Another phase | lrh

L-iv.i

Cerré la maleta y la coloque en la parte de abajo del closet. Ya tenía todo listo para dentro de unos días que comenzara la gira. No me gustaba tener que seguir haciendo equipaje por lo que me esforcé en hacerlo lo más rápido posible.

Salí de mi habitación para ir a la cocina en busca de una taza de café. Pronto se haría de noche, trataba de no dormir demasiado tarde, luego no podría dormir lo suficiente. Tuve que pasar por el comedor antes de llegar y pude ver todo el desorden que Alex había dejado desde la mañana.

En los últimos días había preferido quedarse en mi departamento, eso significaba que tenía todas sus cosas de la escuela regadas por doquier. No me molestaba a pesar de que siempre trabaja de mantener limpio el lugar, eso le daba otro toque de vida. Además me gusta tenerla aquí.

Aunque últimamente no hemos pasado mucho tiempo juntos

Me preparé una taza de café y me senté en uno de los bancos de la cocina. Mientras lo tomaba revisaba mi celular para que el tiempo pudiera pasar más rápido y la espera del regreso de Alex no se hiciera tan larga.

Al cabo de unos minutos escuché como metían la llave a la ranura de la puerta y la abrían. La castaña apareció junto con un enorme cartón que podría cubrir fácilmente su cuerpo, cerró la puerta con un pie. Volteo su rostro y pide ver qué traía sujeto una pequeña bolsa con la boca, su cabello se veía más despeinado de lo normal y sus ojos cansados por la falta de sueño de los últimos días.

-Hey -dije dando el último sorbo a mi café. Escuché que murmuró algo con la bolsa en la boca.

Apoyo el cartón en el respaldo del sofá junto con su mochila. Vino hacia la cocina dando algunos brinquitos en el camino haciendo que la bolsa igual saltará junto con ella. Cuando llegó frente a mi, la tomo en su mano y me la mostró.

-Son las mejores golosinas que he probado en mi vida -saco una pequeña bolita color rojo y la llevo a su boca- no se de que sean, pero Chung-Hee me las regalo.

Trate de sonreír tranquilo. Sabia que Alex solo tenia un amigo en la escuela y ese era Chung-Hee, desde la vez en que me lo presento, supe que el chico era de lo mas agradable aunque era todo lo contrario a Alex, él era demasiado ordenado, serio y mucho mas maduro que la chica pero eran buenos en equipo. El problema empezo cuando regreso de su casa luego de que muriera su perro Goofy, pasaba mas tiempo en la universidad a pesar de no tener clases y siempre estaba junto a él. Sabia que no tenían nada entre ellos pero no me agradaba la idea de que mis ultimos dias antes de ir a tour las pasara con alguien mas. 

-¿Quieres probarlas? -saco otra y la acerco a mi boca. Antes de aceptarla, retire su mano con cuidado haciendo que me viera confundida.

-Tal vez mañana -señale la taza de café vacía- acabo de tomar café.

-No prometo que sobren para mañana -soltó una pequeña risa al momento que comenzaba a chupar otro.

No pude evitar reir junto con ella, le quite la bolsa de las manos y la coloque sobre la encimera. Acto seguido la tome por la cintura para acercarla, ella paso sus brazos bajo los mios para abrazarme y dejar caer su peso apoyando su cabeza en mi hombro. Nos quedamos así unos minutos sin decir nada, acariciaba su cabello aunque en algunas ocasiones se me atravesaba algún pequeño nudo.

-No hagas eso -sentí su aliento contra mi cuello haciéndome cosquillas- haces que me quiera dormir. 

-Ese es el punto. No has dormido nada estos días, tienes que dormir si quieres hacer bien tu entrega.

-No -se separo de mi. Pude ver sus ojos mas cerrados que hace minutos, los froto para evitar cerrarlos completamente- estoy bien. Ya casi esta todo listo, solo son detalles. 

-Vamos a dormir juntos, por favor. 

Comenzó a negar con la cabeza, al ver mi cara frustrada solo llevo su mano a mi mejilla para acariciarla. Parecía que no recordaba que mañana seria el ultimo día que estaríamos juntos, cualquiera pudiera pensar que es una tontería, pero solo teníamos algunos meses de relacion y por experiencia sabia que esto podría perjudicar todo. De poco en poco se acerco hasta que nuestros labios estuvieron juntos, al principio solo tenia su mano en mi mejilla pero poco después me sujetaba por ambos lados. Cuando quise hacer el beso mas profundo, se separo rápidamente, pareció notarlo y trato de sonreírme inocentemente. 

-Tu ve a dormir, necesitas energía -comenzó a caminar para salir de la cocina- yo seguire trabajando aqui. 

Me rendi y suspire pesadamente.Me levante para dejar la taza en el lava-traste y la segui. Ya estaba colocando el enorme carton en el suelo para comenzar a cortarlo, siempre encontraba un nuevo lugar donde trabajar a pesar de tener todo lleno de papeles. Me acerque hacia donde estaba ella, se levanto y me abrazo deseandome buenas noches.

-Si llegas a dormir, porfavor ve a la cama -susurre y le deposite un beso en la coronilla. 

Mientras caminaba por el pasillo de las habitaciones escuche como colocaba su playlist de viejas canciones de Disney y comenzaba a cantar. Estando en la habitacion, escuche los ronquidos de Petunia en la esquina, creo que ya habia roto su record de doce horas dormida pero la deje seguir. Me cambie y me acosté, ya estaba acostumbrado a dejar el otro lado de la cama disponible, aun asi cuando Alex no se quedaba a dormir. 

No se cuanto tiempo mas seguí despierto, sin hacer nada, sin pensar en nada auqnue tenia una mala sensación y no sabia explicar porque. Desperté horas después, eran cerca de las seis de la mañana. A pesar de seguir somnoliento pude sentir que era el único que estaba acostado.

Me deshice de la flojera y salí en busca de Alex. Me frote los ojos para que no me lastimar tanto la luz encendida pero me sorprendí al ver todo el lugar oscuro. Caminé un poco más para buscarla, hasta que la encontré acurrucada en el sofá tratando de taparse con uno de los cojines grandes. Al principio pensé en que lo más probable hubiera Sido que se quedó dormida, como muchas otras veces, pero al ver su computadora apagada y sus cosas medianamente ordenadas indicaba que se había acostado ahí con toda la intensión.

Estaba seguro que comenzaba a evitarme y no sabía qué hacer para evitarlo.