Horror vespertino

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Estoy en la parada de autobús;
esperando con mi abuela.
Mientras tanto,
observo como el el humo que sale del tubo de escape
asciende lentamente hacia arriba.
Mierda ascendente.
Obsevo como desfilan los autobuses,
grandes y pesados, como las gordas que veo pasar a mi lado en la calle.

Un enorme y sucio
autobús viene hacia nosotros;
los pasajeros del bus
van apretujados dentro
como sardinas en una lata
mientras el sudor y la negatividad
se derraman a chorros por la
única ventana abierta
al desahogo.

Levanto mi mano y
la agitó en el aire viciado
intentado frenar el vehículo.
Pero es imposible...
pasa de largo, como
si yo fuera un puto noumeno,
estático y hundido en
el miserable asfalto.

Espero que algún día dejen
de ignorar al estudiante,
al obrero,
al pensionado,
al burocrata,
a la ama de casa,
al miliciano,
al bachaquero,
al malandro.

Hasta que llegue ese día,
yo seguire aguardando,
impaciente en la acera.

Algún dia...

El cielo es un lugar aburrido (Poemario)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora