SNOW [DESCENDIENTES]

xi. purple hair

xi. cabello púrpura

Cherry, después de todo el escándalo con Ben, había decidido volver a la Isla junto con Mal, pues también había entendido que la chica no la pasaba bien en el lugar de ensueño. Por lo que sin más, tomó sus cosas viejas y se dirigió a la barrera junto con Mal, y ambas pronunciaron el hechizo que les permitiría atravesar el agua subidas a la motocicleta roja que Ben le había regalado a la rubia.

Llegaron a su antiguo hogar, sin esquivar a las personas y viendo los carteles de “traidora” en fotos de Cherry, que, por supuesto, la misma y Mal se encargaron de quitar.

Su primera parada fue “Lady Tremaine: Tintes y Rizos” para que por fin, Mal se deshiciera de aquel cabello rubio que había logrado con un hechizo para tratar de encajar mejor. Pero, como ellas se habían dicho a sí mismas: “nunca has pertenecido y nunca lo harás, deja de intentarlo. Tu cabello, ojos o ropa no va a cambiar lo que eres; una villana” por lo que sería mejor para la ex peli morada volver a su color natural.

Al entrar a la peluquería se encontraron a la pequeña Dizzy Tremaine, quién había sido amiga de ellas durante sus años en la isla, aunque más específicamente amiga de Evie.

—Wow, olvidé que no abrían hasta media noche— comentó Mal para llamar la atención de la hija de Drizella dejara de prestar atención a la música que oía.

La niña rápidamente se dio la vuelta por el ruido de las voces y inmediatamente después de reaccionar preguntó:

—¿Evie también está aquí?— con una mirada esperanzada digna de la pequeña de mechones coloridos.

—Resulta que esta vez solo somos nosotras— respondió esta vez la chica de la capa roja con una pequeña mueca en su cara— Además, necesitamos un cambio, urgente— comentó señalando a la chica a su lado haciendo notar los cambios que se había hecho en Auradon.

—¿Rubio platinado con puntas moradas? ¡No lo puedo creer, no se nota dónde empieza tu cara y termina tu pelo!— chilló Dizzy casi aterrorizada de lo que veía.

—Si, bueno, exactamente para eso veníamos— remarcó la rubia platinada.

Luego de eso, Dizzy comenzó a teñir el cabello de Mal nuevamente a color púrpura con sus uñas de un negro tan oscuro como el mismísimo carbón y, en el proceso, le preguntó a Cherry si ella no deseaba hacer algún cambio en su look a lo que la rubia respondió que no, siendo ignorada por la pequeña quién rápidamente comenzó a cortar su cabello hasta por debajo de sus hombros y alisarlo. Y Cherry tendría que admitir que a pesar de todo estaba satisfecha con el resultado.

Ya cuando las chicas se estaban mirando en un espejo roto y le habían dado el dinero por sus servicios a Dizzy, el sonido de la puerta abriéndose y una voz que conocía muy bien alertó a Wood.

—Entregame eso, chiquita— dijo Harry Hook señalado el dinero en la mano de la menor quién sin dudarlo se lo entregó— Y el resto— continuó golpeando con su garfio la caja registradora.

—¿Sigues haciendo recados para Uma o ahora lo que robas te lo quedas?— preguntó la de cabello púrpura acercandose por detrás y sin notar como la rubia torcía los labios ante el nombre de la hija de Úrsula.

—Bueno, bueno, que linda sorpresa— comentó sonriendo el pirata viendo principalmente a la ojo azul.

—Hola, Harry— saludaron ambas aunque el único saludo que fue sincero fue el de la hija de Caperucita Roja.

—A Uma le encantará saber que están aquí— dijo el mofándose de lo que seguramente pasaría la de capa roja al ver a la de trenzas— No estará dispuesta a devolverte el territorio— siguió está vez dirigiéndose solo a Mal— Y tu... Bueno, ya sabes lo que te espera, ¿No, cariño?— preguntó esta vez hacia Wood que contenía las ganas de golpearlo en ese momento. Pues, ella nunca había tenido ningún tipo de rivalidad con ellos, pero Harry a veces llegaba a resultarle irritante.

—Bien, porque tomaré lo que quiera— contestó con una expresión neutral la de ojos verdes sin entender en lo más mínimo de lo que hablaban los otros dos.

—Si, y dile que necesito verla, y hablar con ella y Gil— murmuró la rubia acercándose un poco más a el hijo de el capitán Garfio para que solo el escuchara. El chico le dirigió una sonrisa traviesa, que, de todos modos, Cherry sabía que significaba que lo haría sin dudar.

Seguidamente, el chico se dio la vuelta tirando a propósito algunos productos para el cabello haciendo a la ojo azul rodar sus ojos y se fue en dirección a su amiga.

Holanda :D
Díganme qué opinan xd