Nuestra maldición - Ranma y Ryoga

Epílogo: Nuestra Maldición

Habían pasado 5 meses desde que Akane murió y que Ranma volvió al Dojo Tendo junto con Ryoga.

Todavía recordaba bien cómo fue que les explico todo lo sucedido.

...

Por fin habían llegado a Nerima, todo era tal y como lo recordaban.

Caminaron por las estrechas calles de la ciudad hasta llegar al Dojo Tendo.

Ranma empezó a temblar al llegar a la puerta ¿Y si la culpaban por la muerte de Akane? Tenía miedo, pero ¿Acaso ellos serían capaces de hacer eso?

- Tranquila, yo estoy contigo - dijo el pelinegro dándole un beso en la frente y cogiéndole de la mano para transmitirle fuerza.

Y golpeó un par de veces.

Momentos después, Kasumi abrió la puerta y se llevó una gran sorpresa al ver a los dos jóvenes en la puerta de su casa. Ella simplemente los miro con ternura, les saludo y les invito a entrar a su hogar.

- Que gusto volver a verlos - dijo la chica con una sonrisa abriendo más la puerta para que pasen.

El par de muchachos entraron juntos, recorriendo con su mirada el lugar.

Si, definitivamente nada había cambiado.

- ¿Dónde está mi papá? - preguntó la pelirroja a Kasumi.

- El tío Genma está en la sala con mi papá y Nabiki - respondió la mayor de las Tendo.

Entraron a la casa y vieron como todos comían en silencio. Aunque todo el mundo lo negara, se acostumbraron a las típicas peleas entre Ranma y Akane.

Genma fijó su mirada en Ranma y luego en las manos de los dos jóvenes. Pero no le tomo importancia. O eso querían pensar ellos.

- ¡Ranma! - grito y se abalanzó sobre su hijo, algo muy extraño, acción que dejó inquieta a la chica.

- ¿Dónde han estado? - preguntó el señor Tendo acercándose a los dos chicos.

Les hacían demasiadas preguntas por lo que Ranma les interrumpió.

- Necesito hablar con ustedes - dijo la chica de trenza de golpe y bajando un poco la mirada.

Todos los presentes se sentaron alrededor de la mesa y Ranma les contó todo lo que había pasado, desde el inicio de su viaje con Ryoga, obviamente saltándose las partes del beso y el inicio de su relación, hasta el secuestro y...

- La golpeó varias veces y en todo el desastre que hubo, Akane terminó herida de gravedad y murió antes de que pudiera hacer algo - explicó la joven.

Sentía que las lágrimas iban a salir de nuevo, pero hizo todo lo posible para no mostrar la pena que sentía. Aunque pudo recomponerse un poco al sentir la mano de su novio era entrelazada con la suya dándole a entender que la estaba apoyando.

Todas las personas que estaban en la sala se quedaron en silencio, en sus caras se podía ver la sorpresa y tristeza.

- ¿Es una broma verdad? - dijo el señor Tendo levantándose de golpe asustando a los presentes - Mi hija no puede estar muerta - volvió a sentarse tapándose la cara mientras sus hijas lo abrazaban consolándolo aunque ellas estaban igual de tristes que su padre.

- Lo siento mucho, no pude hacer nada. Pensé que ustedes debían saberlo, no era justo que yo sabiendo lo que paso no les contara nada - habló la pelirroja - y... era lo único que tenía que hacer aquí así que... mejor nos retiramos - continuó, levantándose junto con el pelinegro.