xxvi

516 44 2
                                    

Ha pasado una semana desde que pasó la discusión con Luke. Una semana sin verlo, sin hablarle y prácticamente sin saber de él. Desde entonces mis problemas del sueño se habían complicado más, a veces no dormía, otras veces dormía de más. Algo en mi cabeza no me dejaba tranquila y probablemente era la culpa.

Sabía que todo había surgido gracias a mi, aunque al final Luke también se había ganado su porcentaje de culpabilidad. Varias veces intenté llamarlo pero me arrepentía al final. Deseaba que el fuera quien diera el primer paso pero no parecía que tampoco fuera a ceder.

Sentí pequeñas lamidas en mi mano que colgaba a la orilla de la cama. Tenía mi cabeza sumergida en una de las almohadas, probablemente si no me movía se iría pronto y me dejaría seguir acostada.

Pero no fue así.

Duke siguió lamiendo mi mano hasta que me hizo levantar. Cuando mis pies tocar el suelo, comenzó a dar pequeños brinquitos y a mover su cola de manera alegre. Quisiera tener su felicidad. Me levanté y busque su correa para darle su paseo matutino. Petunia también se levantó cuando escucho el ruido metálico de la correa.

Al día siguiente de la pelea, Calum se apareció en la puerta de mi departamento junto con Duke y Petunia, ademas de todo lo necesario para su cuidado. En circunstancias pasadas, habíamos acordado en que yo los cuidaría en casa de Luke, al parecer el plan seguía en pie salvo el hecho de que no pondría un pie en su casa.

Al principio creí que Ella se negaría pero solo dejo en claro que todo estaría bien si ellos no destruían sus cosas. No era algo de lo que tuviera que preocuparme, Petunia era lo bastante perezosa como para hacer desastres y Duke lo bastante educado como para no hacer nada.

Dimos la vuelta a la cuadra, el recorrido suficiente para que hicieran sus necesidades y que Petunia se cansara. Me gustaba estar con ellos, le daban un toque alegre a mi día aunque por dentro seguía muriendo por como estaban las cosas con Luke.

Antes de subir al departamento, preferí sentarme en las escaleras de la entrada mientras ellos andaban libremente oliendo el pasto del pequeño espacio que había. Quería despejar un poco mi mente aunque está costando más de lo que pensé.

*

-Comienzo a entender tu estilo desaliñado, hasta comienza a parecerme cool.

Mire mal a Chung-Hee. Había tomado asiento a mi lado en el escritorio de la escuela. Era periodo entre clases donde nos juntabamos a pasar el rato haciendo los deberes que no hice la noche anterior.

-Deja de burlarte de mi, comienzo a quedarme sin pijamas limpias.

Desde que mi estado de ánimo estaba por los suelos, no me preocupaba mi vestimenta, me dejaba el mismo pantalón de pijama y solo me colocaba una sudadera o un suéter extremadamente ancho. Gracias al monton de pijamas viejas y nuevas que tenia, podia llevar diferentes todos los días pero comenzaban a acabarse y no tenía ganas de ir a la lavandería.

-Bueno, cuando se te acaben puedes traer ropa normal.

-No tengo ánimos para ropa normal -lleve mis rodillas hacia mi pecho y las abrace- solo quiero ver películas románticas y comer helado.

-Solo discutieron, no terminaron -me movió para quedar frente de él- las cosas se van a arreglar, tranquila.

-No estoy muy segura de eso -me hice todavía más bolita.- ha pasado una semana y no sé nada de él, no me atrevo a solo llamarle y hacer las paces. 

-¿No se supone que deba ser él el que te pida disculpas? Por lo que yo sé tampoco fue algo lindo lo ultimo que te dijo. 

-Tal vez no lo fue pero tampoco es culpa suya todo este asunto -me observó con una ceja levantada sin entender a que me referia-. Durante la última semana que estaría aquí me la pase haciendo otras cosas que estar con él, tal vez hice que se sintiera desfasado o que pensara que ya no me interesaba. Hasta creo que penso que me gustabas por pasar mas tiempo contigo que con él. ¡No me veas asi, entre en pánico!

-¿Pánico de que?

-Yo que sé -dije de manera exaltada llamando la atención de algunas personas-  en los últimos meses me acostumbre a su compañía  y pensé que cuando se iria me iba a sentir muy mal. Por lo que quise amortiguar un poco el golpe alejándome un poco de él. 

Mi plan tan perfecto no se escuchaba tan perfecto en voz alta como lo hacia en mi mente. Habia pasado lo ultimos dias analizando todo lo que habia pasado pero todo se veia tan confuso y tan rapido que no lograba entender nada. 

-Eso suena bastante estupido -lo golpee en el hombro- ¡Hey! 

-¿De que lado estas? ¿Del mio o del enemigo? 

-¿Quien es el enemigo? ¿La sensatez? Ustedes son un asco planeando cosas, siempre les salen exactamente lo contrario a lo que deberían de ser.

-Callate. 

Puse toda mi atencion nuevamente en mi computadora ignorando lo que decia Chung-Hee acerca de mis pocas habilidades para planear cosas. Tal vez tenia razon pero no lo aceptaria, no ahora. Lo unico que me quedaba era tener que lidiar con las consecuencias. 

*

Llegue al departamento luego de pasar al supermercado cuando acabaron las clases, gracias a mi yo del pasado por dejar comida en el departamento de Luke. ¡Que gran idea! Una vez estando adentro, Duke llego corriendo de donde sea que estaba junto con Petunia a un paso mas lento, ambos movían sus pequeñas colitas felices por mi llegada, o eso quería pensar. 

-¡Hola pequeñas bolitas de pelo! 

Fui hacia la cocina para dejar las bolsas en la barra y comenzar a guardar. Las repisas estaban vacias, al parecer Ella no habia comprado comida en los ultimos dias. Nunca estaba aqui por lo que no me sorprendia. Meti las ultimas cosas en los cajones y los tres nos fuimos a mi habitacion. Ahi estaban sus pequeñas camas y los juguetes que luego usaban. En lugar de acostarme en mi cama, termine por tumbarme en la alfombra para sentir como los dos se subían a mi y me daban pequeñas lamidas en mi cara. 

-Desearía ser un perro -dije al verlos acurrucarse cada uno a mis costados- En los próximos meses solo seremos nosotros, amiguitos. 

Eso me hacia sentir peor de lo que pensaba pero supongo que las cosas se arreglaran a su tiempo y como tuvieran que ser. Escuche como Petunia se movia para acomodarse y se comenzaba a rascar, luego hizo un vano intento en alcanzar su cola pero termino por darme media vuelta sin exito alguno. 

Al menos no estaria sola. 

Another phase | lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora