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Se encontraba confundido, afligido, asustado... Ya no sabía ahora en qué creer; buscaba y deseaba todas las respuestas, pero nunca, jamas, quiso encontrar algo como esto, quería demostrar la inocencia de Kaito a Hakuba y a todo aquel que creyera en la ridiculez de que el era Kid, pero al ver todo esto ¿Cómo lo dejaba ahora?
--¿Oye Kudo? --pregunto Heiji aún en línea, logrando sacar al ojiazul de su ligero pero tortuoso trance --¿Qué sucede? ¿Por qué gritaste?
Shinichi aún un poco perdido; volvió a colocar aquel aparato cerca de su rostro para solo decirle que todo estaba bien y que después le hablaría con mucha más calma, colgando lo más rápido posible evitando dejar que el moreno le dijera cualquier otra cosa.
Las luces sin previo aviso comenzaron a encenderse una tras otra; iluminando de a poco toda la habitación, dándole la ligera sensación de que estaba a punto de presenciar un espectáculo.
Aquella habitación era algo profunda, incluso más que sus propios cuartos. Notó a primera vista que este cuarto escondido no podía ser obra del mismo Kaito; el estilo algo retro y los antiguos objetos de mago, eran cosas que no acontecía o iban a corde con la algo conocida personalidad del mago, sino de un adulto tal vez algo mayor.
De repente y casi ocasionándole un ligero escalofrío de temor al ojiazul; la rockcola que estaba casi escondida en uno de los extremos de las paredes comenzó a brillar, dejando a su vez, ver como un disco era seleccionado posiblemente aleatoriamente para reproducirse.
--Kaito... --Brillo de varios colores, acorde a la voz que sonaba de aquella rockcola que logro llamar la atención del ojiazul al reconocer la voz del padre de Kaito --como dijo una vez Morten a Hecate... Todo es todo. No hay diferencia entre la magia y el alma misma. Somos piezas de rompecabezas en un eterno y continuo cambio --decia la voz de Toichi, dejando al detective aún mudo, intentando entender tanto lo que sucedía como lo que decía aquella maquina --Para ser mago, debes estar bendecido por un Don... Mago es solo una palabra que usa la gente común para explicar aquello que ignora... Entonces ¿Sabés tú lo que ignoras?
Confusión. Desde que había caído por aquel cuadro estaba confundido, eran muchas las preguntas que tenía y no había nadie que al parecer pudiera darle las respuestas; mas, al oír aquellas palabras que técnicamente iban para Kaito en vez de a él, su mente solo pudo centrarse en intentar entender lo que el padre de Kuroba le dijo.
No sabía mucho de magia, es más, nada en realidad. El aspirante a detective; de hecho, siempre observaba muy atento a todos los trucos buscándoles sentido y lógica a sus técnicas; pero mas haya de eso, no sabía en absoluto nada de magia.
Más este aún no se rendía, tal vez la diferencia entre un mago y un detective era enorme; pero al final, solo son dos personas simples, que aún están en busca de algo... Tal como dijo una vez Kid.
Antes que pudiera levantarse del sofá, una gran caja apareció de repente frente a él, sorprendiendolo aún más si era siquiera posible, notando como las puertillas que tenia se abrieron de par en par, dándole la ligera sospecha de que tal vez todo estaba mecanizado.
Al estar ambas puertas abiertas, logro solo divisar un maniquí y un bastón de mago a lado del mismo muñeco. No halló nada más, en ese pequeño ropero si así puede llamarle; tal vez esta era la prueba definitiva para saber si Kaito y Kid tenían alguna relación, solo debía esperar a que Kaito llegará, ahora todo se trataba de tiempo y paciencia.
La verdad saldrá, siempre saldrá a la luz la verdad definitiva; por muy dolorosa y horrible que sea.
Sin pensarlo mucho; se levantó de aquel cómodo sofá, para ir e inspeccionar su única pista, el bastón. Tal vez para muchas personas no era mucho, pero el tener un bastón de un posiblemente desconocido, le recordaba demasiado al inicio de la obra de Sherlock Holmes, el sabueso de Barkesville.
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Nuestra Melodía
RandomLo que había empezado como un castigo para un pequeño detective de siete años, paso a convertirse en el principio de los mejores momentos que en toda su vida haya vivido... Dicen que la gente no puede olvidar nunca, una melodía que tanto a apreciado...