One Piece One Shots

Ego (Doflamingo x reader)

Otra misión terminada. Esta vez había sido bastante larga, al igual que el viaje de regreso a Dressrosa, pero merecía la pena.  Por fin podría tomarse un tiempo de descanso para ella misma y quizás pasar algo de tiempo con Baby 5 y Dellinger.  Pero todo aquello aún debía esperar. Lo primero era lo primero, y antes que nada ( ___ ) tenía que informar a su capitán del resultado de la misión.

Así, la chica recorrió los pasillos del palacio en busca de Doflamingo, dirigiéndose a su oficina. Después de llamar y recibir una respuesta afirmativa, abrió la puerta y entró en la habitación, cerrándola tras de sí.

—Es bueno verte de nuevo, ( ___ ) —la saludó riéndose, para luego añadir con seriedad—: Espero que tengas buenas noticias.

—Las tengo, joven amo.

Al oír esa respuesta, Doflamingo esbozó una sonrisa y se levantó de su asiento para acercarse a ella.

—Entonces tendré que darte una recompensa.

El espacio entre los dos se había hecho muy pequeño. Él acercó una mano al rostro de la chica y empezó a acariciar su mejilla. Ella no mostraba expresión alguna, y tampoco parecía que fuera a mostrar ninguna reacción a sus caricias.

—No merezco ninguna recompensa, joven amo —respondió ella, y tras una breve pausa, añadió—: La venta de armas de fuego sigue siendo un éxito. El conflicto parecía estar a punto de acabar, pero he conseguido reavivarlo. Probablemente sigan necesitando armas durante un buen tiempo. 

Él la escuchaba atento, pero eso no le impedía seguir acariciando su piel mientras hablaba. 

—Buen trabajo, ( ___ ). ¿Estás segura de que no quieres ninguna recompensa?

Su tono provocativo por fin causó una reacción en ella, aunque no era la que él esperaba. La chica colocó su mano sobre la de su capitán y detuvo las caricias.

—Sí, lo estoy. No necesito nada, joven amo. Estar aquí es suficiente recompensa. 

Moviendo su mano sobre la de su capitán, por fin consiguió librarse de su tacto. Mientras tanto, ella estaba pendiente de la expresión de su cara. Parecía calmado, y no tenía claro si aquello era bueno o malo. Igualmente, después de pasar un par de minutos en silencio, ( ___ ) decidió abandonar la sala.

—Por cierto, joven amo —comenzó hablando, apoyada en el borde de la puerta antes de salir—, pasé por Punk Hazard en mi regreso. Monet le informará pronto.

Y tras decir aquello cerró la puerta, dejando a su capitán pensativo y solo en su propio despacho. 

Ya había cumplido su deber. Ahora sí podía dar por finalizada la misión. Aún era pronto, pero después de aquel largo viaje lo que más necesitaba era descansar. Así, ( ___ ) fue a la habitación que tenía en el palacio y se quedó dormida nada más tocar la cama.

No fue hasta horas más tarde que por fin despertó. Ya era de noche. Probablemente los demás oficiales ya habían cenado. La chica intentó volver a dormirse, pero tras haber dormido tanto aquello era imposible. Después de un rato, ( ___ ) se levantó de la cama y se cambió de ropa. Ya que no podía dormir, al menos podía pasar un rato nadando en la piscina.

Y así lo hizo, se quedó nadando en la piscina durante varios minutos, disfrutando de la tranquilidad de la noche, hasta que notó una nueva presencia. Inmediatamente la chica dejó de nadar y se giró para ver quién era, reconociéndolo al instante. 

—¿Por qué no has cenado con la familia, ( ___ )? 

—Me había quedado dormida. Lo siento, joven amo —respondió inexpresiva.