Return - Kth.

Cap 3

- Llegamos. - Abro los ojos y me bajo de la espalda de Tae.

Me quedo mirando la ciudad por unos segundos. Es increíble. Edificios altísimos, árboles plantados en las calles, gente normal. Hacía mucho tiempo que no veía esto.

- Gracias. - Digo mientras continúo  mirando la ciudad.

- ¿Qué? - Tae me mira sorprendido.

Me giro hacia él y le abrazo.

- Gracias por traerme aquí. - Él también me abraza.

Nos quedamos un tiempo así hasta que Tae rompe el abrazo.

- Debemos buscar un sitio donde quedarnos y creo que tengo el lugar perfecto. Vamos. - Me agarra la mano y empieza a caminar.

Después de un rato andando llegamos a un edificio que al parecer estaba en construcción pero no se terminó.

- ¿Éste es tu lugar perfecto? - Pongo cara de confusión.

- Solía venir a este sitio cuando era pequeño y tenía la oportunidad de escaparme de mi padre por un tiempo.

- ¿Y por qué no escapastes para siempre? - Le miro.

- Porque tú estabas allí y no podía dejarte así de fácil. - Él también me mira.

- Pero lo acabaste haciendo. - Me acerco a él amenazandolo.

- Pero prometí volver a por tí y lo hice. - Se acerca más aún. Mira mis labios. Yo también miro los suyos.

- No me dijiste quien eras desde un principio.

- No creía que fuera el mejor momento. - Sigue mirando mis labios.

- Deberías haberlo hecho.

- Y no sabes cuanto me arrepiento. - Se acerca hasta que sus labios rozan los míos.

Me agarra de la cintura pero nunca llegamos a besarnos. Me aparto de él y miro hacia otro lado nerviosamente.

- Deberíamos hacer esto un poco mas habitable, ¿no crees? - Digo.

- Sí. - Suspira.

Se mete dentro y saca unos productos de limpieza. ¿De dónde ha sacado eso?

- ¿Ahora puedes hacer aparecer cosas? - Pregunto levantando una ceja.

- Algo así. Tengo mis trucos. - Sonríe burlón. - Tendremos que limpiar una habitación al menos para dormir.

- Y también comprar algo en lo que dormir, ¿o prefieres dormir en ese suelo? - Sonrío.

- ¿Y de donde sacaremos el dinero genia?

- Yo también tengo mis trucos. - Él se ríe.

Me doy la vuelta cojo una escoba y un recogedor y me pongo a limpiar un habitación. Tae solo me mira desde su sitio.

- ¿Te vas a quedar mirandome todo el día o me vas a ayudar? - Le miro. Se acerca y coje un trapo y jabón para limpiar la pared.

- ¿Contenta?

- Mucho. - Sonrío.