El omega pudo sentarse gracias a los empleados de Jimin que le ayudaron a ello pues se encontraba realmente mal, pensar en su hermano y en que tal vez nunca lo iba a volver a ver le ponía realmente triste y hasta unas pequeñas lágrimas se habían escapado pero para que el alfa no las vea rápidamente se las limpió con la manga de la camisa de su pijama, sus mejillas rojizas, jugaba con sus manos y su mirada estaba sobre ellas intentando calmarse de esa simple manera, por el celo se volvía mucho más sensible y claramente pensar en lo que su familia le hizo, en su hermano, todo eso le hacia ponerse triste pues realmente deseaba volver a ver a su hermano mayor, era al único que le contaba todo y ambos se quieren demasiado.
Jimin estaba llamando una y otra vez a la casa de los Min, sí, a la familia de su omega pues estaba decidido a hablar con el hermano de este y con nadie más así que cuando escuchó que este por fin le atendía la llamada sonrió feliz. Quería traer unos días a ese tal Jin a su casa, quería ver a su omega feliz por encima de todo pues se ha dado cuenta que lo que más le importa ahora es su felicidad y le da igual la subasta en la que lo compró, le da igual las reglas de esta o todo lo que significa para el menor la subasta, solo quiere verle feliz y si es posible conquistarlo a su manera aunque sea algo difícil de conseguir.
–¿Ir con mi hermano? ¡Claro que quiero! Es decir, si es una broma me las pagas, quiero ver a mi hermanito -Decía Jin al otro lado de la línea, se escuchaba emocionado y eso hizo que Jimin se sintiera feliz pues sabía que hacer que ambos hermanos se reencuentren causaría la felicidad en su pálido omega, es todo lo que quiere, por lo que al escuchar que Jin estaba deseando venir le dijo la dirección rápidamente confiando en que no se la diga a sus padres, por la llamada planearon en que en la noche Jin llegaría a la casa y se quedaría bastantes días para estar junto a su hermano, volviéndose a ver después de bastante tiempo desde la subasta y ya estaba deseando ver la radiante sonrisa de su omega.
No es típico de Jimin hacer esto, con los otros omegas reía burlándose de las lágrimas de estos o se enfadaba con ellos hasta echarlos de su vida, se creía alguien malvado ahora dándose cuenta de todo pues siente algo fuerte por el omega, odia verlo triste y solo desea su felicidad por lo que sabe que está sintiendo algo fuerte por el hermoso pálido omega, por ese omega pálido que ha conquistado su corazón, algo que nadie nunca ha conseguido nunca y está dispuesto a protegerlo de todo lo malo pase lo que pase.
Yoongi se levanta de la silla y corre hacia donde está el alfa, no quiere estar alejado de él, solo desea sentir los fuertes brazos de Jimin rodear su anatomía, al sentir que aquellos le rodean suelta un suspiro relajado sintiendo como tal vez, sus lágrimas vayan a cesar pronto debido a sentir la calidez del cuerpo del alfa quien lo alza, abrazandolo más fuerte y cerca suya juntando sus labios en un beso que hace que finalmente el omega deje de llorar gracias a él, gracias a ese alfa y ambos se miran diciéndose todo con esas miradas pues se han dado cuenta de que sí, lo que sienten por el otro es muy fuerte, es como si el destino haya esperado por esto y haya planeado que alfa y omega estén juntos sintiendo esas cosas tal vez algo prohibidas.
–Por favor alfa, no te alejes...quédate un poquito a mi lado -El omega dice cerca de los labios del mayor y el alfa que no lo suelta en ningún momento escucha lo que dice sonriendo ladino mientras acerca sus labios a los ajenos plantando otro pequeño beso algo duradero hasta que le mira, guiñandole un ojo y caminando con él hasta la cocina, dejarlo sentado en la encimera de la cocina de forma que ambos queden cerca y Yoongi pueda abrazar al alfa por su brazo, sintiéndose bien si es a su lado. Jimin sabe que se están acercando, poco a poco y después de lo que pasó entre ellos sabe perfectamente que se están acercando más de lo debido y no piensa alejarse, está deseando conquistar al pequeño.
–Nunca me voy a alejar de ti y ahora come, quiero que te alimentes y luego vuelvas a descansar, que te tengo una sorpresa -Dice Jimin quien se gira a seguir preparando algo de comer al menor quien tenía su boca abierta pues la palabra: 'sorpresa' le había dejado confuso, emocionado hasta tal punto de estar pensando en muchas posibilidades en su mente, su mano estaba en su barbilla mientras movía sus piernas pensando en qué podía ser, realmente no se acercaba a lo que la sorpresa es de verdad. Su reacción iba a ser muy importante pues lleva días sin ver a su hermano y encima, cuando sepa que Jimin ha sido el que ha causado eso va a sentirse agradecido por siempre y seguramente sus sentimientos crezcan porque ya sabe, que Jimin es el alfa más bueno de todos a pesar de todo lo de la subasta.
Jin le tenía rencor al alfa Jimin, tal vez un poco ya que bueno, es el hombre que ha comprado a su pequeño hermano omega y piensa que alguien que se dedica a comprar a jóvenes inocentes en subastas no es alguien bueno, el solo iba a esa casa para ver que su pequeño hermano está bien, para saber que sigue feliz y que ser subastado no le ha impedido seguir su vida pero también va para vigilar a ese alfa porque si ve que le hace daño a su hermano, Jin no dudará en hacer algo para evitar eso sea lo que sea ya que se prometió a si mismo cuidar a su pequeño hermano por encima de todo.
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Seguro que no esperabais que Jimin hiciera eso;) ¡Espero os haya gustado este capítulo! Nos vemos^^
