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«Soy alguien que odia en serio la vida humana y mataría de nuevo.»
Aileen Wournos
Según el diccionario, un monstruo es: "un ser que tiene alguna anormalidad impropia del orden natural y es de apariencia temible".
¿Pueden existir personas que, bajo una apariencia de normalidad, lleven en su interior un monstruo que trata de abrirse camino hasta la superficie de su ser?
¿Era Aileen Wuornos un monstruo?
Eso es algo que nunca sabremos, pero lo que sí sabemos es que su vida, desde su infancia hasta el momento en que murió, no fue lo que comúnmente se llama un camino de rosas.
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Aileen Carol Wuornos nació el 29 de febrero de 1956 en Rochester, Michigan. Su padre, Leo Arthur Pittman, era un pederasta que acabó suicidándose mientras se encontraba cumpliendo condena en una cárcel de Kansas. Nunca conoció a su hija. La madre de Aileen abandonó a sus hijos en casa de sus abuelos finlandeses, quienes terminaron adoptando a Aileen y a su hermano Keith, un año mayor que ella.
Aileen Wournos afirmó que su abuelo abusaba física y sexualmente de ella y que solía castigarla con un cinturón, mientras que su abuela era una mujer alcohólica. También dijo haber tenido relaciones sexuales con parejas desde muy temprana edad, incluso con su propio hermano.