El jueves, Amaia estaba comiendo en su casa cuando el timbre de la puerta sonaba desesperadamente...
Al abrir, la puerta, se encontró con una persona a la que en ese momento no esperaba tener delante ni en sus mejores sueños, su mejor amiga, Sabrina...
⦁ Sa... sa... Sabrina... ¿Tú... tú... aquí...?
⦁ Jajaja, ¡Sí!, ¡Estoy aquí mi niña!
Amaia enseguida abrazó a Sabrina, no entendía que hacía allí pero estaba feliz de estar de nuevo junto a ella...
Cuando Sabrina pasó, se sentó con Amaia, quien aún tenía cara de confusión...
⦁ jaja sigo sin entender nada... ¿Qué haces aquí?
⦁ Oye, Que si quieres me voy, ¿Eh?
⦁ Por supuesto que no jaja, ¿Te quedarás al concierto, no?
⦁ Pues claro... si en realidad vengo a eso jaja
⦁ Ah bueno, lo mío es solo para no pagar hotel, ¿No?
⦁ Pues claro jaja, que tonta eres...
⦁ Anda, explícame
⦁ Es que cuando te cuente por qué estoy aquí... a lo mejor entiendes menos jaja
⦁ Prueba...
⦁ ¿Te acuerdas de mi pase VIP, no?
⦁ Pues claro... como para olvidarlo jaja
⦁ Ay, ni qué te hubiese hablado de él todos los días... jaja
⦁ Jajaja anda sigue, ¿Qué tiene que ver eso?
⦁ Todo, ¿Recuerdas que cuando salí te dije que había algo que aún no te podía contar?
⦁ Sí, y yo no entendía por qué...
⦁ Bueno, pues después de contarle a Alfred nuestra historia, el me pidió nuestra foto y a cambio me dio una entrada para el concierto y un pasaje para venirme a Madrid dos días antes
⦁ ¿Cómo...?, pero... ¿Lo hizo también con la otra chica que entró contigo?
⦁ No... Marta ya había salido, que por cierto, se puso un poco celosa porque yo me quedé un poco más jaja
⦁ Jaja normal... y sobretodo de lo de la entrada, ¿No?
⦁ No... Alfred me dijo que no las dijese nada, precisamente por eso
⦁ Pues... ni yo misma entiendo por qué te lo dio a ti
⦁ Se enamoraría de ti al ver la foto jaja
⦁ Jaja claro... ¡Ay!, ¡Cuánto me alegro de que estés aquí mi niña!
⦁ Y yo, yo también, y mucho... no sabes lo que me he tenido que aguantar esta semana para no gritarte que venía cada vez que hablábamos por teléfono jaja
⦁ Jaja normal... ¡El sábado repetimos aquel concierto que vivimos juntas!
⦁ Por supuesto jaja, ¿Y hacemos cola, eh?
⦁ Claro, claro... jaja
Alfred, recordaba en todo momento que Amaia y Sabrina se veían gracias a él ese día. Sabía que Amaia debía de estar muy feliz, y eso a él le alegraba mucho, porque la quería, la amaba, y ahora eso lo tenía más claro que nunca...
Mientras pensaba en ella, el timbre del apartamento que se había comprado en Madrid, sonó. Era Lucas...
⦁ ¡Buenas!