenamos el postre, ambos pedimos un mouse de limón con frutos del bosque.

Al finalizar de comer Jude me pidió que lo acompañara a un lugar, tras el salón principal del restaurante había un hermoso balcón con vistas a la ciudad. El balcón estaba cubierto con una especie de rosal blanco que emitía un delicioso aroma.

-¿Te gusta?

-Esta hermoso, conteste absorta mientras admiraba la belleza y el encanto de las rosas.

Se acercó a mí y me abrazó por la cintura. El calor de su cuerpo hizo que el mío se calentara a pesar de la brisa fresca. Con delicadeza me volteo y poco a poco me hizo retroceder para arrinconarse en el balcón. Para acercarse cuidadosamente a mis labios y poseerlos con una ejecución perfecta, era como si no tuviera error. La forma, la velocidad, el toque todo era impecable.