One Piece One Shots

Tesoro (Nami x Fem reader)

El cielo estaba despejado, no había ni una sola nube en el cielo. Todo apuntaba a que aquel iba a ser un día tranquilo, excepto el habitual alboroto que había en la cubierta del Thousand Sunny. Por suerte, todo aquel ruido no llegaba a la biblioteca, donde se encontraban Nami y ( ___ ).

Aprovechando el buen tiempo, la navegante había decidido dedicar aquel día para actualizar sus mapas y cartografiar la última isla que habían visitado. Era poco probable que ocurriera algún cambio de tiempo, pero incluso si así fuera, confiaba en que sus nakamas la avisarían. 

Así, Nami pasó la mayor parte del día trazando mapas en su escritorio personal, situado en el centro de la biblioteca. Mientras tanto, ( ___ ) simplemente se dedicó a  dibujar en otra mesa diferente. Podía parecer extraño estar en la misma sala durante horas y apenas dirigirse la palabra, pero aquello era algo normal para ellas. Siempre que la navegante estaba trabajando, la chica dibujaba en la misma sala para mantenerla compañía. Cualquier ruido era capaz de irritar a Nami, pero su presencia la ayudaba a concentrarse y la transmitía calma. En algún momento aquello se convirtió en un hábito y, en verdad, no podían estar más contentas por ello. Era reconfortante para ambas pasar algo más de tiempo en pareja, aunque fuera trabajando.

Después de varias horas seguidas de trabajo, la navegante decidió tomarse un descanso. Dejó sus materiales ordenados sobre su escritorio y se dirigió hacia ( ___ ), quien estaba sentada de espaldas a ella. La chica estaba tan absorta dibujando, que ni siquiera había escuchado los pasos de Nami. De hecho, solo se percató de su presencia cuando ella apoyó su barbilla sobre su hombro.

—¿Qué estás dibujando, ( ___ )? 

Nada más oír su voz, la chica se sobresaltó y el lápiz con el que estaba dibujando cayó al suelo.

—Lo siento, lo siento. No pretendía asustarte —se disculpó Nami, soltando una pequeña risa entre medias.

( ___ ) soltó un suspiro.

—Por eso te estás riendo tanto, ¿no? 

La navegante sacó la lengua en señal de burla. Rápidamente, una sonrisa se dibujó en el rostro de la chica, quien acto seguido recogió el lápiz que había caído al suelo.

—¿Qué estabas dibujando para estar tan concentrada, ( ___ )? 

—Solo otro de los lugares que hemos visto en nuestros viajes —contestó.

—¿Puedo verlo? 

En lugar de contestar la chica la entregó su bloc de dibujo, abierto por la página en la que estaba dibujando.

—¿El Bosque Marino de la Isla Gyojin? —preguntó la navegante.

—Sí, aunque aún no está terminado.

La navegante permaneció varios minutos observando el dibujo de su novia, admirándolo llena de sorpresa. Era increíble lo bien que se la daba dibujar, y cada día la sorprendía más lo realistas que podían llegar a ser sus dibujos. 

—¿En qué estás pensando, Nami? —preguntó, sacándola de sus pensamientos.

—Es maravilloso, como siempre —respondió, devolviéndola el bloc de dibujo.

—Tampoco es para tanto...

La navegante no pudo evitar reírse de nuevo al ver el ligero rubor que teñía las mejillas de la chica, y entonces, sin previo aviso, una nueva idea pasó por su cabeza.