Seguro que quieres una compañera de piso

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Capítulo 4

Tarareando de vuelta para casa empiezo a pensar en un modo de mudarme a otro sitio más cerca del insti.
Mi hermana estaba hasta la coronilla de tantos deberes. Pobre.
Yo no tenía mucho porque los lunes solo me tocaban 3 asignaturas dónde te dan tarea porque las otras 3 eran: educación física, religión y música.
-Oye, chiquipark.- Me llama mi hermana con su vocecita estridente.- Ven, he visto unos apartamentos que te pueden gustar. Están cerca de la zona.
-Gracias, pero ¿por qué me estas buscando piso?- Pregunto enarcando la ceja sin poder sospechar de ella.
-Quiero que te vayas y así mi futuro perro tendrá su propio cuarto.- Me contesta con toda la normalidad del mundo.
Hago una mueca, mi padre no va a dejarle tener un perro ni en sueños.
-Bueno y ¿qué piso has encontrado? Uno con algunos muebles, cocina y baño. Ya sabes, lo típico.
Yo asentí.
Alba me llamó para buscar apartamentos y decidí acompañarla.
Al final se compró uno la mar de cuqui.
-¿Feliz?- Le pregunto y ella asiente sonriendo.

En casa escucho que mi madre está discutiendo por teléfono.
Cuando ella termina su agradable llamada y cuelga la miro con cara de periodista y no hace falta que le pregunte.
-Era tu padre.- Me responde.- La empresa le ha pedido que vaya a trabajar a Valladolid.
Yo me quedé boquiabierta. Ala.
-¡¿Tan lejos?!
-Si.-Susurra mi madre cerrando los ojos.
Me fui directa al cuarto de mi hermana.
-Ciao.-Me dice con una sonrisa al verme.
-Salut.-Le digo y veo que estaba mirando algo en el portátil.-Umm...¿qué veías en el ordenador?
-Estaba viendo razas de perro.-Me explica volviendo a abrir la pestaña.
-Ya...yo digo los chihuahuas.
-Los chihuahuas son muy chicos, ¿qué tal un perro de agua?
-Demasiado peludo.
Y así estuvimos discutiendo qué raza es la mejor.
Harta de halar tanto de animales salto y le digo:
-Mira ¡cómprate un gato!
Se quedó pensativa y decidí irme corriendo.

A la mañana siguiente

Ya había pasado 1 semana y entonces empezaron los exámenes de nivel. Que siempre ponen al principio del curso.
Alba que estaba al lado mía la vi sacando unos auriculares. Mi parte buena me decía: "Estará escuchando música" Pero la otra, que era la lógica y la astuta me indicaba que seguro que se estaba copiando.
Averigüé por mí misma que parte llevaba la razón.
-Alba, te he visto con los auriculares copiando.-La acusé al boleo para ver cómo reaccionaba. Se tensó.
-Si...y ¿qué pasa?- Me dice enarcando una ceja poniéndole valor.
-Mira, mi padre quiere que viva en un apartamento cerca de esta zona.- Le explico señalando a mi alrededor.- Y lo necesito, cómo no quiero vivir sola ¿qué tal si vivimos juntas?
-Está bien pero el alquiler a medias.- Me dice levantándose.
Yupii.
Tengo casa.

Se lo conté a mi familia y mi hermana saltó de alegría.
Fui al garaje. Ahora ¿qué hago con mi Ducati?
Creo que lo mejor será dejarla aquí en mi casa hasta que compre una plaza de aparcamiento allí.
Cogí una maleta y fui metiendo todo.
-¿Te vas a llevar tus barbies?- Me pregunta mi hermana asomándose por la puerta.
-Noo, si me las llevo Alba les quita las cabezas a las pobres.
Ella asintió.
-¿Y tus peluches?
-Solo el del pato. Pero para decorar la casa, no para abrazarlos por las noches.- Digo nerviosamente.
-Ajá.
-Ven aquí enana.-Le digo abrazándola.

Me fui en tren y luego cogí un Uber para ir a casa de Alba.
Alba me abrió y me dio las llaves. Luego descargué el equipaje.

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