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Los pasillos que siempre estaban alborotados se encontraban totalmente vacíos. Ningún alma pasaba por allí, ni los mismo profesores. Todos estaban dentro de los salones, excepto los que se escapaban para ir a fumar o para hacer injurias en los baños y vestidores. Castiel y Nathaniel entraban en este último grupo. No eran una pareja convencional, pero cuando se encontraban sus cuerpos hacian magia juntos. Era una delicia para ambos, sobre todo para Nathaniel, quien había visto en Castiel al amor de su vida.

Nathaniel sentía como el pelirrojo lo sostenía firme desde el cabello, apretujando su cabeza cuando hacia un movimiento intrépido con la lengua. Realmente le ponía. Queria meterse su extremidad cuanto antes y llenarle esa sonrisa pícara que esbozaba con su sustancia, pero sabia que Castiel no lo dejaria hasta que terminara de estimularlo.

—Mm...—gimió el pelirrojo— N-No... Ahí no.

Nathaniel despegó sus carnosos labios del miembro y propuso una sonrisa de lado. Adoraba el alma insaciable de Castiel.

—Encima que hago esto por ti insinúas que lo hago mal —siseó con la respiración agitada. El pelirrojo rio y arqueo la espalda para acercar sus labios a la oreja de Nathaniel.

—Sabemos que el que lo disfrutará más luego serás tú —le murmuró en tono tentativo. El rubio suspiró ganado y mordió su labio inferior antes de volver a meterse la extremidad del otro en la boca y continuar con su maldad más impetuoso que antes.

Los gemidos de Castiel se volvieron más resignados y sus fuertes manos apretaban el cuero cabelludo de Nathaniel mucho más fuerte, como si fuera a arrancárselo. Estaba increíblemente excitado y casi en su punto de orgasmo. Estiró su traquea y cabeza hacia atrás cuando ya no aguantaba más se vino dentro de la boca de Nathaniel, quien trago la viscosidad.

—Es... Estuvo increíble —módulo el pelirrojo incorporándose.

Nathaniel solo miró su cara placentera y mientras su corazon latia a mil, pronuncio tres palabras que tendría que haberse guardado por el resto de su vida.

"I love you"

El pelirrojo se tapó la boca con la diestra y rio conteniendo las carcajadas. El mundo de Nathaniel pareció desmoronarse, se sintió estúpido, realmente estúpido.

cυanтo мenoѕ ѕepa, мejor ||Casthaniel||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora