NamJoon se había quedado consolando a SeokJin casi todo el día y a pesar de que tenía decenas de cosas que hacer para la mafia, sus planes habían radicalmente cambiado, tal vez iba a hacer la mitad de las cosas ese día; pero cuando SeokJin comenzó a llorar y no paraba su trabajo fue quedarse ahí, abrazandolo, susurrandole cosas tiernas, hablando sobre lo sucedido y... Había llegado a una gran conclusión. Tal vez por su culpa SeokJin estaba así y eso le estaba carcomiendo el alma, su pecho dolía al ver a su tan querido novio casi ahogandose entre lágrimas. No podía seguir así.
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NamJoon miró a traves de la ventana del auto, eran pocas las veces que salía, demasiado pocas, esa vez, decidió que lo que haría era lo correcto si tanto amaba a SeokJin quien estaba a su lado con los ojos vendados. Quería tal vez darle la sorpresa, o tal vez no quería ver más la tristeza en sus ojos. Quitó la venda con cuidado y después miró a otro lugar.
- Vé. -SeokJin lo miró y después fuera de la ventana, el hospital para el que trabajaba antes estaba ahí, frente a él.
La mirada del de 27 se dirigió nuevamente a NamJoon, pensó demasiadas cosas durante la última semana. El de cabellos rosados le sonrió y lo abrazó con fuerza, agradeciendo miles de veces. Lo mejor era dejar ir al mayor.
- Te amo, gracias. -Repitió el mayor. - Volveré a casa pronto, lo prometo.
NamJoon lo alejó y negó reprimiendo sus deseos de volver a llevarlo a su hogar.
- Aja, vuelve a casa. - el mayor sonrió y le dió un tierno beso en la mejilla.
No respondió solo se despidió y bajó del vehículo para correr al hospital. Al entrar, la recepcionista lo miró sorprendida.
- ¡Doctor Kim! ¿Donde a estado todo este tiempo? - SeokJin negó.
- Un Viaje Sorpresa de suma importancia. - mencionó sonriendo. - Es hora de trabajar, ¿Tengo pacientes hoy?
La mujer negó.
- Llama a los cuales tenían cita días que no estuve. - Caminó a su oficina. - Oh, tambien dame toda su información, papeleos y cosas de las cuales se necesite mi aprobación. Que sea lo más rapido posible.
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Las horas pasaron, se quedó practicamente toda la noche y mitad de la madrugada, sin comer, puesto tenía muchas cosas de las cuales preocuparse. Al terminar su turno salió con una sonrisa para mirar a todas partes, esperaba por NamJoon o almenos alguien de la casa; pero no estaba nadie ahí, esperando por él. El chico se sentó en una esquina, comiendo algo que había comprado con el poco dinero que tenía en su tarjeta, pues el había gastado casi todo su dinero hace un tiempo.
- NamJoon, hace frío, ven a buscarme, ¿sí? Bueno, sé que es tarde; pero porfavor envíame a alguien a buscarme, quiero verte y ducharme, ponerme ropa limpia, para así dormir contigo. Quiero contarte de mi día. - Colgó ya que había enviado un mensaje, SeokJin sabía todos los números de la casa; pero decidió esperar. Pasó una hora y SeokJin agarró su móvil otra vez para llamar a seguridad, teniendo una respuesta casi de inmediata.
- Hola, ¿Podrían por favor venir a buscarme? Soy SeokJin.
- Jóven, el Jóven NamJoon pidió no le buscarmos... - Frunció el ceño.
- ¿NamJoon que? Ven a buscarme por favor. Hace frío y estoy muy cansado, no tengo donde quedarme. - Mintió, realmente quería estar con NamJoon a toda costa, no deseaba ver a sus padres.
- Sí, Jóven, lo que usted diga. - SeokJin ladeó la cabeza y luego colgó, al parecer tambien tenía a quienes seguían sus pedidos.
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Al llegar, SeokJin se puso su pijama, para luego ir a la habitación de NamJoon, entrando como si nada. Él vió al menor en su computador, estos se miraron y NamJoon entró en pánico.
- ¿Que haces aquí? Tengo que estar soñando, tengo mucho sueño.
- Si bueno, el sueño se te irá a la puta mierda - Se subió en NamJoon luego se dejar el computador a un lado, lo agarró de las muñecas con todas sus fuerza, enterrando sus uñas en ellas. - ¡No me vuelvas a abandonar!
NamJoon cerró sus ojos con la cabeza baja. Había escuchado todos los mensajes desde antes que saliera, lo sabía, él quería que fuera con él; pero se negó, se encerró en el cuarto luego de ordenar se negaran a las ordenes de SeokJin. Le mataba haberlo dejado, creyó haber hecho lo correcto y que SeokJin volvería a su hogar, que al ser libre estaría feliz.
- ¿Cuando te pedí me dejaras tirado? ¿Cuando te pedí que me dejaras ir luego de tanto? ¡Te agradezco de todo corazón me consideraras y me dejaras ir a trabajar, ocuparme de lo que amo, NamJoon; pero no me vuelvas a hacer eso! Ni se te ocurra a volver pensarlo, NamJoon. - Aflojó su agarré con lagrimas corriendo por sus mejillas. - Te amo, no me vuelvas a abandonar.
- Lo siento. Creí era lo mejor para tí, no tomaste en serio mis palabras creyendo que iría por tí. Escuché todos tus mensajes y me dolía mucho dejarte; pero sentía que debía hacerlo. Disculpame. - NamJoon acarició sus mejillas con suavidad, quitando las lágrimas de las mejillas de SeokJin. - Tambien te amo, SeokJinnie, por eso lo hice.
- Por favor, consultame antes, no quiero volver a pensar que lo hiciste para mal. - se abrazaron con ternura, NamJoon acariciando la espalda del mayor.
- Lo haré, lo prometo. - SeokJin se sentó a su lado y lo miró con una tierna sonrisa. - Te amo, SeokJinnie. Te amo mucho.
Se acercó al de cabellos rosados para besarlo con ternura, un beso largo lleno de sentimientos tiernos. El de 23 acarició las mejillas de SeokJin, separandose un poco para respirar de manera suave, solo dejando unos pequeños centimetros de por medio, para después volver a besar al mayor entre los dos, amaba a SeokJin, a su SeokJinnie. No volvería a dejarlo, la próxima vez consultaría las cosas con su novio para no volver a cometer un error estupido como ese.
- Te amo yo también, Nammie...-El de 23 sonrió de manera tonta entre pequeños besos que lo hacían sentirse un idiota enamorado.
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¿Apostamos? {NamJin}
FanfictionKim NamJoon a sido un chico que a tenido que sustituir a su padre en la mafia para la que ahora se encarga desde que era un adolescente; pero tiene una gran obsesión por las apuestas y vive por el lema: 'Mientras más arriesgada, mejor'. Kim SeokJin...