i. preparatoria auradon
L
a llegada a la Preparatoria Auradon, no fue nada igual o parecido a lo que Cherry se hubiera imaginado. Literalmente esperaba que nadie estuviera emocionado y que solo hubieran puesto una estúpida pancarta.
Y la verdad, lo hubiera preferido así.Veamos, Cherry Wood no iba a ir nunca con la palabra fiesta o la palabra celebración en una misma frase, al menos que fuera para decir que las odiaba o que nunca le hicieras una.
No sabía el motivo, pero siempre había odiado cualquier tipo de celebración. Y su bienvenida a Auradon no fue la excepción.
Colores brillantes que le quemaban hasta los malditos ojos, eso fue lo primero que vio la chica de los Wood apenas llegó.
Es cierto que tendría que alegrarse de llegar a tierra firme luego de que hace unos minutos estuvo en una experiencia, según ella y sus amigos, cercana a la muerte.
Pero Cherry opinaba muy dentro suyo que preferiría caer a el mar por culpa de no poder cruzar la barrera a estar ahí en ese momento.
Además, apenas llegaron Carlos y Jay, dos de sus amigos, se pusieron a pelear como animales en el piso por quien obtenía cada cosa de la limusina.
—Chicos, chicos. Tenemos público— murmuró Mal entre dientes mirando hacia la mujer de vestido turquesa frente a ellos.
—Dejenlo como estaba. Y me refiero a que lo dejen, en serio. —
sentenció la mujer frente a ellos, quien tenía cabello castaño y un rostro serio. Parecía que casi quería matar a sus amigos por hacer tremendo desastre en su primer minuto en la preparatoria (y Cherry no la culparía, eran unos ridículos).—Ah... Si.... Solo estábamos... limpiando— respondió Jay, al mismo tiempo que tiraba hacia arriba del brazo de su amigo peliblanco para levantarlo del suelo tratando de lucir inocentes
Luego, la mujer se presentó como el hada madrina, haciendo que Mal preguntara sobre su varita para tratar de apresurar un poco las cosas del robo. No obteniendo respuesta.
Seguidamente, se presentó el rey Benjamin junto con su insoportable novia Audrey.
Aunque, Cherry tenía la leve sospecha de que si ella no hubiera tratado tan mal a sus amigos, podrían haber llegado a ser grandes amigas (posiblemente lo sean, no esperen mucho que la rubia no quiera a personas odiosas).
—¡Nunca se cierran las puertas de la sabiduría! Pero la biblioteca abre de ocho a once y ya saben como soy con los horarios — comentó el hada madrina separando las manos de el futuro rey y su novia para en la última oración guiñar el ojo y luego irse.
«Patético» se dijo Cherry rodando los ojos, lista para volver a hacerlo si alguien más soltaba otra estupidez.
—Es un placer conocerlo finalmente chicos— exclamó el castaño estrechando su mano con Jay y con la voz algo entrecortada en las últimas palabras por el golpe que le había dado este.
—Es un día para recordar— tomó la mano de Carlos, la cual tenía chocolate— el día en que nuestros pueblos se unieron.
—O el día en que los cinco aprendimos donde está el baño— lo interrumpió Mal.
—¿Estuve un poco formal?— preguntó el hijo de Bestia, con un tono burlón que a pesar de todo la oji verde respondió correctamente.
—Un poco bastante— le corrigió la pelimorada.
—Arruine mi primera impresión— respondió el contrario, casi con decepción fingida.
—Si... Bien, solo digo. ¿Qué les parece si coquetean más tarde y mientras nos concretamos en el castillo?— les preguntó Wood interrumpiendo la conversación y poniendo una mano en el hombro de cada uno.
—Si... Mejor.— opinó Audrey separando la mano de Cherry del cuerpo de su novio.
Y todos se encaminaron a el interior del castillo, donde sería el próximo hogar de los hijos de villanos.
editado x3 ahre