A una muñeca sumisa

38 0 0
                                    

Carne de otra carne, aun así auténtica,
tu mutismo cesara cuando decidas
a la vida entregarte con una sonrisa
de ángel de tenue azul parpadeo.

Horas corren sin sustancia, en tu materia,
copiada del espectro de la inexpresión.
Sasonando tu existencia con breves instantes llenos de silente silencio.

Tus ojos me revelan el idilio de un mundo
bañando en la sangre de la vana razón;
la utopía de un mundo racional y feliz.

Elevate por encima del dolor y la muerte,
conquistando el infinito y las memorias
de un ayer marchito en las fauces del jamas.

El cielo es un lugar aburrido (Poemario)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora