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Ha pasado una semana y media después de la muerte de Toichi Kuroba; la cual, todos los medios la tomaron como un trágico accidente que solo obtuvo al mago como unixa víctima. Durante ese tiempo, le fue bastante duro y difícil para Shinichi el distanciarse por completo del ojivioleta; después del suceso, hubo varias noticias que repetían la misma muerte del gran mago, que no dejaban de herirlo aún mas, aún si él no sufrió tanto como ahora lo hacía Kaito.
Todos los días al despertar; él joven detective siempre les pedía a sus padres el ir y ver al joven mago una vez mas, pero siempre su respuesta era negativa, ya que ellos decían que aún no era el momento adecuado para distracciones y que ahora lo dejara estar más tiempo reflexionando, aceptándo tal suceso por su propia cuenta.
Aunque sabía que eso era muy cierto, Shinichi ya no podía, ya no era capaz de hacer cualquier otra cosa sin preocuparse por el bienestar del aspirante a mago; ya que, justo a mediados de aquella semana, él ojiazul recibió la visita de Saguru en su casa, quien le había dicho que dentro de unos días se iría a Francia a vivir con su abuela una larga temporada y que ya no habria necesidad de seguir aprendiendo a tocar el violín, cosa que a Shinichi no le habia interesado mucho.
Sin embargo, después de eso; Hakuba había comenzado a hablar lo muy poco que sabía de Kaito solo para informarlo, logrando por fin atraer toda la atención del ojiazul.
Según él y lo que había oído de parte de Aoko; no había salido de su cuarto desde ese día y nadie ni su madre sabían siquiera si se alimentaba o si necesitaba algún apoyo.
--Entonces ¿Estás diciendo que te irás sin siquiera despedirte de Kaito? --escupio el ojiazul, quien solo lo miraba curioso y un poco afligido al rubio --¿O siquiera ver cómo está?
--No puedo --Solto Hakuba un poco deprimido, intentando no pensar mucho más en él ojivioleta, ya que aunque no lo dijera tan expresamente como Shinichi, él también le tenía un gran afecto --he hecho de todo para intentar hablar con Kuroba pero no contesta, su madre ahora lo deja ahora mucho más tiempo solo en casa... ya ni Aoko logra comunicarse con él... Ya nadie sabe qué hacer.
Él ojiazul solo solto un breve suspiro, que hacía el intento de calmarlo para comprender lo poco que lograba decirle él londinense. Nunca pensó que tan severo era el caso de su mejor amigo; según habían escuchado de Nakamori y Saguru, Kaito y su padre tenían un gran lazo padre-hijo que se notaba a primera vista, pero nunca pensó en el gran dolor que pasaba y más aún si este se encontraba en soledad.
--Pero... ¿Y su madre? --Fue lo único que logro decir él castaño, evitando seguir el impulso de ir corriendo por toda la casa, en busca de sus padres para que lo llevarán con él mago--No debería estar ahora más tiempo con él... Ella a de saber que lo necesita.
--Las cosas no son tan fáciles Kudo --exclamo el rubio sin dejar de mirar hacia el suelo, lleno de impotencia --ella también está dolida... Según él padre de Aoko, ella sufre depresión y lo manifiesta con la desatención de sus prioridades... Toda la familia de Kuroba sabía usar una póker face única, esta es la de su madre --dijo mientras regresaba la vista a su amigo, quien solo lo miraba muy decaido --Mira, no sé si sirva de mucho... Pero ambos sabemos que Kaito es fuerte, logrará salir de esta y si no puede, se que estarás ahí para él... Él te quiere mucho y sé que tú a él.
Dicho eso; Hakuba se levantó de su asiento y salió del hogar de los Kudo, dejando a un más preocupado al ojiazul por el bienestar de la familia Kuroba.
Shinichi al verlo irse; no supo cómo responder o actuar a lo que le había dicho, solo logro pensar en una cosa... Que protegería a Kaito de todo lo malo que haya en él mundo, ya que ahora él era lo que más le importa en este mundo... Lo mantendría siempre unido a él y de ser necesario construiría una burbuja de oro únicamente para él mago, con tal de solo ver su típica sonrisa de nuevo.
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Nuestra Melodía
RandomLo que había empezado como un castigo para un pequeño detective de siete años, paso a convertirse en el principio de los mejores momentos que en toda su vida haya vivido... Dicen que la gente no puede olvidar nunca, una melodía que tanto a apreciado...