xii. y ella nunca le dijo que lo amaba
Luego de esa incomoda conversación por parte de Harry y Cherry, y que ella y Mal se fueran de el lugar directo a su antigua casa, para ellas, todo había salido bien. Claro que, no tenían como saber que sus amigos habían ido a buscarlas, y que en ese mismo momento Ben subia las escaleras del lugar en busca de ellas.
─No hay fotos de mi con cuernos y un tridente, al menos─ comentó Ben viendo el lugar y sobresaltando a ambas chicas.
─Ben...─ supiró la rubia viéndolo vestido como usualmente se ve en la isla. Seguidamente el chico se comenzó a acercar pero ella lo detuvo poniendo sus manos al frente.
─Cher, lamento mucho que peleáramos. Todo fue culpa mia─ se disculpó el chico mientrras la pelimorada se escabullía por otra parte de la casa para no tener que ser parte de la incomoda conversación.─ Vuelvan conmigo─ pidió tendiendo su anillo a la chica que se encontraba parada frente a uno de los recientes dibujos de Mal.
La oji azul le dio una mirada de disculpa al mismo tiempo que suspiraba y bajaba del pequeño escalón en el que estaba subida.
─Ben... Este es mi hogar, este es nuestro hogar─ declaró refiriéndose a la oji verde y a ella misma y avanzando hacia el.
El castaño comenzó a dudar de sus siguientes pasos y dijo:
─Tenemos la limo, es un lindo viaje.
Cherry simplemente siguió mirándolo con pena, tratando de que comprendiera que ni ella ni Mal tenían el deseo de volver.
─No estamos bien allá, Ben. No se siente como... casa. Hicimos nuestro mayor esfuerzo para encajar, pero simplemente no lo hacemos ─ pronunció Wood─ Y si crees que vamos a cambiar, se que te equivocas.
─Seré distinto. Iré menos a la escuela, y me divertiré mas. Dejare responsabilidades...─ comenzó a decir, siendo interrumpido por Cherry.
─No, ¡no! ES que soy... una muy mala influencia. Solo es cuestión de tiempo, voy a hacer algo tan malo que el reino estará en contra de mi y en contra de ti.
─No nos dejen, Cher ─pidió nuevamente colocando el anillo de el en la palma de su mano─ El pueblo te ama. Yo te amo─ al pronunciar aquellas palabras, repentinamente la chica tuvo un sentimiento de culpa. No por quedarse, sino por no poder decir lo mismo de el.
─Tendre que quitarme de en medio porque es lo mejor para ti y para Auradon. Por favor, vete─ anuncio la chica, y el chico sin querer discutir obedeció.
Y ella nunca le dijo que lo amaba.
Porque realmente no sabía si lo hacía.
Maratón 1/5