19- (des)Interés

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Cuando iba a mi terraza, miraba a tu casa. Cuando cerraba mi ventana, tu hogar al otro lado estaba. Cuando iba a la puerta de mi casa, la tuya allí aguardaba. En ese momento, yo estaba en esa última situación.

Sentado en la puerta de mi casa, por la tarde –casi de noche-, inhalando aire fresco que me inspiraba a escribirte estas cartas, estas cartas que estaba aprendiendo a escribir.

Prendiste la luz de tu cuarto y te acercaste a la ventana, pero no sola, sino con tu novio.

Y le señalaste el cielo como si quisieses que lo mire, pero no te hizo caso; él te dio un beso, te comió la boca. Pero se podía ver a simple vista –incluso desde la puerta de una casa que estaba en frente-, que vos estabas insatisfecha porque él no había apreciado el cielo.

Y entendía tu fastidio, lo entendía increíblemente.

Porque yo siempre había intentado compartir mi arte con mis amigos, y ellos lo llamaban "gay", y me parecía una idiotez que lo hagan. Y sin importar la cantidad de veces que yo les fundamentase que ser gay no tenía relación con el arte, ellos seguían riendo y bromeando.

Pero vos lo olvidaste rápidamente y le devolviste otro beso, haciendo una mueca de felicidad.

Deseaba ser yo el que ponga una sonrisa en tu cara.

Deseaba ser yo el que ponga una sonrisa en tu alma.

-yo

Febrero 2017

Cartas que definitivamente no te voy a mandarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora