Heartless Bastard (ChanBaek)

7

Comenzó a odiar los labios rosados de BaekHyun, a repugnar sus bonitas manos y no se explicaba porque estaba irritable cuando alguien mencionaba su nombre. Todo le recordaba a JongIn, esos labios besaban al moreno y esas manos tocaban su pecho, nada fue sagrado. Comenzó a soñar terribles cosas y su mente le empezó a torturan en minutos de aparente tranquilidad. Su sola presencia comenzó a perturbarlo, su ser vibraba al sentirlo cerca, era casi como que podía detectar su esencia a la distancia como un perro entrenado para sentir el peligro. Comenzó a ser de esa manera, BaekHyun era un peligro.

Su juego de rebeldía le ofreció tranquilidad y más importante la atención que BaekHyun le ofrecía llenaba el vacío que sentía. Su rostro molesto se tornó en un alivio para evadir sus pensamientos y las graciosas muecas de enojo fueron una manera de conocer ese lado del hombrecito del que de nuevo se enamoró. Ahora sabía que BaekHyun molesto podía durar un día completo y a semanas de desobedecerlo se enteró que el mal carácter lo llegó a reflejar en su relación con JongIn, lo que la agrieto lo suficiente para que ambos se distanciaran considerablemente y quizá por eso no controló su juego rebelde que llegó al punto de joderlo en su examen de literatura, el último examen. El más importante y el que lo hundió por completo en esa cama pensando que debía arreglar las cosas con él.

Porque en efecto, estaba loca e irremediablemente enamorado de Byun BaekHyun.

Al día siguiente nada ocurrió, no recibió ningún mensaje de BaekHyun, al pasar por su casa a recogerlo, MinSeok le mencionó que este ya se había ido con Yixing al colegio. Por más tonto que sonara ChanYeol se sorprendió de saber que no lo esperó para irse juntos, era obvio, BaekHyun estaba infernalmente molesto. Quizá no querría verlo nunca más. Al llegar no lo vio por ningún sitio y aunque estaba tentado a preguntarles a todos, se quedó en silencio pero alerta por si lo veía.

Pasaron las primeras horas como una eternidad, cada segundo sin hablar con él minaba una preocupación venenosa en sus entrañas, pero al llegar la hora del descanso lo vio en la mesa de siempre, se apresuró a comprar su almuerzo y llevarlo a él. BaekHyun escribía algo en su teléfono, no se inmuto ni le dijo una sola palabra, y ChanYeol no podía soportar su silencio. Yixing leía un libro de biología que había dejado de tarea para ese día.

"BaekHyun, tú almuerzo" mencionó ChanYeol tímidamente. A esas alturas incluso un insulto le hubiese hecho saltar de la alegría. BaekHyun despegó su mirada de su móvil, lo vio con esos ojos pardos, fríos e hizo una mueca. Toda esa combinación le erizó la piel. Pero no hubo nada más, se despidió de Yixing, se levantó y se fue. Yixing se quedó actuando como si eso fuera normal.

ChanYeol suspiró y toda la tensión que esa mirada le provocaba fue soltada y ahora sólo quedaba la frustración, esa mirada casi podía sentir su temblor, pero no de miedo, ni siquiera de tristeza, esa mirada era tan atractiva incluso cuando derramaba frialdad, esa sola mirada le recordaba que estaba maldito al enamorarse de ella.