Los primeros rayos de sol que atravesaban la ventana iluminaban la habitación. Amaia abrió los ojos y comprobó que esa noche había pertenecido a la vida real...
Tenía su cabeza encima del pecho de Alfred, levantó la mirada y le miró... él estaba dormido pero una expresión de felicidad asomaba a su cara, la misma que reflejaba el brillo de los ojos de Amaia...
Sí, ella se sentía feliz, no se arrepentía de nada de lo sucedido esa noche a la vez que sentía que se había precipitado... dos sentimientos contrapuestos que volvían a confundirla... estaba segura de que amaba a Alfred pero tenía de no conocerle lo suficiente, de que aquello no funcionase, o de que sus vidas no fuesen compatibles...
Amaia seguía mirando a Alfred mientras analizaba cada una de las dudas que tenía en la cabeza cuando él despertó con una sonrisa dibujada en su rostro...
⦁ Buenos días, titi...
⦁ Buenos días, ruru...
⦁ ¿Qué tal has dormido?
⦁ Bien, muy bien, ha sido una noche maravillosa...
⦁ Sí, pero sé que hay algo que te preocupa
⦁ ¿Cómo lo sabes?
⦁ Te conozco esa carita
⦁ Pues la cara no es lo que más has conocido de mí... jaja
⦁ Jaja es verdad, pero es preciosa, y me tiene enamorado... por eso la conozco tan bien
⦁ Necesito que me beses...
Alfred se puso encima de Amaia y comenzó a besarla con amor, cariño y pasión... Entre más besos y caricias pasaron unos minutos, después, Alfred pidió el desayuno que les llevaron a la habitación...
Desayunando, Alfred intentó sacarle a Amaia que era lo que estaba pensando desde que despertó...
⦁ Mi niña, ¿Te encuentras bien?
⦁ Sí, Alfred, estoy bien...
⦁ ¿Pero?
⦁ Pero... pero tengo miedo
⦁ ¿De qué?
⦁ No sé si esto va a funcionar... tenemos vidas diferentes, no se si nos conocemos lo suficiente...
⦁ Shhh... Vale ya, Amaia, no pienses eso... estamos así porque nos queremos, que es lo importante. Ahora toca conocernos, y si nosotros queremos, podemos hacer que nuestras vidas sean lo más compatibles posible...
⦁ Ya... si yo... yo te quiero, y sé que es lo importante. Pero tengo miedo a bajar de la nube de golpe...
⦁ Eso no va a pasar... Te quiero
⦁ Yo también te quiero
Amaia y Alfred se besaron, se sonrieron, y se abrazaron... Los dos estaban a gusto juntos, pero eran constantes de que todo aquello había pasado en muy poco tiempo...
⦁ ¿Te vienes a comer conmigo?
⦁ Solo si esta vez invito yo...
⦁ ¿Por qué? Jaja
⦁ Tu ya preparaste todo este paraíso, ahora quiero pagar yo la comida
⦁ Vale, ¿Reservo ya?
⦁ Sí, yo me voy a mi casa, ¿Vale?, que quiero cambiarme...
⦁ Sí, claro, Te llamo y quedamos
⦁ Eh... ¿A qué número me vas a llamar? Jaja
⦁ Jaja joder, anda, dámelo y yo te doy el mío jajaja