Capitulo 1

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-A..Adri..en, yo... yo..-
Suspiro
*Rayos, yo puedo*
Apretando fuerte los puños y tomando coraje de dónde no sabía gritó.
- Adrien Agreste, me gustas y mucho -
El muchacho mencionado la mira perplejo, su boca abierta y los ojos bien abiertos, nunca se lo hubiera imaginado
-Pe.. Pero yo creí que te gustaba Luka...-
Sorprendida no capta la pregunta
-¿Luka?-
-Si, Luka, pensé.. se veían.. cuando patinamos sobre hielo, pensé..
-No no no no no- Advierte frenéticamente agitando sus manos - Luka y yo solo somos amigos-
Adrien no sabía que responder, el shock no salía de si, realmente pensaba que su amiga gustaba del guitarrista, nunca se le hubiera ocurrido que gustase de él, nunca, jamás.
- Marinette, yo... realmente te aprecio y me super halaga, pero yo...- Su boca se secó, no sabía cómo seguir, sabía que estaba dañando a su amiga así como "Ella" lo lastimaba a él cada vez que lo rechazaba, pero era inevitable, no podía ilusionarla, ellos eran amigos y su amor por su Lady nunca iba a cambiar.  -...pero mi corazón le pertenece a otra persona.. yo, realmente lo siento -
*No puede ser, no..*
-Yo.. lo entiendo...- Dijo con la mirada baja y la cara pálida, un vacío se apoderaba de ella. -Lo siento- Dijo mientras se alejaba.
Desolada corre por los pasillos y escucha como él grita su nombre, no quería verlo, no podía verlo.
Las lágrimas caían de sus ojos, hipidos salían de su boca, no podía controlarse, el dolor la embargaba por completo.
Sola, vacía, quebrada. Esas palabras podría describir vagamente como se sentía.

Adrien no sabía qué hacer, frenético corrió detrás de ella, pero de un momento a otro desapareció. No tenía intención de herirla, se fue sin que terminara, por más que no le correspondiera el sentimiento de amor de pareja, ese amor fuerte, deseoso y pasional. Si la amaba, como amiga, como compañera. Marinette fue y siempre será su primera gran amiga, aquella que lo vio como Adrien, la persona, no como Adrien Agreste, el hijo modelo del famoso diseñador de modas. Ella es muy importante para él, por ello se negaba completamente a perderla, a qué se fuera de su vida, son pocas las personas que lo valoraban por lo que realmente era y no estaba dispuesto a qué se vayan a ningún lado.

Marinette corrió como si no hubiera un mañana, sus pulmones quemaban y su lágrimas apenas la dejaban ver, se dirigió al baño y aprovecho que estaba vacío para transformarse, tenía que salir de allí a toda costa, una vez con su traje salió por una ventana y se dirigió a la torre Eiffel, en aquella gigante estructura nadie la vería llorar, necesitaba sacar todo eso de dentro suyo, necesitaba arrancar aquel sentimiento para volver a respirar.

Él también se transformó, primero buscó en su casa y no estaba, buscó por todo París y no la encontró, derrotado fue a su casa para cumplir con sus deberes como hijo perfecto, pero en la noche la volvería a buscar, no se daría por vencido.

Ella descargo todo, grito, golpeó, pataleo escondida entre los enormes fierros superiores que sostenían la punta de la torre. Exhausta se balanceo hasta su casa, entro por su terraza y se tiró en su cama. Sus ojos secos de tanto llorar, su garganta ardía por los gritos dados. Ya nada le quedaba, estaba flotando en la deriva. Era un sentimiento extraño, era como verse a sí misma destruida, pero no era ella, es otra persona. No podía estar pasándole esto a ella, es completamente extraño.
"...Lo siento"
-¡Cómo puedo ser tan estúpida! Agg* se quejaba la peli azulada *¿¡Cómo puedo creer que él gustaría de mi!? ¿Por qué me regaló un amuleto de la suerte? ¿Por qué bailamos pegados como si fuéramos pareja? ¿Por qué me invitó a una cita doble? ¿Cómo pude malinterpretar todo? ¡si estaba más claro que el agua!- Vociferaba sarcásticamente
Mientras se descargaba enojada y le reprochaba a sus fotos, un gato curioso miraba desde la trampera.

*Tiene razón, parece otra cosa* Pensaba Chat Noir observando desde el techo.
Luego de sus obligaciones civiles, el rubio se encerró en su cuarto y transformándose fue en búsqueda de su amiga. No tenía planeado espiarla, solo quería ver cómo estaba y llamar a su puerta como Adrien para disculparse, pero por lo que veía no sería buena idea, a menos que quiera un zapato en la cabeza, claro.

Con fuerza arrancó las fotos de la pared, las hizo un bollo y las arrojó a la basura. No quería ver su cara, no quería saber más nada de él.
- Listo, borrón y cuenta nueva- Observó la pared vacía, se tiró sobre su cama y lloró otra vez  *Maldito Adrien, maldita sea todo*.
Se levantó de la cama nuevamente pero esta vez salió al balcón, quería respirar aire fresco y el viento frío de la noche, tal vez eso apasigüe a su pobre corazón.
Mirando a la nada las lágrimas comenzaron a correr, no podía parar, salían involuntariamente. Todo le recordaba a él, hacia miles de comparaciones estúpidas miraba al cielo "él está bajo este mismo cielo". Respiraba y pensaba "¿Estará sintiendo el fresco del aire?" No podía parar, era autodestructivo pero no sabía cómo frenarlo.
- ¿Por qué lloras princesa?-
- AAAAAAHHHH

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Fin del capítulo uno.

Holis! Espero les guste, soy nueva en esto, espero poder terminarlo (?)

Hasta la próxima!

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