♦♠ XXIII ♣♦

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Día tras día YoungSoo continuaba con lo mismo, lastimaba a SeokJin y torturaba a NamJoon cada noche. El de 34 le dió un pequeño beso en los labios a SeokJin, que ahora solo estaba apenas consiente y lo tenían casi como marioneta. NamJoon estaba prácticamente siendo la mascota para descargarse de YoungSoo. Aparte de ser tratado como perro, estaba obligado a ver cada vez que YoungSoo usaba a SeokJin como su juguete sexual.

- Dejalo... Mo lo toques... -NamJoon temblaba haciendo las cadenas sonar un poco.

- Deja que bese a mi nuevo novio, NamJoon. - acarició la cintura de SeokJin para luego empezar a tocarlo. - hoy no tuvimos mucho sexo, ¿No, cariño?

- ¡No lo toques más, basta! - YoungSoo se levantó de la cama y se acercó a NamJoon.

- ¿Que harás si no me detengo? -el de 23 solo lo miró.

- Te mataré, lo juro. - el jóven de cabellos negros trató de zafarse pronto sintiendo un fuerte golpe en su mejilla.

- Si no quieres que lo toque más... -miró a SeokJin que prácticamente solo a estado mirando a un punto muerto desde hace un tiempo ya. - Hazme algo.

NamJoon hizo una mueca, ya sabiendo que YoungSoo deseaba al menos, sexo oral. Jamás le ha dado el "honor" a alguien más que a SeokJin de usar su boca para dar placer.

- Si quieres que te dé algo de placer lo más que haré será masturbarte. -mencionó con asco.

- Lástima, entonces seguiré con Jin. - NamJoon gruñó.

- Maldición. ¿Qué quieres realmente? -masculló, tan solo pensar en cualquier cosa le daba asco.

YoungSoo acarició la boca de NamJoon para sonreír con malicia. El de 23 tembló de asco, mirando a SeokJin de reojo.

- Si lo hago, debes dejarlo ir, YoungSoo. -el mayor pensó.

- Si quieres que lo deje, debes hacerme sexo oral diario, esta cuenta para mañana, NamJoon. - el chico suspiró y asintió casi sin pensarlo.

- Que sea semanal. -

- Aun estando en tu posición osas tratar de negociar, Kim. -el de 23 frunció el ceño. - Será diario, o nada.

El de 34 bajó su pantalón y ropa interior luego agarrando su intimidad y acercarla a los labios del de 23. NamJoon comenzó a temblar, siempre lo hacía cuando no estaba cómodo con algo y se veía completamente obligado a hacerlo. Abrió la boca metiéndose el pedazo de carne a la boca, comenzando un movimiento de arriba a abajo, asqueado, teniendo arcadas.

- Hazlo mejor, NamJoon. Sé que al menos, de una manera, le compensabas a Jin no querer tener sexo. No querer lastimarlo o complacerlo como yo lo he hecho, ¿No?

NamJoon se molestó, tenía mucha rabia; pero no se arriesgaba a nada más que darle más placer a YoungSoo. Poco después sintiendo un tibio líquido en su boca. Se separó y  escupió a un lado de sí mismo. El de 23 subió la mirada al ver a Pyeong acomodar su ropa.

- Buen perro, Kim. -sonrió y se acercó a SeokJin para acariciar la cabellera rosada. - Espero tengas buen sueño, cuidaré bien de tu primito, no te preocupes.

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- No te cuesta tanto, NamJoon. - el de 23 miró a otro lugar con la boca llena de semen.

- Eres de lo peor, Pyeong YoungSoo. Juro que... -se quejó cuando el mayor lo golpeó.

- Ya cállate, haz estado diciendo lo mismo desde que llegaste. No haz podido hacer nada más que recibir golpes y dar buenas mamadas para salvar a tu primito. Acabas de mostrar que estarías dispuesto a lo que sea por estar con él como algo amoroso y no familiar.

¿Apostamos? {NamJin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora