Del cielo se desploman trovadores
y hojas de papel rasgados
llameante: un torbellino de odio
anega la bondad de los fieles canes.
El camarada lleva un aullido
en la oreja, un piercing en
el corazón y cientas de
llagas purulentas conforman
sus sentimientos quebrados.
Camaradas, tristestones y
enmudecidos estamos:
como si la dicha hubiera decidido
escapar del paréntesis entre nuestro
pecho lampiño.
Buscamos la complementación,
la intima conexión con la pieza que
falta en nuestra famelica anatomía.
La verdad, que sea el boleto
que nos saque del gélido pozo,
los culos mojados, empapados
de la desesperanzadora realidad
que repudiamos.
Para nosotros, el amor debe ser un
calido refugio, en su interior,
bandadas de risueños risueñores
tararean melodías de tango
mientras cruzan la estancia
saturada de olores deliciosas,
que exaltan los girasoles marchitos,
arraigados en la memoria.
Culpables somos, hermanos,
de crimenes que
escapan de nuestra
percepción: reprimimos
un grito que provocaba
horrisonos ecos en nuestros yermos;
planificamos con frialdad
atentados cobardes
a nuestra propia felicidad,
y miramos atrás en
incontables ocasiones,
esperando visualizar una promesa
llamada "esperanza",
la cual, ironicamente, esta irremediablemente
perdida entre las grandes multitudes.
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El cielo es un lugar aburrido (Poemario)
PoesíaPoemario experimental de un ser trastornado, en busca de un ritmo propio con el cual bailar, y un estilo que lo haga unico.
