Nuestra maldición - Ranma y Ryoga

Capitulo 10: Mi Amor

Días antes:

Una chica de pelo corto caminaba por una ciudad totalmente desconocida para ella tratando de encontrar algún lugar para dormir, cuando escuchó voces que le eran conocidas.

Se fue acercando lentamente y...

- Te recuerdo que tenemos que buscar algo sobre la maldición de Jussenkyo, no podemos perder el tiempo. - dijo Ranma.

- ¿Qué hace él aquí? - se preguntó la joven.

- Tienes razón - dijo Ryoga desanimado - Ha pasado demasiado tiempo desde la última vez que la vi, al igual que a su... - se calló abruptamente - Tenemos que ir con ella. ¡Cómo no se me ocurrió antes! - dijo el pelinegro emocionado.

- ¡¿Qué?! - exclamó Ranma alterada - ¿De qué estás hablando? - preguntó.

A la chica peliazul se le hacía raro que ellos dos justo estén ahí. Hablaban sobre ¿Jussenkyo? y parecía que su ex prometido estaba celoso de algo. O más bien, de alguien.

- ¿Por qué está en su forma femenina? - se preguntó Akane, tenía más dudas que respuestas. Los siguió discretamente hasta que llegaron a una casa.

Por la noche:

La chica de ojos cafés estaba a punto de quedarse dormida cuando escucho como alguien abría la puerta de la casa. Ella se ocultó un poco más y vio como alguien se sentaba en las gradas de ese lugar.

- ¿Qué le sucede? - pensaba la chica al ver al amor de su vida tan desanimado - Nunca se porta así, quiero ir a su lado y decirle lo que siento - la chica imaginaba varios escenarios - Yo se que el me ama, él me ama a mi y a nadie más. Ni siquiera debería dudar -

La joven empezaba a jugar con sus dedos, mientras pensaba en el supuesto amor que su ex prometido le tiene hacia ella.

- ¿Por qué tengo que revivir mis sentimientos hacia ti? - pregunto la pelirroja hacia el viento - Ahora que soy una mujer pareciera que te importo y eso solo hace que esté más confundida. -

- Sentimientos... ¿hacia quién? - se preguntaba la chica - No permitiré que me quiten a mi Ranma, él es solo mío.

Estaba completamente loca, pero todo lo justificaba con el enfermizo amor que sentía. No le importaba si se manchaba las manos de sangre para demostrar su cariño.

- Pensé que si te molestaba lograría atraer tu atención aunque sea para que me mires por un momento - dijo la chica de ojos azules con una triste sonrisa mientras miraba el cielo lleno de estrellas - pero terminaste dándole a Akane lo que yo más deseaba, amor mío. -

La peliazul se sorprendió al escuchar eso y después de decir las cosas se dio cuenta de que

- Está enamorado de Ryoga - pensó enojada.

En la mañana del día siguiente, Akane fue a un lugar que había visto mientras caminaba por esa ciudad y compró cosas que necesitaría.

Volvió a la casa en la que el par de jóvenes se estaban quedando y cuando ellos se fueron. La joven los fue siguiendo.

Tiempo actual: Cerca de la cascada

Después de que el par de jóvenes rompieran el abrazo sintieron como se empezaban a sonrojar poco a poco. Nunca se dejaron de mirar a los ojos y sentían la necesidad de acercarse cada vez más.

Para su "suerte", Ryoga recordó que estaban cocinando.

- ¡Cierto! - dijo el pelinegro separándose totalmente nervioso - D-Debo ir a ver la comida -